Alfas están destinados a conseguir un omega para que cuide la manada y de paso crie a los bebes que el alfa quiera engendrar con él o ella.
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Hay un Alfa que aún no ha querido encontrar a la reina de su manada, su beta se lo exige, pues se necesita...
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JM
La reunión se llevará a cabo en un bosque alejado de todas las manadas, para llegar allí me encuentro viajando en el auto del Alfa YoonGi, durante la poca trayectoria que llevamos mantengo la ventanilla abajo, pues el Alfa a estado soltando feromonas y eso es una cosa que me incomoda de sobremanera haciendo que apriete el borde de mi túnica.
-¿Estas nervioso? – Pregunto el Alfa mientras miraba el borde de mi vestimenta, pues esta muestra más arriba de lo normal -
Cuando noto donde es que está mirando, disimuladamente bajo la túnica hasta mis rodillas y me sobresalto al escuchar que el Alfa gruñe pues no he contestado a su pregunta.
-Sí Alfa, un poco – Vuelvo a mirar hacia afuera y ahora el que pregunta soy yo – ¿Estaba nervioso en su ceremonia?
-No realmente, sabía que saldría de allí con un compañero, pero simplemente no sabía con quién trataba en esos momentos.
Me mantengo en silencio, pues temo decir algo indebido, tengo que ser cuidadoso con lo que sale de mi boca.
-Pero era su compañero, un Omega con el que pasarías el resto de su tiempo.
YoonGi se vuelve para mirarme y posar una de sus pesadas manos sobre mi muslo.
-Sí, supongo que tienes razón.
Me acomodo en el asiento haciendo que quite su mano y paro de preguntar, pues siento que no llegare a ningún lado con las vagas respuestas del Alfa.
-¿Cómo imaginas que sea tu Alfa? – Pegunta YoonGi mirando el camino –
-Como cualquier otro, que sea suficientemente fuerte como para poder protegerme y que también me sepa amar.
El Alfa arruga la nariz y gruñe, no sé a qué se debe eso así que solo lo ignoro, YoonGi se detiene frete a un enorme árbol dando a entender que ya llegamos, rápido me bajo del auto y miro a la izquierda haciendo que inconscientemente se me escape una sonrisa al ver un área llena de luces y bullicio.
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La luna está en todo su esplendor, el color rojo ilumina el lugar, siento un escalofrió en mi cuerpo cuando el Alfa me ayuda a quitarme la túnica, antes de entrar por completo a la ceremonia un Beta se me acerca y me da una corona con un diamante blanco, pero antes de que pueda ponerla en mi cabeza Yoongi lo detiene.
El Beta mantiene sus cejas fruncidas, pero deja que el Alfa tome la corona antes de correr hacia otro Omega.
-Da la vuelta amor – Ordena el Alfa tomando la corona entre sus manos –
Me giro de manera que mi espalda queda pegada al pecho del Alfa y después de un breve segundo siento como el ligero peso de la corona adorna mi cabeza.
-Gracias Alfa – Parece que eso es todo lo que puedo decir -
-Puedes irte ahora, estoy seguro de que encontraras un Alfa.
Me dirijo hacia unas cortinas blancas las cuales se abren al sentir mi presencia, mi cuerpo se congela al ver una manada de Omegas y Alfas conviviendo entre sí, de inmediato se quiénes son Omegas y quienes son Alfas, ya que los Omegas yacen completamente desnudos y con coronas, mientras los Alfas solo usan pantalones.
Mi estómago gruñe y rápido corro hacia la mesa de los aperitivos, admiro todo tipo de comida tan peculiar y me fijo en una bandeja llena de pequeños cubos de carne, no espero ni un segundo más y sin importar que, me meto tres a la boca.
-¿Desde hace cuánto no comes? – Pregunta una aniñada voz tras de mí –
Me doy la vuelta inmediatamente y para mi sorpresa es una chica de mi misma estatura, pero no es lo único que me sorprende pues en su diminuta cabeza hay una corona con un diamante rojo, disimulo mirando sus ojos y le sonrió para responder a su pregunta.
-Solo tomé agua fría y escasamente comí fruta.
Ella sonríe y se sirve dos cubos de queso para después metérselos a la boca.
-Sé que miraste mi corona y respondo a tu pregunta, me obligaron, realmente no quería besarlo, pero no tenía opción – Exclamo sin mostrar una pisca de tristeza –
Una niña como ella no merece portar aquella corona, ninguna persona obligada merece ser portador de tan horrible color y antes de que el tema pueda ser más incómodo, una ola poderosa de aroma a Alfa se esparce por el aire, los Omegas se inquietan y los Alfas se crispan, pues este Alfa es más fuerte que los demás, más dominante y orgulloso.
Tanto mi compañera como yo nos dirigimos rápidamente hacia las cortinas blancas, pero ningún alfa se mueve, a excepción de los Omegas que se alborotan de un lado a otro para poder ver tras el velo, los susurros se hacen más frecuentes en señal de indignación por parte de los Alfas, veo como todos gruñen en señal de amenaza y los Omegas se agitan con atención.
Sin embargo, mi reacción es diferente al ver la figura de un hombre fuerte y demandante entrar al lugar, mi cuerpo se tensa y mis feromonas se esparcen por el lugar sin problema alguno, sé que ese Alfa tiene el poder de irradiar deliciosas olas de aroma en su cuerpo empapándose por completo.
-¿Sabes quién es? – Pregunto haciendo que ella me mire con algo de interés –
El nuevo Alfa es alto, con cuerpo delgado y musculoso, sus rasgos son duros y rígidos y camina con un ocio amenazante, su pelo es negro azabache y sus ojos son de un amarillo hermoso con pupilas dilatas.
No hay duda de que es un hombre hermoso.
-¿No sabes quién es? – La voz de la chica se hace más densa –
-No.
-Es el Alfa del grupo más grande del país – Informa y prosigue – Ha sido Alfa durante años y ni una sola vez se ha presentado en una ceremonia de Omegas.
-¿Por qué no? – Pregunto mientras lo veo hablar con otro hombre, tiene un aura menor que los Alfas a su alrededor, pero más que los Omegas: debe ser Beta –
