capítulo 8

1.2K 90 2
                                    

(Narra Sucrette)

Una vez en casa sentí que pude respirar sin embargo de inmediato esa sensación fue cambiada por una de culpa.

Pude haberle dicho a Castiel, esperar que el llegara a donde nosotros estábamos para soltarle la noticia.

Ya imaginaba esa conversación:

(Lo que hubiera pasado según Sucrette)

Me hubiera quedado parada, esperando a que Castiel logrará huir de esas chicas, las cuales seguramente se quedarían en una distancia prudente para oír todo.

-Castiel-Le hubiera dicho.

-Hola-me respondería él antes de mirar a Keneth-¿Es tu hijo?-

Lo miraría sería antes de decirle todo.

-también es tu hijo-diria con voz firme para que se diera cuenta de lo enojada que estaba con él-Y nunca contestaste el teléfono cuando intente decirtelo-

(Fuera de la cabesita de Sucrette :v)

Sin embargo, apesar de que debí haber hecho eso, no pude, escape de él.

Seguramente cree que estoy casada con alguien.

Agh... Debí decirle.

Al día siguiente, igual que siempre, deje a Keneth en su escuela y me dirigí a mi trabajo, al llegar Clemence me dio mi cheque con una gran sonrisa.

Cuando llegue aquí no me trato muy bien, sin embargo cuando vio que tenía una hijo empezó a hacer más amable conmigo e incluso le llego a regalar algo de comer a mi pequeño.

-¿Porque no te tomas el día libre?-Me pregunto Clemence-Algo me dice que te haría bien-

-Gracias Clemence-Dije agradecida-justo ahora es lo que más falta me hace-

Salí del trabajo y gire a la izquierda, termine frente al instituto Sweet Amorise.

Observe el lugar, me preguntaba si mis antiguos maestros seguirían allí.

Suspire y me acerque al oficial que vigilaba la puerta.

-disculpe-Le dije-Soy ex-alumna del instituto y... Me gustaría ver como ah cambiado todo-

-Oh, claro-me respondió antes de ofrecerme una tarjeta de visitante-Firme aquí y podrá pasar-

Firme donde me dijo y una vez adentro pude ver lo mucho que había cambiado todo, casi sin pensarlo me dirigí al taller de jardinería, me sorprendí al ver que en el tronco de un arbol aun estaban mis iniciales al lado de las de Castiel.

Juraría que la directora lo hiba a cortar porque contaba como bandalismo.

Salgo del taller de jardinería y casi me parece volver a esos años, cuando todo se trataba de dramas adolescentes y fiestas hasta muy tarde.

Cuando mi mundo aun estaba completo.

Paso por los pasillos, observó todo con detenimiento hasta que algo llama mi atención.

-¿Profesor Patrick?-Logró preguntar al verlo parado frente a mi.

-¿Sucrette Astrom?-Pregunta él cuando me ve-oh, mira... Mi pequeña artista a venido a visitarnos-

Le sonrió un poco y acepto un abrazo que él me ofrece, en el instituto fue el maestro que más me comprendió y del que más me encariñe, fue gracias a él que había descubierto mi talento para el arte.

-Dime ¿Que te trae por aquí?-Me pregunto curioso.

-La nostalgia profesor-Le respondi-Y tal vez la necesidad de un consejo sabio-

Patrick me miró algo preocupado y me hizo una señal con la cabeza como diciéndome que me escuchaba.

Suspire, intentando encontrar palabras, cuando las encontré le conté todo lo que había pasado en estos 4 años, él me escucho atentamente y cuando no logre reprimir las lágrimas él me abrazo con fuerza.

-Ay niña mia-me dijo con cariño-No sabría que decirte, es obvio que estas herida pero... El romance que tuvieron tu y Castiel nunca se olvidará y por como me dices que paso todo, me atrevería a decir que ambos aun se aman-

Lo mire sorprendida, baje la mirada y Suspire.

-No lo se profesor-Le respondi-Ya no es el chico rebelde que fumaba a escondidas del que me enamoré... Ahora es una estrella de rock con miles de mujeres persiguiendole-

Él profesor Patrick esta apunto de decirme algo cuando cuando el timbre suena anunciando el inicio de las clases.

-Sucrette... Tu aun lo amas porque sabes que ese chico del que te enamoraste solo a madurado para convertirse en un hombre que será capaz de escuchar lo que le tienes que decir-me dice eso y me da un último abrazo antes de disponerse a irse-ven a visitarme cuando puedas, recuerda que eres como la hija que nunca tuve-

Le sonríe un poco.

-Entonces vendré a visitarlo seguido-Le respondi-gracias por escucharme-

-No hay de que Sucrette-Me dijo a modo de despedida, lo vi irse a su salón y aproveche aquello para seguir observando el lugar.

Entre las vitrinas de los trofeos pude ver una foto donde estaba mi salón entero, todos estábamos allí, juntos, creyendo que así sería hasta el fin de nuestras vidas.

-Es una linda foto ¿No crees?-

Me gire sorprendida y sentí lágrimas empañar mis ojos cuando vi unos ojos azules y una cabellera naranja en trenzas.

-¡Iris!-Dije saltando a sus brazos para abrazarla con fuerza.

La sostuve con fuerza y ella me regreso el abrazo contenta.

-Mira quien se digno a volver-me dijo ella.

-Hay Iris-le dije-Si tan solo supieras el porque-

-Tranquila Si-me dice ella-No soy chismosa, pero te escuche hablar con Patrick-

-Entonces ya sabes que...-

-Si... ¿Puedo conocerlo?-

-Claro, después de todo es como si fuera tu sobrino-

Fanfic CDM "¿Y ahora que hago yo?" Castiel x SucretteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora