(Narra Sucrette)
Habían pasado ya unos meses, mi carrera en la música había triunfado en cuestión de segundos y estaba aliviada por eso.
Keneth era feliz con los miles de regalos que podía hacerle y adoraba el que alguien siempre le preparará de comer lo que él quisiera.
Me sentía feliz por darle todo lo que nos había faltado y más de eso. Antes apenas teníamos algo de ropa y ahora cada día usábamos algo diferente. Nunca le había podido comprar juguetes de verdad a Keneth y ahora hasta consola tenía.
Lo veía feliz y eso era lo único que me importaba.
Le regrese su tarjeta a Castiel, refunfuño un poco cuando lo hice sin embargo ahora dependía de mi y solo de mi, lo cual era un gran alivio.
Mis padres se alegraron por mi cuando les conté lo sucedido y me atreví a pedirles algo: Que vinieran a mi casa a conocer realmente a Keneth.
Lo dudaron un poco pero cuando les dije que fue gracias a Keneth que yo consiguiera el trabajo que tenía finalmente olvidaron que por el embarazo había dejado la escuela.
-¿Entonces mis abuelos van a venir?-Me pregunta Keneth algo incomodo.
-Así es-le digo acariciando su cabello-vienen a conocerte-
-Pero creí que me odiaban-me respondió algo triste.
-Eso es pasado-Le dije antes de cargarlo para poder besar su frente-Van a venir el día de tu cumpleaños-
-¿Y que hay de los papás de mi Papá?-Pregunto antes de voltear a ver a donde estaba Castiel trabajando-¿También van a venir?-
-No lo se-Le digo antes de bajarlo-¿Porque no le preguntas?-
Keneth asintió y corrió con dirección a donde estaba Castiel.
Desde que trabajaba en la discografía veía casi siempre a Castiel, por lo cual después de que platicaramos un poco decidí traer a Keneth para que pudiera conocer el lugar y pasar tiempo con su padre si quería.
Me concentre en la música me que mostraban sin embargo sentía que a la letra le fallaba algo.
Estuve trabajando un largo rato y de la nada cierto pelirrojo fue a llamar a la puerta de cristal.
Me puse de pie para abrirle y ver que quería, en ese momento note que traia a Keneth en brazos y este se encontraba dormido.
-Creo que alguien se paso de sus horas de sueño-Me dice Castiel mientras me entrega a Keneth con cuidado.
-Si... Ya se hizo tarde-le digo mirando el reloj-creo que volveré a casa ahora...-
-¿Los acompaño?-Me pregunto.
Lo pensé un segundo y asentí con la cabeza.
-Si, necesito ayuda con algunas cosas-le respondí tranquila.
Me ayudó a llevar las cosas de Keneth y mi bolsa hasta el coche.
Platicamos casi todo el camino y de pronto nos encontramos hablando de un tema que habíamos evitado.
-Aun recuerdo cuando nos besamos por primera vez-Le dije bajando la mirada-... Nunca creí que terminaríamos como estamos hoy-
-Yo tampoco-me confiesa él-Crei que terminaría robándote de tu casa al cumplir los 20 años-Añade-que te llevaría conmigo a las giras de la banda, que te volverías niembro de esta-
-Je... Yo también creí que terminaría escapando de casa para ir contigo-Le digo sonriendo.
Él chófer detiene el coche frente a un semáforo en rojo.
Nos miramos y por algún motivo siento que nos acercamos, uno de sus brazos rodea ni espalda y coloca su mano en mi sintura, rodeo su cuello con mis brazos y su mano libre se apoya bajo mi barbilla.
Nos besamos, puedo sentir a la perfección que nuestra pasión nunca se a apagado, que entre nosotros ahora hay más que un amor adolescente.
Su mano que estaba en mi cintura se cuela bajo mi playera y acaricia con dulzura mi espalda, me aferró a él, siento mis lágrimas brotar lentamente sin embargo no me importan.
A él no le importa a mi no me importa, nunca nos importó realmente.
Nos separamos cuando nos quedamos sin aire y nos miramos sin saber que decir, sin saber que a pasado realmente.
-Sucrette-Me llama él acariciando mi mejilla con su pulgar.
-Lo se-Le digo bajando la mirada.
-¿Aun me quieres lejos?-Me pregunto
-No lo se... Te extraño... Pero tengo miedo-Le confesé.
-No volveremos a dejarnos, estaremos junto siempre, Keneth, tu y yo-añadio intentando convencerme
-... Y-yo... C-creo que aún no estoy lista-le dije desviando la mirada
-Te daré algo de tiempo entonces-Me asegura besando mi mejilla.
-Puede que tarde un tiempo-
-Entonces te esperare todo el tiempo que sea necesario-
Bajamos del coche cuando llegamos a mi casa, Castiel me ayuda a llevar a Keneth a su habitación.
Una vez que cerramos la puerta nos quedamos viendo sin saber que más decir.
-Bueno... Nos vemos mañana en el trabajo-me dice el metiendo sus manos en sus bolsillos.
-Si-Le digo tranquila-Hasta mañana-
Nos miramos como si fuéramos a decir algo más sin embargo el suspira, besa mi mejilla a modo de despedida y sale de la casa, lo veo alejarse caminando.
-... Te amo Cas... Yo tampoco eh sido capaz de olvidarte-susurro aquello tan bajo que solo yo soy capaz de oírme.
Cierro la puerta cuando pierdo de vista al pelirrojo.
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Fanfic CDM "¿Y ahora que hago yo?" Castiel x Sucrette
FanfictionSucrette se ah ido de la ciudad dejando el corazón roto de cierto pelirrojo. Para superar aquel desamor Castiel ocultará todo lo que le recuerda a Sucrette, pero se llevará una gran sorpresa al ver después de casi 5 años a aquella chica castaña acom...