capítulo 17

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(Narra Sucrette)

Habían pasado ya unos meses, mi carrera en la música había triunfado en cuestión de segundos y estaba aliviada por eso.

Keneth era feliz con los miles de regalos que podía hacerle y adoraba el que alguien siempre le preparará de comer lo que él quisiera.

Me sentía feliz por darle todo lo que nos había faltado y más de eso. Antes apenas teníamos algo de ropa y ahora cada día usábamos algo diferente. Nunca le había podido comprar juguetes de verdad a Keneth y ahora hasta consola tenía.

Lo veía feliz y eso era lo único que me importaba.

Le regrese su tarjeta a Castiel, refunfuño un poco cuando lo hice sin embargo ahora dependía de mi y solo de mi, lo cual era un gran alivio.

Mis padres se alegraron por mi cuando les conté lo sucedido y me atreví a pedirles algo: Que vinieran a mi casa a conocer realmente a Keneth.

Lo dudaron un poco pero cuando les dije que fue gracias a Keneth que yo consiguiera el trabajo que tenía finalmente olvidaron que por el embarazo había dejado la escuela.

-¿Entonces mis abuelos van a venir?-Me pregunta Keneth algo incomodo.

-Así es-le digo acariciando su cabello-vienen a conocerte-

-Pero creí que me odiaban-me respondió algo triste.

-Eso es pasado-Le dije antes de cargarlo para poder besar su frente-Van a venir el día de tu cumpleaños-

-¿Y que hay de los papás de mi Papá?-Pregunto antes de voltear a ver a donde estaba Castiel trabajando-¿También van a venir?-

-No lo se-Le digo antes de bajarlo-¿Porque no le preguntas?-

Keneth asintió y corrió con dirección a donde estaba Castiel.

Desde que trabajaba en la discografía veía casi siempre a Castiel, por lo cual después de que platicaramos un poco decidí traer a Keneth para que pudiera conocer el lugar y pasar tiempo con su padre si quería.

Me concentre en la música me que mostraban sin embargo sentía que a la letra le fallaba algo.

Estuve trabajando un largo rato y de la nada cierto pelirrojo fue a llamar a la puerta de cristal.

Me puse de pie para abrirle y ver que quería, en ese momento note que traia a Keneth en brazos y este se encontraba dormido.

-Creo que alguien se paso de sus horas de sueño-Me dice Castiel mientras me entrega a Keneth con cuidado.

-Si... Ya se hizo tarde-le digo mirando el reloj-creo que volveré a casa ahora...-

-¿Los acompaño?-Me pregunto.

Lo pensé un segundo y asentí con la cabeza.

-Si, necesito ayuda con algunas cosas-le respondí tranquila.

Me ayudó a llevar las cosas de Keneth y mi bolsa hasta el coche.

Platicamos casi todo el camino y de pronto nos encontramos hablando de un tema que habíamos evitado.

-Aun recuerdo cuando nos besamos por primera vez-Le dije bajando la mirada-... Nunca creí que terminaríamos como estamos hoy-

-Yo tampoco-me confiesa él-Crei que terminaría robándote de tu casa al cumplir los 20 años-Añade-que te llevaría conmigo a las giras de la banda, que te volverías niembro de esta-

-Je... Yo también creí que terminaría escapando de casa para ir contigo-Le digo sonriendo.

Él chófer detiene el coche frente a un semáforo en rojo.

Nos miramos y por algún motivo siento que nos acercamos, uno de sus brazos rodea ni espalda y coloca su mano en mi sintura, rodeo su cuello con mis brazos y su mano libre se apoya bajo mi barbilla.

Nos besamos, puedo sentir a la perfección que nuestra pasión nunca se a apagado, que entre nosotros ahora hay más que un amor adolescente.

Su mano que estaba en mi cintura se cuela bajo mi playera y acaricia con dulzura mi espalda, me aferró a él, siento mis lágrimas brotar lentamente sin embargo no me importan.

A él no le importa a mi no me importa, nunca nos importó realmente.

Nos separamos cuando nos quedamos sin aire y nos miramos sin saber que decir, sin saber que a pasado realmente.

-Sucrette-Me llama él acariciando mi mejilla con su pulgar.

-Lo se-Le digo bajando la mirada.

-¿Aun me quieres lejos?-Me pregunto

-No lo se... Te extraño... Pero tengo miedo-Le confesé.

-No volveremos a dejarnos, estaremos junto siempre, Keneth, tu y yo-añadio intentando convencerme

-... Y-yo... C-creo que aún no estoy lista-le dije desviando la mirada

-Te daré algo de tiempo entonces-Me asegura besando mi mejilla.

-Puede que tarde un tiempo-

-Entonces te esperare todo el tiempo que sea necesario-

Bajamos del coche cuando llegamos a mi casa, Castiel me ayuda a llevar a Keneth a su habitación.

Una vez que cerramos la puerta nos quedamos viendo sin saber que más decir.

-Bueno... Nos vemos mañana en el trabajo-me dice el metiendo sus manos en sus bolsillos.

-Si-Le digo tranquila-Hasta mañana-

Nos miramos como si fuéramos a decir algo más sin embargo el suspira, besa mi mejilla a modo de despedida y sale de la casa, lo veo alejarse caminando.

-... Te amo Cas... Yo tampoco eh sido capaz de olvidarte-susurro aquello tan bajo que solo yo soy capaz de oírme.

Cierro la puerta cuando pierdo de vista al pelirrojo.

Fanfic CDM "¿Y ahora que hago yo?" Castiel x SucretteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora