Fanfic CDM "¿Y ahora que hago yo?" Castiel x Sucrette

capítulo 18

(Narra Castiel)

Sucrette y yo nos habíamos vuelto a besar.

No pude evitar pasar el resto de la noche sonriendo, el saber que ella aun me amaba era algo que había deseado desde nuestra separación.

La amaba, me amaba, nos amabamos... ¿Que más se necesitaba para que volviéramos a estar juntos? Bueno... Tiempo.

Solo eso nos faltaba.

Ahora solo debía esperar a que su corazón le dijera que debía estar conmigo.

Pase el resto de la semana de buen humor, me sentía incapaz de enojarme, cosa rara en mi.

Sucrette estaba a nada de lanzar su primer álbum y me había propuesto ser el primero en felicitarla.

Compre el ramo de flores más grande y estrabagante que encontré para dárselo.

Me sentía ridículamente cursi y agradecí como nunca el que existiera el servicio de mensajería.

(Narra Sucrette)

Había dejado a Keneth en la escuela, desde que todo el mundo sabía que era hijo de dos cantantes famosos nadie se atrevía a molestarle y eso le gustaba.

Ahora lo veía alardear un poco de vez en cuando, solía decir que tenía sangre de artista y que un día el también sería famoso.

Llegue al trabajo y me lleve una enorme sorpresa al ver que en mi oficina había un enorme ramo de flores junto a una pequeña tarjeta.

Curiosa tome la tarjeta, tenía un corto y claro mensaje dentro de ella: "Felicidades por tu primer álbum ¿Que tal si celebramos esto con una cena? Atte: Castiel"

Note que el pelirrojo me miraba desde su oficina, me hizo un ademán para preguntar si aceptaba a su oferta, hice una pequeña reverencia para dejarle en claro que aceptaba.

Nos miramos a los ojos y supimos que deberíamos de ponernos de acuerdo.

De la nada me encontraba caminando hacia él mientras él caminaba hacia mi.

Nos encontramos a medio pasillo.

-¿Te gustaron las flores?-Me pregunta él sonriendo.

-Me encantaron-Le respondo mientras lo miro a los ojos-sabes lo mucho que me gustan ese tipo de cosas-

-La próxima vez te enviaré chocolates-me dice a modo de broma.

-Por favor, hazlo-le digo siguiendo la broma-Adoro los chocolates-

-Entonces...-Dice él pasándose la mano por la nuca-¿Cenamos juntos el siguiente Viernes?-

-Me viene bien-le digo-No olvides que el cumpleaños de Keneth es este Domingo-

-No lo olvido-me asegura-Estoy seguro de que si lo hiciera no me hablas ni hasta el día de mi muerte-

-Exactamente- Le aseguro sin dejar de sonreír pero dejando en claro que era cierto.

Nos miramos en silencio un segundo hasta que nuestros manager's vienen por nosotros.

(Narra Keneth)

La escuela se había vuelto cada vez más agradable, antes me enojaba que hablarán mal de mi madre, ahora no paraba de oír los maravillosa que era su voz y sus canciones, también oía que mi padre era increíble y que muchos desearían ser yo.

Era algo que nunca dejaría de amar.

Cuando llegó el descanso me dirigí a donde siempre me encontraba y entonces escuche algo.