- Una vez más - dice papá cerrando la puerta de casa - ¿Tienen todo listo?
Si no me equivoco, es la quinta vez que nos lo pregunta. Nuestro baúles los preparemos ayer y también ya tenemos toda la tarea terminada y en orden, dentro del auto junto a nuestras lechuzas y nuestras escobas.- Todo en orden papá.
Lo noto bastante distraído últimamente, pero tranquiliza que tiene a mamá a su lado. No me he atrevido preguntarle si su amigo que esta en problema es Sirius Black, pero no quiero preocuparlo.
Todos ya estamos listos para ir al caldero chorriante, para quedarnos hasta mañana. Con Harry estamos entusiasmados por reencontrarnos con nuestros amigos.
- Bien, nosotros nos quedaremos aquí a esperar a los Weasley y Granger, ustedes si quieren pueden ir a pasear por el callejón Diagon - dice papá - Cuando veamos a Ron y Hermione, les diremos dónde están.
- Solo no se metan en problemas como el año pasado - nos dice mi madre.
- Fue mi culpa tía, no pronuncie bien en la chimenea - dice Harry.
- Pero fue divertido - les digo - Tendremos cuidado.
Con Harry recorremos con calma el lugar y entramos a la tienda de Quidditch, quiero comprarme un equipo de mantenimiento de escoba, como el que Hermione le regalo este cumpleaños a Harry. Una vez, que salimos de ahí, escuchamos que alguien nos llama a los gritos.
—¡Harry! ¡Hannah!
Allí están los dos, sentados en la terraza de la heladería Florean Fortescue. Ron, más pecoso que nunca; Hermione, muy morena; y los dos nos llaman la atención con la mano.
—¡Por fin! — dice Ron, sonriendo de oreja a oreja cuando éste se sento —. Hemos estado en el Caldero Chorreante, pero nos dijeron que habían salido, y luego hemos ido a Flourish y Blotts, y al establecimiento de la señora Malkin, y...
—Compramos la semana pasada todo el material escolar - le responde Harry mientras que saludo a Hermione con un abrazo.
—Mi padre nos contó lo que hiciste este verano — contesta Ron.
Seguro que el señor Weasley, que trabaja en el Ministerio de Magia, ha oído toda la historia de lo que le ha ocurrido con su tía Marge.
—¿Es verdad que inflaste a tu tía, Harry? — pregunta Hermione muy seria.
—Fue sin querer —responde Harry, mientras Ron se parte de risa — Perdí el control.
—No tiene ninguna gracia, Ron — dice Hermione con severidad — Verdaderamente, me sorprende que no te hayan expulsado.
—A mí también — admite Harry — No sólo expulsado: lo que más temía es ser arrestado — mira a Ron—: ¿No sabrá tu padre por qué me ha perdonado Fudge el castigo?
—Probablemente, porque eres tú. ¿No puede ser ése el motivo? — se encoge los hombros, sin dejar de reírse —. El famoso Harry Potter. No me gustaría enterarme de lo que me haría a mí el Ministerio si se me ocurriera inflar a mi tía. Pero primero me tendrían que desenterrar; porque mi madre me habría matado. De cualquier manera, tú mismo le puedes preguntar a mi padre esta tarde. ¡Esta noche nos alojamos también en el Caldero Chorreante! Mañana podremos ir juntos a King's Cross. ¡Ah, y Hermione también se aleja allí!
La muchacha asiente con la cabeza, sonriendo.
—Mis padres me han traído esta mañana, con todas mis cosas del colegio.
- Es estupendo, podríamos compartir la habitación contigo y Ginny - le digo.
—¡Estupendo! — dice Harry, muy contento —. ¿Han comprado ya todos los libros y el material para el próximo curso?
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Harry Potter, una historia diferente.
FanfictionHannah Gryffton se entera poco después de cumplir sus 11 años que es una bruja y que toda su familia por parte de su padre también lo son o lo eran. En el tren rumbo a Hogwarts conoce a dos niños que la hacen sentir aceptada. Una gran aventura los e...