Harry Potter, una historia diferente.

38. Patronus.

Los días van pasando bastante rápido y el día previo a regresar a Hogwarts, mamá sale al mercado en compañía de su ahijado. Con papá nos quedamos en casa preparando galletas para llevarnos en el tren, siendo honesta, preparo las galletas mientras que él intenta robar algunas.

- Papá he querido hablar contigo de un tema delicado - le digo y enseguida se pone serio.

- ¿Qué sucede?

- Es acerca de tío Rem - al decir eso, lo tomo por sorpresa y veo la verdad reflejada en su cara - Lo sabes, ¿verdad? 

- Sí, lo sé desde que nos hicimos amigos en quinto año, por más que él nunca quiso contármelo - responde con un tono triste - Creo que teme al rechazo, yo jamás me alejaría, es una gran persona y le tengo un gran aprecio, ¿ Y tú cómo lo supiste? 

- Su boggart y su estado de salud.

- Eres muy lista, en verdad, podrías haber quedado en Ravenclaw - dice con una sonrisa.

- ¿Te hubiese molestado si quedaba en Slytherin? - mis preguntas parecen tomarlo por sorpresa hoy.

- Siendo honesto, no les tengo un gran afecto a esa casa por lo que me han hecho pasar, pero sé que no todos los magos y brujas de esa casa son iguales y si tu hubieses quedado ahí estaría igual de orgulloso porque sé que te esforzarías por cambiar la imagen de esa casa.

- Me gusta saber que no hay prejuicios en esta familia - le digo, recordando que soy amiga de una serpiente.

- Tú serás un gran ejemplo para el bebé... solo no le enseñes a que se meta en problemas igual que tú y tus amigos - me dice en broma.

- Como dice Harry; "No busco los problemas, ellos me encuentran a mí"

- No tienes idea de cuantas veces escuche decir eso por James.

- Papá... acerca de los partidos que quedan, preferiría que vayas al último, si competimos por la copa, no quiero se quede sola - le digo sacando la última bandeja.

- No te preocupes, los cuidaré y nos mantendremos al tanto con las cartas - dice papá, mientras que, disimuladamente, intenta sacar una galleta y se quema - Siempre me pasa... pero no me perdería el último partido... Ah y envíanos dulces, tu madre tiene antojos de comida del mundo mágico.

- Bien, me apiadare de ti - le digo riendo.

Mamá y Harry, llegan a tiempo cuando estoy guardando la comida en los paquetes hechizados que papá me preparo para conservarlos. La cena pasa entre risa y conversaciones, mi madre nos pregunta si tenemos todo listo para cuando nos retiramos de la mesa y prometemos revisar que antes de irnos a dormir.

- No creo estar olvidando nada - le digo Harry yendo hacia nuestras habitaciones y me detengo, recordando el pedido de Hermione - La carta.

-¿La qué...? - me pregunta Harry desde la puerta, mientras que reviso los cajones de mi escritorio. Encuentro el bulto de carta en el último, al final.

- La carta de Cedric, Herms quería saber que dice y la voy a llevar para leerla con ella - le digo mientras que leo los nombres de los remitentes y me llevo una gran sorpresa - Por Merlín...

-¿Qué pasa? ¿Quién más te ha escrito? - pregunta serio acercándose a ver, pero al encontrar la de Cedric la saco y guardo enseguida el resto.

-Me han escrito chicos de las diferente casas...

- ¿Incluso Slytherin...?

- Tal vez, no he leído bien los nombres de todas maneras - le digo enseguida y guardo la carta en mi bolso de mano - Además, ya ha pasado casi un año de eso y tal vez como Cedric piensen que no me interesen.