Por Siempre -Leorai-

Solo abrázame.

- ¿Estas buscando a tu novia? - Leonardo giro al escuchar la voz de su hermano. - pues no vino. Ni ella ni su amante - soltó como si de veneno se tratara

- ya Rafa - Leonardo apretó sus puños - él no es su amante -

- claro, solo tú no te das cuenta, ya te lo dije, ellos son A-m-a-n-t-e-s - enfatizó Rafael - ve esto - extendió un sobre - Ya estoy harto de "Karai esto" Karai aquello" haber si con esto la bajas del pedestal.

Paso por su lado chocando su hombro.

Leo abrió el sobre eran las fotografías que Rafael le había tomado a Karai donde claramente se ve como le da un frasco. Leo se negaba a creer las suposiciones de su hermano. Era claro que ella ocultaba algo pero no eso. Pero que era ese frasco? ¿Drogas? ¡NO! Claro que no.

Ese día karai había faltado a clases. Leo trato de llamarla pero no contestaba.

Por otro lado Karai estaba en su habitación, no había querido salir de ahí en todo el día. Saki llamo al colegio para avisar de su falta. Creyó haberlo superado pero al parecer se equivocó. Sujeto el collar entre sus dedos juntamente con el anillo de su madre.

Llevo una bandeja con té verde para Karai. Toco la puerta Karai lo dejo pasar. Al sentarse en el borde de la cama, Karai rápidamente se lanzó a sus brazos en busca de un consuelo.

Leonardo seguía tratando de comunicarse con Karai. Había ido a la oficina del director para ver si podía obtener información de ella. Pero simplemente le habían dicho que se reportó enferma. Rafael había aprovechado la falta de Karai. Con ayuda de Molli harían que el regreso de Karai fuera de lo peor.

- ¿Y Karai? - pregunto Miguel Ángel, se había encariñado mucho con ella .

- no vino - respondió Leo

- ¿crees que sean por los rumores? - pregunto Donnie

- ¿Que rumores? - pregunto exaltado

- lo que andan rondando por los pasillos, hay quienes dicen que el sensei y ella son amantes, otros que consume drogas. No sé - Donnie hizo un gesto restándole importancia al asunto

- ¡No es cierto! - exclamaron  Leonardo y Miguel Ángel al mismo tiempo. - Rafael está llegando demasiado lejos - Leo se levantó de su aciento.

Debía hablar con ella o se volvería loco de angustia. Saki la dejo dormida en su habitación salió y entro a su despacho queriendo hacer algo por su hija.

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Leonardo estaba mas que desesperado, para despejar su mente y olvidar de los rumores sobre Karai decidió dejar a sus hermanos en casa y salir. Por el parque. Camino por lo que le había parecido horas, llegó a una de las bancas frente al lago, lanzaba piedras. Hasta que escucho un pequeño sollozo, alzó la vista y a lo lejos visualizo una figura sentada con las rodillas dobladas hacia el pecho hecha un ovillo. Reconocería ese corte de cabello tan extraño en cualquier lugar. Se puso de pie y avanzó hasta ella.

- ¿k-karai? - susurro poniendose a su altura, ella tenía la cabeza metida entre sus brazos doblados.

- karai, ¿Que ocurre? - su voz sono muy dulce, queriendo hacerla sentir bien.

Karai escucho el tono tan dulce con el que le hablaba. Sin pensarlo dos veces se lanzó a sus brazos. Leonardo tardo unos segundos en reaccionar. La estrecho en un fuerte y cálido abrazo.

- solo abrázame - dijo con voz apagada.

No se dieron cuenta en que momento se acomodaron en el banco, Leo estaba sentado y Karai recostada con la cabeza en las piernas de él. Leo acariciaba el cabello de Karai había dejado de llorar, pero sus sollozos aún se escuchaban.