Prólogo:

1.4K 97 99
                                    

30 de marzo,1973.

Alfred podía sentir el calor de verano burlar el armamento de soldado, el casco de hierro y la lanza que brillaba en el sol incandescente. Sus enemigos, se desplegaban frente a él en el campo de batalla como hienas con sonrisas siniestras y ojos profundos.

El polvo se levantaba con facilidad en el campo de juego, y su príncipe lo veía desde la distancia, por la ventana de su torre con una indiferencia tan fría en sus ojos verdosos, que el pobre norteamericano sentía el peso de la derrota aún cuando no había siquiera comenzado.

Apretó la pelota ovalada, marrón y rasposa entre sus manos con una presuntuosa sonrisa que intentaba convencer al equipo contrario la confianza que carecía para ganar. El hermano de Arthur, el más rojo de todos por el impetuoso sol, le devolvió el gesto bañado en una acidez propia de los Kirkland. Observó como se crujía sus dedos, tal vez para dar una muestra de como sonarían sus huesos al romperse en unos minutos.

Paulo, el mejor amigo de Arthur, jugueteaba con el piercing de su labio, sonriendo a sus anchas, sin embargo la mueca no alcanzó a los ojos que se mantenían en él, como dos dagas incrustadas. Ajustó el corto cabello en una coleta que le recordó a los corsarios de Alta Mar y se preparó para el juego. Indo,por otra parte, el único que no parecía afectado por el clima de verano, también desenvolvió una sonrisa y con un gesto se sacó el trapo que llevaba en la cabeza todo el tiempo. Incluso aquella prenda parecía estar hecha de oro. Francis, el vecino y amigo de infancia del británico, era el único de los enemigos, que parecía sonreír de verdad, riendo entre dientes, con el cabello rubio pegado a las mejillas, divertido por verlo en aquel estado.

El héroe tragó en seco, sintiendo que no solo sudaba por el astro de luz en aquel cielo despejado, sino por el insistente miedo que escalaba su espalda. Observó a su hermano del alma, Matthew, también en el bando enemigo, con un gesto de disculpa que no supo si era verdadero o falso por la firmeza que también veía en sus ojos violetas.Por supuesto, no podía faltar Iván, quien ni siquiera tenía que ver con aquello, pero al parecer disfrutaba estar en el bando contrario al suyo.

Era solo un maldito juego de fútbol americano.

Los ojos azules echaron un vistazo al paupérrimo equipo que había logrado conseguir. Los hermanos Vargas, quienes accedieron a cambio de dos boletines de descuento en una tomateria. Kiku, su único amigo de arcade,quien parecía más blanco que un papel y sudando como si ya estuvieran por medio juego. La intención era lo que contaba, con el japonés. Gilbert sonreía murmurando que iban a perder, destensando sus músculos. Le preguntó si quería enlodarse y tumbar a algunos tipos y aceptó a la primera.Y por último, Antonio, quien al igual que Ivan, pareció unirse por el mero hecho de competir contra su hermano mayor.


¿Pero cómo es que terminaron en aquella situación?



Nota de Autora:

Aquí casual empezando un nuevo fic cuando no tengo tiempo ni para respirar :,D

De todas maneras, este será un historia corta, no más de diez capitulo, eso espero. Ahre espero que les guste askfjldksjf 




Soy El Héroe Que No Necesitas (UsUk)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora