XII

75 3 1
                                        

"Así el Amor es más intratable y más tirano para los corazones rebeldes que con aquellos que reconocen su imperio"

Ovidio

Las paredes de la escuela estaban plagadas con carteles y afiches de colores chillones con brillantinas y fotografías de las otras dos candidatas para ser coronadas como la reina del baile. Niall no podía caminar de la vergüenza que sentía.

Si antes tenía la mirada de la mitad de la escuela sobre él sólo porque comenzó a hablar con Casey, ahora parecían tener visión ultravioleta y mirar bajo su ropa. Cada movimiento que hacia era analizado, cada palabra que decía era escuchada, odiaba ser el centro de atención. Lo peor de todo es que ahora nadie fingía hacer algo más interesante, no disimulaban. Como si la candidatura de Casey significara una nueva era. Como si eso le ablandara el corazón y de un día para otra se convirtiera en una chica dulce y amable con el mundo.

Niall no supo que le asqueaba más, la idea de una Casey distinta a la que conocía o la insinuación que le hacían los demás al creer que era novio de ella.

Liam no podía estar más de acuerdo con él.

Después de que Louis le diera la noticia, Casey envió a Liam a ver como estaban las cosas en la escuela. A los chicos también se los pidió, Niall no se hizo de rogar ni por un segundo, estaba encantado que ella confiara en él. Pero Liam podía ver y escuchar cosas que los otros no.

Niall entró a su clase de química, acompañado de Liam. No era divertido ver como el rubio se llevaba la atención que debería estar dirigida a su amiga, pero era su culpa también que hayan suspendido a Casey. Si tan solo se hubiese controlado un minuto más, no habría tocado a Niall para que se desmayara.

—Estúpido Niall, ¿crees que puedes robarme a Casey? No lo harás, ella es mía, es mi amiga desde antes que llegaras, desde hace años… —refunfuñaba Liam en un rincón de la sala.

La clase era una tortura, Liam no podía entender nada de nada. Niall estaba en las mismas, sin Casey para que le explicara que era una reacción ácido-base estaba perdido.

Liam no paró de molestar en toda la hora, botaba los lápices de los demás, le corría la silla para que se cayeran cuando se paraban, borraba las cosas que el profesor escribía. No era tan malo ser invisible.

Cuando se aburrió de atemorizar a la clase, se dijo que era hora de ponerse a investigar. Casey le había dicho que sospechaba que Dylan estaba detrás de todo esto. Lo recordaba: alto, fornido, cabello ondulado y negro, hombros anchos, nariz torcida, ojos azules. El prototipo de chico galán-patán que en una escuela no podía faltar. Se preguntaba que habría hecho Casey para que ese idiota se empeñara en hacerle la vida imposible, sólo sabía que la había tomado desprevenida y que le cortó el cabello a la fuerza. Ahora Casey se encontraba a un kilómetro de la escuela, durmiendo cómodamente en su cama pero con la imagen de Niall en su cabeza. Le desagradaba cuando Casey se ponía a pensar en Niall. Al menos se encontraba lejos y no podría regañarlo por lo que le haría este día a Dylan.

Venganza número uno: Dylan.

—Niall, escuché que Casey está como candidata para ser la reina del baile, ¿por qué? —le preguntó una chica castaña a Niall.

Era Mel, la chica que pensó podría ser amiga de Casey.

Estaba harto de preguntas relacionadas con eso, le exasperaba oír como hablaban sobre ella.

— ¿Y por qué debería saberlo yo? —le dijo Niall. Mel lo miró confundida, pensando si decirle o no la razón.

—…Bueno, porque son novios, obviamente.

I Love You {Casey Whitmore}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora