[+18] ADRINETTE ▪FURTIVE LOVE▪ Collab w/ Moni_armonica

3. IN TROUBLE

Las primeras luces de la mañana se filtraron por entre las cortinas de la habitación, incidiendo directamente sobre el rostro del rubio, haciendo que despertase.

Miró su reloj descubriendo que apenas eran las siete.

- Un día menos para recuperarte, padre.- se dijo para animarse.

« Y un día menos con Marinette. » Le recordó su subconsciente.

Pese a que aquella noche había descansado algo mejor que las anteriores, le costó ponerse en pie para afrontar el nuevo día. No obstante, la idea que se le había ocurrido la noche anterior lo animó un poco.

Después de vestirse y tomar un sencillo desayuno, se dirigió al armario del pasillo.

Buscó entre las cosas que había comprado para Marinette hasta que localizó lo que quería. Un pantalón vaquero, un jersey de cuello alto, unos calcetines gruesos y unas botas de trekking.

Después se detuvo a elegir un conjunto de ropa interior y, pese a que todos los que había comprado eran similares y bastante sencillos, no pudo evitar imaginar cómo quedaría puesto sobre su hermoso cuerpo.

Tomó todas aquellas cosas y las llevó hasta el baño, junto con la toalla. Luego se encaminó hacia la habitación de la muchacha.

Marinette estaba con los ojos cerrados, removiéndose al escuchar el sonido de la puerta abrirse. Ladeándose con una expresión somnolienta mientras se tallaba los párpados.

Poco a poco, fue animándose a despertar, encontrándose con el rostro inescrutable de su captor observándola con apacibilidad. Frente a esa situación, la joven dio un brinco, aferrándose a las sábanas al quedar sentada sobre el lecho.

- ¿Qu-qué haces aquí?- preguntó vergonzosa, examinándose con las mejillas sonrojadas en una pose de alerta.

- Buenos días, Marinette. Perdona si te he asustado, pero ya ha amanecido así que he venido a despertarte.- dijo afable el rubio.- He dejado las cosas listas en el baño para que te des una ducha y te prepares.

El chico hacía un esfuerzo por mantener la calma, viendo a la joven acostada en el mismo lugar donde la noche anterior había estado entre sus brazos.

- Mientras te duchas te prepararé el desayuno para que no se te enfríe el café y luego... bueno, ya lo verás.- sonrió sin poder evitarlo.

La fémina se relamió, aflojando el agarre de la colcha al ver el semblante relajado del varón. Enderezándose paulatinamente ante la curiosa mirada del ojiverde.

- Este...- lo miró por el rabillo del ojo, cruzándose de brazos-. ... ¿No será una partida de ajedrez? Porque de ser así, dudo que haga falta ducharme.

« Bueno, depende qué ajedrez... »

Ella negó internamente al ser traicionada nuevamente por su subconsciente, riendo con nerviosismo al encararlo titubeante.

- L-lo que quise decir, es que... Para estar en la habitación, no necesito alistarme demasiado.- rectificó ella en un tono disperso.

- Vaya, has descubierto mi sorpresa.- dijo con un fingido puchero.- El ajedrez es mi fuerte.- bromeó.

Después, viendo cómo le miraba la muchacha, carraspeó para volver a un tono un poco más serio.

- Te dije que sería algo que te animaría, así que... He pensado que... Podríamos salir un rato. ¿Qué te parece?

Marinette entreabrió los labios un deje sorprendida, desprovista de palabras por tan inesperada noticia.

- Tú... ¿Vas a dejar que salga de este cuarto?- él asintió cauteloso, omitiendo el claro asombro que se apreciaban en las facciones de la chica-. ¿No es broma? ¿De verdad voy a salir de aquí sin que me aplaste un piano de la nada o me caiga de una trampilla secreta con cocodrilos esperando por devorarme?