Durante aquella noche, Marinette apenas había podido descansar. Mucho menos, sabiendo que en menos de 24 horas, su vida y la de Adrien pendían de la cuerda floja, según cómo se desarrollaran los próximos acontecimientos.
Aún sin que el sol asomara por la ventana, la joven abrió los ojos cuando el despertador de la mesita de noche marcaba las cinco de la madrugada. Incorporándose con cuidado de no despertar a su pareja, al apartar las sábanas y colocar los pies en el suelo.
Después, tomó el móvil y fue hacia la sala de estar con pasos sigilosos. Deteniéndose en el sofá, para tomar asiento en éste al abrir una de las luces de la estancia.
Tal vez debería descansar y dejar de pensar tanto, pero en esa situación, no sabía estar tranquila. Encendió la pantalla del teléfono y lo revisó en un estado pensativo.
Había los contactos de sus padres y amigos, además de las diferentes fotografías en familia y en compañía de amistades, que comenzó a curiosear con nostalgia.
« Ojalá pueda verlos pronto. » Pensó para sí con una débil sonrisa.
Una vívida pesadilla despertó a Adrien, haciendo que se incorporase en la cama como si tuviese un resorte, y que sus ojos se abriesen de golpe.
Miró a su alrededor durante unos segundos, como tratando de ubicarse, y llevó una mano a su pecho, notando su corazón latir a un ritmo acelerado.
Pasados los primeros instantes de confusión, se dejó caer nuevamente en el colchón, tentando con la mano el espacio a su lado y descubriendo que Marinette no estaba con él.
Sorprendido se puso en pie, acercándose a la puerta del baño y golpeando.
- ¿Marinette? - llamó curioso.
El silencio al otro lado le confirmó que ella no se encontraba ahí.
Se puso un pantalón de pijama y una camiseta y bajó las escaleras. La Luz proveniente de la sala le hizo dirigir sus pasos hacia allí.
Al llegar vio a la muchacha, con su móvil en la mano y un semblante compungido.
Lentamente se acercó hacia ella, llamándola desde una distancia prudencial.
- Princesa.- murmuró en un tono bajo - ¿Estás bien?
Marinette ladeó el rostro, simulando una sonrisa apacible al ver al rubio aproximarse.
- Hola, Gatito.- saludó con voz suave, fijando nuevamente su mirada en el artilugio que sostenía entre sus manos.- Estaba mirando algunas fotos.- se relamió, luego posando sus luceros en el muchacho, el cual ya se había acomodado en el sitio adyacente al suyo.- Y... Bueno... Supongo que me he puesto un poco nostálgica...- rio en desánimo.
El joven rodeó a la azabache con su brazo y la atrajo hacia su cuerpo, acariciando con suavidad su hombro.
- Se que es difícil para ti y de verdad siento muchísimo haberte puesto en esta situación.- besó su coronilla.- Pero pronto saldremos de esto y podrás ver a tu familia y a tus amigos.- dijo con el mayor convencimiento del que fue capaz. Después señaló el móvil de la muchacha.- ¿Puedo?
Ella examinó el aparato y finalmente se lo entregó al varón con una mueca divertida.
- No esperes encontrar hentai.- bromeó con una sonrisa pilluela, observando la expresión extrañada de su acompañante.- ¿Qué? Solo te aviso que lo más parecido al hentai que puedas llegar a encontrar en la memoria, son los iconos pervertidos de WhatsApp.
- Eres mala, Princesa.- fingió sentirse ofendido.- Y a partir de ahora no volveré a confesarte ninguno más de los oscuros secretos que alberga mi pervertida mente.- restó orgulloso llevando una mano al pecho como si hiciese un juramento.
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[+18] ADRINETTE ▪FURTIVE LOVE▪ Collab w/ Moni_armonica
FanfictionLa suerte puede buscarse o encontrarse; aún y así, no siempre es como uno desea. A veces, algo que se ignora puede convertirse en contra de uno mismo. En una penitencia. Así como un alma pura puede ser corrompida al ser manipulada por los caprichos...