La cabina de besos

Capítulo diez: Rendirse es para débiles

Luke

Al llegar al hospital llamo a gritos a algún médico que esté presente y se la llevan en una camilla. Estoy asustado hasta la mierda, así que después de unos minutos de shock tomo su celular de su bolso y marco a su tío.

─ Hola, enana. ¿Qué tal todo?

─ Señor, soy Luke.

─ Oh, qué bueno oír tu voz, Luke. Pero... ¿Qué haces con el teléfono de mi sobrina, llamándome a mí? ─ Pregunta extrañado.

─ Pues, eh... No sabía a quien más llamar y usted estaba entre las llamadas recientes y...

─ ¿Qué sucede, Hilton? ¡Dímelo ya! ¿Qué sucede con Winter? ─ Pregunta él, alarmado.

─ Ella tuvo un accidente. Estamos en el hospital que está en el centro. ─ Digo y oigo su suspiro estresado. 

─ Voy para allá. ─Musita y cuelga. 

Inmediatamente después llamo a Ashton.

─ Hola pequeñita ¿Como estás? Solo desapareciste al baño y no volviste... ¿Qué estás haciendo, traviesilla? ─ Dice con picardía. 

─ Ashton, soy Luke. Y pues... Me encontré con Winter, y se enojó conmigo por razones que hablaremos luego y... Ella salió a la calle y la chocaron... ─ Murmuro angustiado.

─ ¿¡Cómo!? ¿Qué mierdas estabas haciendo con ella? ¿En dónde están? ─ Vocifera preocupado y furioso.

─ En el hospital del centro. 

─ Enseguida estaré allí. ─ Dice y cuelga. 

Bueno, solo queda esperar...

Media hora más tarde

La mamá, el tío y el padrastro de Winnie llegan unos minutos después, y por detrás vienen Lucas, Ashton y la novia de Ash, que no sé cómo se llama.

─ ¿Dónde está Winter, Luke? ─ Dice su madre con la voz entrecortada y los ojos brillosos. 

─ No estoy seguro, se la llevaron hace un rato. No me dan más información porque no soy su familiar. ─ Murmuro apesadumbrado. 

─ Gracias, Luke. Por asistir a mi hija cuando le ocurrió esto... ─ » Si ella supiera... «

Entonces su familia se va en busca de Winter, por lo que me quedo con Ashton y su chica. 

─ Hilton. ─ Murmura Ashton con frialdad. 

─ Irwin. ─ Respondo yo, más suave.

─ No sé qué mierda te pasa con Winter o qué tienes contra ella, pero que te quede claro, imbécil. Haré hasta lo imposible para que quien se vaya, si ella sale herida de nuevo, seas tú. ─ Brama, molesto.

─ ¿A qué te refieres? ─ Digo confundido.

─ ¿No te has dado cuenta, Hilton? ─ Ríe con ironía. ─ Cada vez que tú la dañas, qué casualidad, ella se va. Primero, cuando la dejaste por Yvanna cuando ella tenía era tan pequeña, y después, cuando la engañaste, hace tan poco tiempo pero al mismo tiempo, tanto. Se fue al mismo lugar, claro. Pero esta vez, ella ya es una mujer, ya puede ir donde se le plazca, y si se llega a ir más lejos por tu culpa, no vivirás para tu próximo cumpleaños. ¡Tú la alejas de mi! Ella es mi mejor amiga desde la infancia, y desde que te conoció, ¡casi no nos vemos! Porque, o estaba contigo, o se iba porque la lastimabas. Ya déjala en paz, Luke. Es una humana, no tu juguete. ─ Dice furioso, pero con la mirada más triste que he visto.