La cabina de besos

Capítulo siete: Volver al sueño americano

Despierto a las cinco de la mañana (muy a mi pesar) con la armoniosa voz de mi madre susurrándome que voy a llegar tarde y mi amado despertador que obviamente no tiene un estridente sonido.

Claro.

 Normalmente, al ser un día triste, debiera verse nublado. Pero no hoy. El cielo está totalmente despejado, sin nube alguna, sólo con el sol al filo de los edificios de Nuno's Inc. 

Anoche he hablado con mi familia y les había dicho todo lo que Calum me ha contado por teléfono. Ellos, muy a su pesar, dijeron que estaba bien pero que esperaban regalos americanos.

 Luego de levantarme me ducho y me visto con una playera gris con inscripción en letras negras, un jean ajustado y unas zapatillas de color negro desgastado. Me aplico algo de labial, me peino un poco y tomo mis maletas, mi mochila y mi bolso de mano. Desayuno un café con leche y unas tostadas. Ya son como las cinco y media cuando miro el reloj. Me he demorado. Hoy no tengo ánimos para nada. Aún no me creo lo que Luke hizo. Yo pensé que él estaba interesado en mi de verdad. Imbécil me dicen.

Ahora que recuerdo, cuando llegue a América, le pediré a mi tía que me hospede en su antiguo departamento, ya que no me apetecía molestarla en la casa de su esposo, la cuál es casualmente al lado del edificio. No deseo importunar en sus primeros días de convivencia, se acaban de casar.

Me llevo mis maletas y subo al auto de Marshall, quien ha estado en un silencio desalentador, igual que mi madre y Lucas.

Llegamos al aeropuerto y ya están aquí los chicos.

─ ¡Hey, Pooh!  ─ Dice Calum, animado como suele ser. ─ ¿Lista para volver?

─ Sí, aunque me gustaría estar así de animada, como tú. ─ Miré hacia abajo y lanzo una risilla irónica. ─ Qué cosas de la vida.

─ Bueno, veamos... Para hacerte olvidar al innombrable, te diré una buena noticia... ─ Dice, misterioso. ─ ¡Me mudaré al edificio de al lado de la casa de tu tía! ─ Sonríe y celebra.

─Eso es genial. ─ Digo genuinamente feliz pero adormilada. ─Disculpa que esté así, es que no pude dormir bien por... Lo obvio. ─ Se me agúan los ojos.

─ Ow, cariño, ven aquí. ─ Dice mamá.

─ ¡Abrazo grupal! ─ Grita Calum y nos abrazamos todos.

Después de realizar el embarque nos quedamos charlando, y cuando se hace la hora nos llaman. Mientras iba hacia el portal junto a Leslie y Kiara oigo que me llaman. Me volteo y me doy con algo que no deseaba ver.

─ ¡Winter! ─ Grita un Luke muy agitado mientras llega a mi. ─ ¡No te vayas, por favor! ─ Dice al alcanzarme.

─ Vete, Luke. Te dejé claro ayer que no quiero saber de ti. ─ Murmuro con desdén.

─ Wins, vamos, no hagas esto, por favor... ─ Ruega él y yo estallo.

─ ¿¡Qué!? ¿Me estás jodiendo? ¿Yo hacerte algo a ti? ─ Le vocifero muy enojada. ─ ¡Eres tú el que me ha mantenido pensando que quería algo de mi más allá de una amistad y luego me ha humillado, habiendo usado de excusa a su madre antes de hacerlo porque no tuvo el maldito coraje para sacarme de mi error! ─ Digo con lagrimas en los ojos.

─ Amigo, creo que ya es suficiente. Ya le has hecho mucho daño, déjala en paz. ─ Dice Mike interponiéndose junto con Calum, Ashton, Kyle y George. 

─ Ustedes no se metan, maldita sea. ─ Inspira profundamente. ─ Winter, lo sé, estuve pésimo, pero, por favor. Estoy dejando a un lado mi orgullo para hacer esta estupidez de pedirte perdón. ─Se queja, rompiéndome en mil. Me mira y se da cuenta. ─ No... Winter. 

Luke

No dormí nada durante la noche, tuve que mandar un Whatsapp a uno por uno de los amigos y familiares de Winter para saber a qué hora se va. Luego de horas de intentar, gracias al cielo, Lucas está en línea. Le pregunto, rogando para mis adentros que me contestara, y gracias a Dios, me dice que partirá a las ocho.

Cuando me fijo, son las siete y veinte. Ya me parecía que Lucas no podía estar despierto a esta hora si no es por algo importante. Me visto con ultra velocidad, le digo a mamá que iría al aeropuerto en la motocicleta de papá a buscar a Winter y parto como alma que lleva el diablo hacia mi destino esperado.

Llego al aeropuerto justo cuando se oye la voz robótica que dice que le toca salir al vuelo con destino a California. Corro y corro hasta el portal del avión donde seguro está ella y la identifico entre la multitud por su escandaloso cabello.

Le suplico, me grita, se interponen sus amigos y yo imploro a Dios que me dé la paciencia que necesito para no bajarles los dientes a todos. 

─ Ustedes no se metan, maldita sea. ─ Respiro intentando calmarme. ─ Winter, lo sé, estuve pésimo, pero, por favor. Estoy dejando a un lado mi orgullo para hacer esta estupidez de pedirte perdón. ─ Me quejo sin medir las consecuencias. Al ver el rostro de ella, supe que había cometido un grave error. ─ No... Winter.

─ ¿Entonces para qué lo haces? ¿Para qué me buscas otra vez, si te hiere el orgullo? Aléjate de mi, Luke. Ya me prometiste una luna, pero en vez de bajármela, me la arrojaste. ─ Dice ella, sollozando. ─ No pidas perdón si no lo sientes, Luke. El propósito de pedir perdón es buscar una nueva oportunidad para enmendar los errores, arrepentirse y esforzarse para no cometer el mismo nunca más. ─ Finaliza con seriedad y se dirige con sus amigos hacia el portal del avión.

─ No, Win... Por favor... ─ Digo, siguiéndola mientras veo que atraviesa el dichoso portal. 

─ No puede pasar sin la documentación y el boleto, señor. ─ Dice el encargado de recibir la documentación. Ella se voltea y me mira, hablándome por última vez: 

─ Luke, creo que es mejor así. Ahora puedes ser feliz, o lo que sea con quien quieras. Y aunque desearía que a mi también me pasara, supongo que me costará un poco más de tiempo. ─ Suspira. ─ Te quiero, pero no me merezco esto de que tu estés besándote con otra y conmigo, eso me provoca un dolor en el pecho horrible, porque realmente no respetas esto. Aunque te entiendo, tú nunca prometiste exclusividad. Supongo que fui una tonta al imaginar que la tendría. ─ Se encoje de hombros y su amigo George viene a abrazarla, por lo cual se van juntos.