Capítulo cinco: Cumpleaños

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Un mes más tarde

Winter

Me despierto y estiro muy feliz. ¡Hoy es mi cumpleaños! Es mi primer cumpleaños en casa después de tres años y mis amigos de América vendrían a celebrar conmigo. Recibo una llamada telefónica de mis tías, la cual es bastante breve, por lo cual aprovecho mi tiempo para asearme y vestirme con un simple vestido veraniego color blanco con una cadenita dorada en la cintura y unas sandalias gladiadoras doradas.

Luke y yo hemos salido un par de veces y nos divertimos bastante, y en una de esas salidas nos cruzamos con Yvanna y Luke me besó en frente de ella. En estos días también planeamos los últimos detalles de la fiesta junto a mamá y hablamos con mis amigos que ya tenían todo listo para venir. 

De repente entra mi mamá con un pastel, acompañada por el tío Marshall y Lucas mientras cantaban la canción de cumpleaños.

─ ¡Feliz cumpleaños! ─ Dicen mi madre y mi tío.

─ Feliz cumpleaños, rata. ─ Murmura Lucas con una sonrisita tímida.

─ Gracias, yo también te quiero Lucas. ─ Digo riéndome.

─ Pide tus deseos, cariño. ─ Pide mamá asomándome el pastel.

─ Mmm... Un perrito, que Luke llegue temprano por una vez en su vida y que Lucas use un traje completamente rosado hoy. ─ Ennumeré y luego soplé, haciendo que rieran. 

Mamá aleja el pastel de mí y me dice: ─ Bien, querida. Te dejamos para que te vistas. ¿Sabes que hora es? ─ Me pregunta, mirándome acusatoriamente. 

─ No, ni idea. ─ Digo, encogiéndome de hombros.

─ Son las cuatro y media de la tarde. ─ Responde mi tío. 

─ En mi defensa, anoche me la pasé hablando con la burguesía, que tuvieron unos problemas con el hotel pero ya los resolvieron. 

Interesante historia esta. "La burguesía" es el nombre que le pusimos a nuestro grupo de amigos. Los mejores de los mejores. 

─ ¿Qué pasó ? ─Pregunta mi madre, preocupada.

─ Hubo una de las reservas que estaba mal registrada. Pusieron el apellido de Kiara con S en vez de Z, y había otra huésped en el hotel con su mismo nombre. ─ Río. ─ Pobre Kiarita, hasta en Europa escriben mal "Pérez"

─ Pobre mi niña... Bueno, cualquier cosa que necesite dile que no hay problema si quiere quedarse aquí. ─ Propone ella.

─ Está bien, lo tendré en cuenta y se lo diré. ─ Le respondo y ellos se retiran- 

Unos segundos más tarde mi celular suena y miro el identificador. Es Luke, por lo cual tomo la llamada. 

─ ¡Feliz cumpleaños, princesa! ─ Grita Luke al otro lado del teléfono.

─ Gracias, Luke.─ Digo yo, alejando el aparato de mi oído. Lo coloco en altavoz.

─ ¿Como amaneció la princesa más hermosa de todo Reino Unido? ─ Piropea, haciéndome sonrojar. 

─ Tarde, recién despierto como sabrás. Y muy hambrienta. 

─ ¿Te gustaría una merienda Hilton? No es por alardear, pero mamá dice que soy un muy buen chef. 

─ Me encantaría. Qué difícil resistirse a tal tentación. ─ Río. 

─ Oh, si. Lo sé muy bien. ─ Dice, arrogante. 

─ No te vayas a olvidar de venir a mi fiesta, rubio. Voy a odiarte. 

─ Ni en un millón de años ni con amnesia, princesa. ─ Responde y río.

La cabina de besos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora