—QUÉ CA-RA-JO —deletrea Katsuki mientras sostiene en alto parte de uno de los trajes que les han dejado en los cambiadores para que elijan—. ¿QUÉ CLASE DE BROMA SE SUPONE QUE ES ESTA?
La prenda en particular no es nada más ni nada menos que unas medias de red.
U-nas-jo-di-das-me-dias-de-red.
—Voy a matar al estúpido de Best Jeanist —gruñe, aludiendo al director de la agencia en la que hacen su internado. Después de reincorporarse al mundo de los héroes, hace poco más de un año, Best Jeanist le ofreció a Bakugou recibirlo nuevamente en su agencia para su último año en la UA. Y el hombre podrá ser sumamente irritante, pero de todas formas Bakugou lo respeta, lo suficiente al menos para haber aceptado.
Posteriormente, Jeanist extendió su invitación también a Izuku, ya que Torino no tenía una agencia como tal en la que pudiera emplearse.
Aún así, es obvio que las discordias entre Bakugou y Hakamata son comunes, siempre incitadas por los desacuerdos del primero.
A veces es un poco divertido ver como el menor hace sus berrinches y el adulto lo manda a la mierda elegantemente, en plan "tú tienes que hacer lo que yo diga y punto".
Pero Izuku admite que, esta vez, él tampoco se siente particularmente contento con lo que se les está pidiendo. No puede evitar preguntarse si no es más que una prueba, o una broma, incluso.
Lo que no puede hacer es creer que de verdad pretendan que salgan a una misión vestidos con ESO.
—¿Qué deberíamos hacer, Kacchan? —consulta Izuku mientras explora con los ojos lo que a todas luces parece ser una pequeña y esponjosa cola de conejo que está adherida a la parte baja de la prenda que sostiene. Mira a su amigo, esperando que éste le diga que mejor se van a pedirle explicaciones a Best Jeanist.
No obstante, Bakugou tiene cara de estar librando una guerra mundial en su cabeza. Probablemente está discutiendo consigo mismo. Sus dientes se frotan unos contra otros de forma iracunda.
—Maldita sea —dice—, conozco a ese bastardo de mierda. Si nos negamos a ponernos lo que nos dice, nos va a torturar o a amenazar hasta que lo hagamos.
"Así me lo hizo con los pantalones", es el pensamiento adicional que Bakugou no llega a pronunciar en voz alta. Entonces suspira.
Izuku no puede creer que realmente esté pasando lo que piensa que está pasando...
¿KACCHAN DE VERDAD VA A ACEPTAR QUE SE PONGAN ESAS COSAS?
El rubio le lanza una mirada poco alegre.
—Así que ayúdame a buscar lo más decente de todo esto para que me lo ponga. Tú te pondrás algo de lo que quede.
Claro que esa no es una oferta que nadie en el universo aceptaría, excepto, por supuesto, Izuku Midoriya.
El más bajo suspira y asiente.
—Está bien, Kacchan.
Y se ponen a buscar.
Es así como Bakugou termina eligiendo una camisa pegada y sin mangas con la espalda abierta y unos calzoncillos de cuero negro que tienen una cola felina cosida a ellos. Los completa con unas medias altas que no dejan demasiado a la vista, lo que al menos hace que odie a la vida un poco menos.
Izuku, por otro lado, termina con el trajecito que tiene cola de conejo, las medias de red y unas orejas a juego... porque, bueno. Si va a hacer SEMEJANTE ridículo, supone que lo tiene que hacer completo.
