Bakugou ladea la cabeza, el ceño fruncido, cuando percibe a Izuku en la biblioteca, muy muy concentrado en algo que mira en su teléfono celular. Tiene también un par de libros abiertos frente a él, pero a esos no les presta atención.
Su expresión de concentración es la segunda expresión suya favorita de Bakugou, a decir verdad.
(La primera es esa que pone a mitad de una pelea que tiene bajo control. La expresión de seguridad, el gesto de ir vislumbrando la victoria, de estar feliz con lo que hace).
(Es una expresión muy similar a la que Bakugou pone en esas situaciones también, aunque vastamente menos salvaje).
(Pero eso Bakugou no lo sabe).
(Bakugou no sabe que Izuku probablemente se la ha copiado a él de forma inconsciente e involuntaria).
Y Bakugou no sabe tampoco por qué tiene una jerarquía de "expresiones de Deku que le gustan", pero la tiene.
Y tal vez sí sabe el porqué, pero, a cualquiera que pregunte, él le dirá que no. Así como también negará siquiera la existencia de dicha lista.
Desde su posición detrás de un librero, se percata de cómo los ojos de Izuku se abren un poco de más, con sorpresa, y sus pupilas no se despegan de la pantalla. La situación intriga a Bakugou de sobremanera y siente una urgencia estúpida por descubrir qué es lo que tiene al ridículo nerd tan concentrado. Así que gruñe un poco para sus adentros y sale finalmente de su escondite, aproximándose hacia donde está el otro joven héroe.
Deku está tan concentrado en su lectura que ni siquiera se percata de su presencia y, decidiendo aprovechar esa inesperada ventaja, Bakugou sonríe como gato que está por pegarle un susto a un ratón y se escabulle por detrás de él para poder ver qué es lo que mira en el teléfono.
Se detiene detrás de la silla y se inclina un poco hacia adelante, teniendo el cuidado de intentar ser tan silencioso y disimulado como sea posible para que el chico no se dé cuenta. Entonces, cuando está seguro de que el plan ha funcionado, enfoca los ojos por fin en el texto del aparato, el cual ve a Izuku ir moviendo lentamente con uno de sus pulgares. La mano desocupada la tiene en la boca, el otro pulgar pasando distraídamente por encima de sus labios.
Katsuki entorna los ojos.
"... el joven detective se estremeció bajo las manos ágiles y perversas de su agresivo compañero. La lengua le iba recorriendo el arco de la oreja como si fuera un chupete y una mano malintencionada se deslizó hasta sus glúteos.
—¿Acaso pensaba que toda mi ayuda y lealtad eran sin esperar nada a cambio, detective? —susurró el hombre rubio en el interior de su oído, acalorándole todavía más la piel con el vapor de sus palabras, si es que aquello era posible.
—Ka... Kacchan... —gimió el más bajo de los dos, sintiendo que había fuegos artificiales ahí donde los dedos ajenos se posaban, ahí donde los labios, lengua y dientes del otro le iban atacando con claras intenciones de devorárselo entero...".
Katsuki frunce profundamente el ceño, sintiendo diversas clases de rarezas en zonas varias del cuerpo.
¿QUÉ MIERDA?
En silencio y sin decir nada, va dando unos pasos para atrás y, cuando logra estar seguro de que nadie lo notará, se desaparece rápidamente de ahí.
———
Durante el resto del día, Katsuki no puede dejar de pensar en esa mierda.