Capítulo once.

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[Ningún punto de vista]

-Te reto a... -su amigo caminó, golpeando ligeramente sus dedos en la lata de cerveza que sostenía en su mano. Él buscó alrededor de la hoguera, tratando de no distraerse por todas las chicas cachondas que le rodeaban. De repente, tuvo una idea, y giró hacia su rubio amigo. Sonriendo, finalmente habló-. Niall, te reto a que vayas a ese túnel. Donde Louis Tomlinson fue visto por última vez antes de que desapareciera del jodido planeta Tierra.
Los ojos de Niall se abrieron ligeramente, luego tomó un trago de su restante líquido alcohólico en su lata.

- ¿Estás hablando en serio sobre eso?

-Sí, estoy hablando en serio, a menos que seas muy niña como para ir para allá -su amigo rio, arrastrando las mitades de sus palabras en su estado de embriaguez.

- ¿Estoy escuchando correctamente? ¿Está Niall Horan, capitán del jodido equipo de fútbol de la escuela, asustándose de una apuesta? -su otro amigo boquiabierto a él mientras todos alrededor de la hoguera reían. Niall arrojó su vacía lata al suelo en cólera. Lentamente se paró y se encogió de hombros.

-Idiotas, ¿van a venir o qué? -espetó, mirando mientras todos sonreían y con el entusiasmo puesto en pie.

-Yo sabía que sí podías, ¡gran chico! -su amigo agitó su rubio cabello y dio a él unas fuertes palmaditas en la espalda.

-Como sea -murmuró, una sensación de intranquilidad empezó a surgir en la boca de su estómago.

Él no era la persona que se retractaba de una apuesta o lucía débil. Estaba haciendo esto para probar un punto de idiotez. Desde que se integró al equipo de fútbol, su popularidad había subido. Nada, incluso un inhumano monstruo en ese terrible túnel, le haría retractarse y correr el riesgo de perder todo lo que le quedaba de su vida aburrida.
Abandonaron la hoguera minutos después, caminando por el sendero que conducía oscuro túnel.

-Apuesto a que Louis se convirtió en un zombie come cerebros -se rió un borracho para sus adentros por sus estúpidos pensamientos.

- ¿Qué diablos? Los zombies ni siquiera existen, idiota -alguien, realmente sobrio, golpeó su cabeza.

Niall podría haber reído, pero permaneció en silencio, pensando sobre las posibles cosas que vivían dentro de ese túnel

. ¿Realmente qué pasó con él? Rumores recorrían la ciudad diciendo que él había sido comida viva. Pero otros indicaban que tenía que ver con los policías desaparecidos. Como del coche que ellos habían llevado consigo. Y el grupo de hombres quienes habían hecho la noticia ayer por la mañana.

- ¿Niall? ¿Vas? -salió de sus oscuros pensamientos, dándose cuenta que el grupo estaba muy por delante de él, parados a unos metros del túnel.

-Huh... -rápidamente se aclaró la garganta y cautelosamente caminó hacia ellos-, sí, claro que iré.

- ¡¿Entonces qué estás esperando?! -todos mirando con excitación.

-A la mierda, ¿sabes? Esta es vieja escuela, hombre. ¿Por qué no rayar el carro del director Huffner? -Niall se giró para encararlos, no listo realmente para caminar al túnel.

Ellos lo miraron, algunos tratando de contener sus risas.

- ¡Vamos, ya hiciste eso a nuestra perra profesora de matemática el año pasado! ¡Solo ve y grita María Sangrienta* y lárgate!

¿María Sangrienta? Pensó. Nunca me retaron a decir eso. Suspiró y trató de calmarse mentalmente mientras se acercaba al túnel y daba pequeños pasos. Sacó su iPhone y prendió la linterna.

Mientras caminaba, se volvió más consciente de su entorno misterioso.

Alumbró con su linterna la pared, notando la palabra pecador que había sido escrita con un oscuro rojo. Rápidamente caminó y paró antes de tomar una profunda respiración. Dilo, y la oscuridad terminará. Abriendo su boca para gritar las dos palabras, no logró conseguir decir ni una, un débil llanto llamó su atención. Cerró su boca mientras los llantos lentamente se hacán más ruidosos por dos terribles minutos.

Se quedó allí, preguntándose si había alguien que se había perdido. Él quería ayudar, realmente quería. Pero la otra parte de él gritaba, escapa y nunca mires atrás. Los llantos de repente se calmaron.

Retrocedió, asustado de quedarse dentro por más tiempo.

- ¡Ayuda!

El grito se volvió más obsesivo, chillando, y cada parte de su cuerpo se encogía mientras cubría sus orejas en agonía. Arrastró sus rodillas, apretando sus ojos cerrados.

- ¡Necesito ayuda!

La voz hacía eco en su cabeza, y no podía soportarlo. Cuando abrió sus ojos, un pálido cuerpo en un azul uniforme de hospital estaba allí, mirándole. El teléfono de repente voló de su mano, rompiéndose contra la pared y cayendo e miles de pedazos. No pudo ver nada. Mientras llevaba su mano hacia sus oídos, podía escuchar diminutos susurros detrás de él.
Lentamente se paró y frotó sus ojos. Sintió el cabello de la parte de atrás de su cuello levantarse, algo susurraba en su oído.

-Tenemos otro pecador.

Arrugó su entrecejo, casi saltando de su propia piel mientras el fuego iluminaba a su lado. Miró la figura humana parada en frente de él. Tenía los ojos negros, una sangrienta cara, y un rasgado uniforme de hospital.

- ¿Qué has hecho? -el humano parecía enojado, sacudió su cabeza viendo al asustado chico. No parecía hablar, demasiado asustado de lo que estaba en frente a solo unas pulgadas de él.

-Q-Quizás es inocente, Harry -Niall reconoció la voz. Era la misma que estaba llorando por ayuda.

-P-Por favor -Niall suplicó, estremeciéndose mientras el hombre de repente se apoderaba de su cuello.

Sus manos empezaron a apretar y de pronto, él no podía luchar por el suficiente aire. Tan pronto como el rubio estaba a punto de desmayarse, el hombre aflojó su agarre y le dio un fuerte empujón. Cayendo en el piso, Niall estaba desesperado por tomar respiraciones.

-Por favor ¿qué? ¿Quieres que perdone tu vida? -el hombre cuestionó, cerniéndose a Niall, de modo amenazador

Niall asintió furiosamente, sintiendo una mano tomar el cuello de su chaqueta universitaria. Él estaba lentamente levantándose y sin preparación, un puño cortado voló hacia su rostro. Su cabeza sacudió hacia la derecha, la sangre arrastrándose de su nariz hasta su labio inferior.

- ¡No volveré! -Niall tartamudeó, asustado de ver a sus ojos de nuevo. De repente voló hacia atrás, cayendo en el frío y duro piso. La invisible luz de arriba empezó a parpadear.

- ¡Tu jodida escuela y toda tu popularidad es mierda! -Harry escupió, el fuego elevándose de todas las maneras hasta el tope, quemando todo.

Niall escupió, lentamente alejándose de la luz estroboscópica y el demente hombre gritándole. Cerró sus ojos y rezó a Dios que esto no estuviera pasando.

-Pecar es malo, niño -lentamente caminó hacia Niall, dándole una fulminante mirada-. ¿Sabes por qué estoy aquí? -susurró el rizado.

Niall negó, instantáneamente, él lentamente sacudió su cabeza.

-Diablos. Estoy pagando por mis pecados, por ser un pecador. Te sugiero que muevas el culo, escapes, que pienses en toda tu jodida vida y no vuelvas jamás.

Niall hizo lo que él le dijo y mientras corría a través de la oscuridad, escuchó más voces desconocidas. Sintió un tirón en su chaqueta. Pensó que era el hombre solo jugando con él. Pero sintió más y más tirones desde la parte frontal de la parte posterior.

- ¡Para! -gritó, lágrimas rodando en sus mejillas.

-C-Carn-ne-una inhumana voz susurró en su oído.

Su cuerpo de repente se sintió entumecido y no podía mantener sus ojos abiertos. Otro intruso, y otra desaparición.

**

*Por si no lo saben, María Sangrienta es un mito de una mujer que aparece en el espejo cuando es nombrada tres veces.

Deranged. (Larry Stylinson.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora