capítulo nueve.

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Punto de vista Louis.

Lo miré, mis ojos se abrieron. Él se alejó y continuó arrastrándome ene el edificio completamente vacío que se encontraba en llamas. Grité cuando un carro pasó a quemarse inmediatamente.

Me quedé al lado de Harry, con miedo de incendiarme. Una vez llegamos a la escalera de caracol, él tomó su tiempo, asegurándose que no se iba a caer; yo estaba en la parte de abajo por ahora.

— Tomate tu tiempo, Louis— Rió entre dientes justo cuando estábamos abajo.

— Lo siento— Murmuré mientras él continuaba arrastrándome a las puertas.

— No te molestes por mirar atrás.

Traté de no hacerlo, realmente lo hice. Pero, quería ver el daño que él había hecho. Casualmente miré sobre mi hombro, conseguí el pico del edificio comenzando a colapsar. Lentamente jadeé y rápidamente miré hacia otro lado.

— Te advertí que no miraras atrás.

Miré a la acera, asustado realmente de ver a un lado de su cabeza. Se estaba poniendo un poco oscuro, y podía oír las sirenas muy por detrás mientras nosotros caminábamos descalzos. El dolor en mi espalda seguía palpitante y parecía ir a ningún sitio. Pero, la única cosa que podía imaginar era el fuego quemando a varios enfermeros en el cuarto de Harry. Sin ni siquiera darme cuenta lo que estaba haciendo, elevé mi mano y me abofeteé en la cara, tratando de conseguir el sentido común en mí.

La cabeza de Harry instantáneamente se giró hacia mi dirección con gesto de curiosidad.

—  ¿Te acabas de abofetear tú mismo?— Cuestionó con su lindo acento.

— Uh, n-no— Balbuceé, preguntándome por qué decidí abofetearme cuando en realidad, no ayudaría en nada.

— Estás mintiendo— Declaró, soltando mi muñeca para rascar su cabeza con ambas manos—. Maldita sea, mi cabello— Murmuró.

— ¿Qué tiene?

— Mierda, pica como el infierno.

Miré sus manos, cuestionándome porqué en el mundo él estaba rascando furiosamente su cuero cabelludo. Noté algo rojo en sus dedos e inmediatamente le advertí sobre éste.

— Uh... Harry— Hablé—, creo que tu cuero cabelludo está sangrando— Él suspiró y alejó sus manos, limpiando sus sangrientos dedos en el aburrido azul de su uniforme de paciente.

—  Me pasa todo el tiempo— Dijo sacudiendo su cabeza y burlándose. Me quedé quieto, reconociendo el conocido camino.

— ¿Realmente tenemos que volver?— Susurré, mi voz rompiéndose ligeramente.

— No tenemos opción— Me dijo duramente.

— ¿Podríamos encontrar otro lugar vacío? Ya sabes... Lo que sea menos el túnel— Sugerí rápidamente.

— ¡No tenemos otra opción, maldita sea!— Gritó. Arrugué mi entrecejo, las lágrimas nublando mi visión.

— ¿Entonces, ¿quién hace las opciones?— Susurré.

— ¿Realmente quieres preguntarme eso?

— N-No. Solo olvídalo— Respondí, limpiando mis lágrimas. Y en mi vista, de lejos, pude ver el oscuro túnel—. No puedo— Susurré, deteniéndome en seco.

— Vamos— Susurró, tomando mi muñeca mientras me arrastraba hacia el túnel. Cuando estábamos cerca, di unas tranquilas respiraciones esperando calmarme. Él dio los primeros pasos adentro, mirando hacia mí. Vacilante di unos pasos y siguiéndolo a través de la ya conocida oscuridad. Este túnel me daba más escalofríos comparado con el edificio que Harry había drásticamente quemado.

— ¿Qué es eso?— Susurré tan pronto como escuché un ruido venir de mi derecha.

— ¿Estás bien?— Pregunté, dando unos pasos más cerca de él.

— Pueden oler mi sangre— Respondió como si fuera doloroso para él decirlo—, la cortada en mi pecho se abrió.

— T-Tú vas a desangrarte hasta morir. Quizás necesitamos ayuda— Respondí rápidamente.

— No voy a desangrarme hasta morir. No puedo— Me dijo.

— Pero, estás perdiendo sangre— Declaré lo obvio. Me sentí como si estuviera hablando con nada más que la oscuridad en este punto.

— Es complicado de explicar, ¿bien?

— Ya— Suspiré. Una vez, todo se quedó en silencio y de repente Harry paró de caminar—. ¿Por qué paramos?

— Asumo que no quieres ir más adentro. ¿Estoy equivocado?— Cuestionó.

— ¡No, no! No vayamos más adentro... Por favor— Supliqué rápidamente. Él solo rió entre dientes y se quedó donde estaba—. ¿Estamos en espera de la muerte de nuevo?

— ¡Mira, ahora estás consiguiéndolo!— Exclamó fuertemente. Traté de callarlo—. ¿Qué? ¿Te asusta que va a venir por ti?

— Sí, un poco— Murmuré. La ansiedad empezó a desarrollarse y no ayudó cuando Harry soltó mi muñeca—. ¿Harry?— Cuando no obtuve respuesta empecé a realmente asustarme. Agité mi mano frente a él, tratando de ver si él estaba aún allí. No sentí nada más que un aire frío

— Harry, esto no es divertido— Me alejé hasta que me golpeé con lo que sentí como una pared—. Estás realmente mal, ¡sabes eso!— Grité, sin importar mantenerme quieto. Una pequeña ráfaga de aire golpeó mi cara, y por eso solo me alentó a continuar—. No te entiendo del todo. Eres misterioso y demoníaco, ¡me asusta la muerte!— Pude escuchar a alguien respirando en mi oído, sabía que era él.

— ¿Te asusté?— Gruñó todavía en mi oído.
Me estremecí y asentí.

— Sí.

— ¿Cómo es eso?

No quería responder, temo que le daría más satisfacción.

— Me gusta cuando asusto gente— Rió entre dientes—. Puedo sentir sus miedos. Y cuando siento sus miedos, quiero matarlos. Hazme un favor y no vayas por ese camino. ¿Puedes hacer eso por mí, cielo?

Deranged. (Larry Stylinson.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora