CAPITULO XI

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Estaba perplejo, no podía creer la escena que estaba presenciando en este momento. Un fuerte dolor se hizo presente en mi pecho como si me clavaran un cuchillo justo al corazón.

Esto no puede estar pasando.

—T-Tú —señalé —¿Co-cómo pudiste?

Sentí como todo mi mundo se desvanecía en un instante y de nuevo vuelvo a caer en ese precipicio... ese mismo precipicio en el que caí cuando era tan solo un niño.

Caí de rodillas mientras lagrimas brotaban de mis ojos.

—No llores, sabías que esto tenía que pasar —Una voz gruesa resonó e hizo eco, como si sus palabras fueran cuchillas que se clavaran cada vez más profundo.

—¿Por qué? —susurré mientras levantaba mi mirada —¿¡POR QUÉ!?

—Porque estaba en mi camino.

Rhaast soltó el cuerpo sin vida del maestro Zed y se dirigía a paso lento hacía mí.

—Ahora estaremos tu y yo juntos para siempre —Dijo esto mientras se reía desquiciadamente.

Mis lágrimas aumentaron al ver el cuerpo inerte del maestro Zed a unos metros de mí.

—¡¡MAESTRO ZED!!

Vi por unos segundos como el maestro Zed con sus pocas fuerzas susurraba mi nombre

Kayn.

Kayn.

Kayn....

Me levanté agitado, estaba sudando y mi corazón latía a mil por segundo.

Miré a mi alrededor y después de algunos segundos me di cuenta que estaba en mi cuarto, al parecer todo fue una pesadilla.

Suspiré pesado

—Kayn —La voz de Rhaast hizo que pegara un pequeño grito.

—¿Qué mierda? —Dije mirándole en la oscuridad, realmente solo se veían sus ojos que brillaban de un fuerte color rojo.

—¿Tuviste alguna pesadilla? Estuviste removiéndote y empezaste a sudar mucho —La mano de Rhaast tocó mi mejilla y por reflejo la aparté con un manotazo.

—No me toques.

Ahora recuerdo, estuvimos mucho tiempo jugando con Gnar, al parecer me quedé dormido cuando le hacía mimos a Gnar y Rhaast me trajo hasta la orden.

Hasta la orden...

¡El maestro Zed!

Me bajé de la cama dispuesto a asegurarme que todo estaba en orden.

—¿A dónde crees que vas? — la mano de Rhaast me detuvo.

—No te importa imbécil, lárgate — lo miré con enojo, ni siquiera sabía porque estaba enojado.

—Kayn ¿Qué pasa? —La voz de Rhaast sonaba preocupada.

—Tú, eso es lo que pasa —me giré para verlo directo a los ojos, confieso que Rhaast causa un poco de miedo en mi pero el miedo es algo que no muestro con tanta sencillez.

—¿Qué pasa conmigo?

—¿Cómo entraste a la orden sin que notaran tu presencia? O es que acaso...

—No, si te preguntas por eso no los maté —Rhaast soltó mi mano —Soy un Darkin después de todo, no me subestimes. Fue fácil entrar sin ser descubierto.

Mantenía mi mirada firme sobre Rhaast esperando que me contara con más detalles lo que pasó mientras dormía.

—Te quedaste dormido abrazando esa porquería naranja y bueno, no podía dejarte ahí —Rhaast volteo su mirada — Al principio no quería traerte aquí, pero un pensamiento cambió mi parecer.

Alcé una ceja y me crucé de brazos.

—Bueno, antes de contarte necesito saber sobre que fue tu pesadilla.

—¿Eso tiene alguna importancia?

—Mucha.

Chasqueé mi lengua y tomé una gran bocanada de aire.

—Soñé que matabas al maestro Zed.

—Lo sabía...

—Si lo sabías para que mierdas preguntas —me estaba enojando por la actitud tan calmada de Rhaast.

—Escucha Kayn, lo he estado pensando muy seriamente y he decidido no matar a Zed.

—¡Ja! ¿Y quieres que te crea? Eres un Darkin, un ser despiadado, lo más seguro es que muy pronto muestres tu verdadera naturaleza.

Rhaast me miraba sin expresión alguna.

—¿Qué tengo que hacer para que confíes en mí? —La voz de Rhaast sonaba apagada — Ya te dije que te amo, y no haré derramar más lágrimas de tus hermosos ojos.

La mano de Rhaast se posó en mi cachete, esta vez no hice nada para evitar el contacto.

—No es tan fácil sabes, mi pasado me obligó a desconfiar de las personas —suspiré —en este caso un demonio.

—Entiendo.

Rhaast quitó su mano y miró por la ventana.

—Perdón, debes estar confundido igual que yo cuando me di cuenta de mis sentimientos tan inusuales, no es tu culpa, así que te daré tu espacio.

Rhaast se dirigió con paso lento hacia la ventana dispuesto a saltar de esta.

—¿A dónde vas? —pregunté por curiosidad.

—Tengo algo que hacer.

Rhaast me miró por unos segundos para luego saltar por la ventana. Todo esto me tenía muy confundido ¿de verdad me ama? O ¿simplemente quiere divertirse con mis sentimientos?

Salí de mi habitación para dirigirme a la del maestro Zed. Al acercarme a la gran puerta se escuchó la voz de una mujer.

—El tendrá que saberlo algún día.

—Lo sé, pero realmente no sé cómo lo tome —Ahora era la voz del maestro Zed.

¿Saber qué?

¿Se referían a mí?

¿Acaso el maestro Zed me ocultaba algo?

Esa última pregunta hizo que se instalara un sentimiento de tristeza en mí, pensé que entre el maestro y yo no había secretos.

Me giré dispuesto a ir a mi habitación, quería solo dormir.

Mañana será otro día.








Un día lleno de sorpresas.

🌹🌹🌹🌹🌹🌹🌹🌹

Solo quiero decir que... se nos viene el lemon jajaja.

Pregunta (para interactuar un poquito con ustedes)

¿Cuál es su campeón favorito y por qué?

El mio es Rakan, me encanta su personalidad, es tan energético y divertido~

Gracias por leer, l@s quiero <3

Only you™ [Rhaast x Kayn]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora