Only you™ [Rhaast x Kayn]

CAPITULO V

  Kayn~ [POV]  

Los días desde que nos encontramos con el hermano de Rhaast han pasado muy rápido para mi gusto, desde ese día Rhaast me empezó a contar sobre su pasado y siento que cada vez hay menos secretos entre los dos.

Como un arma milenaria se el poder que este posee y se el tipo de desastre que puede llegar a ocasionar si vuelve a ser liberado completamente, y bueno no puedo mentir si digo que de alguna manera me gustaría ver cómo sería Rhaast en su verdadera forma. Llevo tiempo imaginándomelo, más tiempo de lo que me gustaría, pero es un pensamiento que ronda mi cabeza día y noche.

—Rhaast, ¿cómo es tu verdadera forma? —estaba acostado en la cama con mis brazos detrás de la cabeza, miraba el techo con un semblante pensativo. Rhaast se encontraba a un costado de la cama.

—Te he sentido muy pensativo estos últimos días, ¿puede ser eso lo que te tiene así?

—No, es otra cosa, pero eso también hacen parte de mis dudas.

—No necesitas que te lo describa, puedes verlo si quieres.

Me volteé con rapidez y miré a Rhaast sorprendido, ¿acaso se puede transformar ahora mismo?

—No es lo que tú crees, lo que quiero decir es que podemos matar un aspecto y así podrías ver mi verdadera forma.

Bufé con aburrimiento y volví a mi posición original.

—No lo haré, sé que si llegas a convertirte me matarás, después de todo eres un demonio.

Hubo un silencio por un momento hasta que Rhaast decidió romperlo.

—No tienes nada que temer, no te haré daño.

Saqué una pequeña risa cargada de ironía.

—Como si ahora me quisieras.

El silenció volvió a estar presente en la habitación y una sensación extraña recorrió mi cuerpo. ¿Acaso realmente Rhaast se habrá encariñado conmigo?

No, imposible, no tiene corazón.

—No es como si te quisiera, es solo que quiero mostrarte muchas cosas y borrar la inocencia que hay aun en ti ¿recuerdas?

—Creo que ya he visto lo suficiente.

Solté un suspiro de cansancio y me di la vuelta dándole la espalda a Rhaast.

—Oye Rhaast

—¿Qué?

—Promete que, si tú llegases a poseer mi cuerpo... —estaba de espalda a él, pero aun así podía sentir su mirada —matarás a todos los Noxianos.

—¿Te estás rindiendo tan fácil? Ese no es el Kayn que conozco.

—No me estoy dando por vencido, es solo que... —hice una pausa para acomodar bien mis palabras — es solo que, aunque lo veas extraño, yo...

—¿Tú?

—Yo te considero un amigo.

Cerré mis ojos por reflejo y esperé algún comentario por parte de Rhaast.

Aunque este nunca llegó.

Se suponía que el maestro Zed llegaría esta noche, pero realmente no me apetecía estar en el templo hoy, así que salí, esta vez con rumbo fijo. Quería relajarme, mis pensamientos últimamente me estaban volviendo loco, no sé desde que momento empecé a considerar a Rhaast como un amigo, siendo este un demonio que al tener la oportunidad me matará sin pensarlo dos veces.