Only you™ [Rhaast x Kayn]

CAPITULO XIII

Kayn~ [POV]  

¡CUATRO!

Estas fueron las últimas palabras que escuché, ya no había gritos desgarradores, por un momento juré escuchar la risa de Jhin pero muy a fondo, cada vez se escuchaba más lejos hasta desaparecer en un escalofriante silencio.

Con mi último suspiro, después de mirar a la nada por un largo tiempo, me fijé que había u gran charco de sangre a mi alrededor.

Y entonces comprendí... había muerto.

Mis ojos se cerraban lentamente.

Tenía miedo.

Miedo a abrir los ojos y ver solo la oscuridad, no volver a ver al maestro Zed, no volver a escuchar las sabia palabras de Shen, no poder vengarme de Noxus...

No volver a ver a Rhaast.

Rhaast gracias por cumplir tu promesa de asesinar a los Noxianos. Y perdón por no aclararte mis sentimientos realmente quisiera vivir unos minutos más para decirte que yo también te amo.

Ahora mi vida desaparece lentamente.

¿Me recordarás? Espero que sí.

Adiós

Tomé una gran bocanada de aire y me levanté con rapidez.

—¡Wow! —una expresión de sorpresa se escuchó a mi derecha —¿Por qué te levantas así tan de repente? Me asustaste.

—Por fin despiertas princesa durmiente —la voz de Varus se escuchó.

—Siento que esta escena ya la he vivido antes —ahora la inconfundible voz de Aatrox se hizo presente —¿Cómo se decía cuando sentías eso?

—Déjà vu — la voz de varus sonaba tan cerca que juraba estaba al lado mío.

Y efectivamente al salir de mi trance la primera figura que vi fue la de Varus al frente mío.

—¿Qué pasó? —mi cara estaba empapada en sudor.

No creo que fuera una pesadilla, todo fue tan real.

—Te moriste.

La respuesta de Aatrox me hizo tragar fuerte, afirmándome que lo anterior no había sido un mal sueño.

—Pero estoy vivo mi comentario sonó estúpido, pero necesitaba respuestas.

Entonces caí en cuenta

—¡Rhaast! — me gire rápidamente, grave error mi pecho dolió como los mil demonios —¡Auch!

Fijé mi vista en el lugar donde procedía el dolor y vi una venda mal envuelta alrededor de mi pecho cubierto de un tono rojizo que, supongo es mi sangre.

—¡Varus idiota! Venda bien sus heridas— esa voz...

Una sonrisa se dibujó en mi rostro.

—¡Rhaast! — dije con alegría, quería abrazarlo, pero el dolor era insoportable, y al intentarlo solo caían gemidos dolorosos.

—¿Me viste cara de puta enfermera o qué? —Varus lo miro fulminándolo con la mirada.

—Eres entre los tres el que tiene las manos más pequeñas— Rhaast soltó un suspiro — no te muevas mucho Kayn, tu herida aún está sanando.

—Parecemos sus malditas niñeras— Dijo Aatrox con fastidio en su voz.

—¿Parecemos? ¡Pero si tú no haces nada! — Varus decía mientras me retiraba la venda sucia.