CAPITULO XVIII

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Kayn~ [POV]


Las cosas fueron mejorando... supongo.

El maestro, aunque aún no logre aceptar a Rhaast al 100% creo que está haciendo un gran esfuerzo por adaptarse a mi relación con él.

Desde ese día en el que el maestro Zed se enteró de todo pensé que las cosas iban a salirse de control.

Aunque suene ilógico siento que el maestro Zed sabía de mi relación con Rhaast desde antes.

—Bien, fue un buen entrenamiento, se nota que eres bueno con cualquier tipo de arma mocoso — dijo Yasuo bebiendo algo de agua.

Desde que Rhaast dejó de ser mi arma tuve que buscar una que se completara con mi forma de pelear, Yasuo me está enseñando algunas técnicas con la espada y no puedo negar que es un buen espadachín.

Estaba sudado, habíamos pasado un par de horas sin descanso entrenando, lo único que quería ahora era ducharme y comer algo.

Como si fuera obra del destino Rhaast llega con una caja envuelta en una tela azul, al momento supe que se trataba de comida, pero...

—¡Rhaast! Ya hablamos de esto — suspiré mientras mi seño se fruncia — no hay necesidad de que busques comida por mí. Además, deja de matar a los Jonianos o me meterás en un gran problema, ya te lo he dicho miles de veces.

—Yo no maté a nadie — dijo con un tono indignado, aunque era más que obvio que lo había hecho.

—¿Y por qué la caja tiene sangre?

—Porque pensé que le daría un toque maravilloso al decorado de la caja y ya no cuestiones más.

Tratar de parar la sed de sangre de Rhaast era imposible, eso lo comprendía. Sin embargo, intentaba hacerle entender que no matara familias de procedencia Joninia, le dije muchas veces que podía asesinar Noxianos, Demacianos, Piltovianos. Pero, aunque lo hacía, de camino a la orden mataba toda persona que se le cruzaba en el camino y eso era un asunto que se me salía de las manos.

Quizás haya alguna manera...

De repente unas nubes grises poco a poco cubren el cielo.

—Parece que va a llover — las nubes daban paso a una pequeña oscuridad al tapar al sol.

—No es lluvia — de repente el semblante de Rhaast cambió a ser una muy seria mientras miraba el cielo.

Una gran ventisca se hizo presente en todo el lugar, los arboles parecían como si fuesen a ser arrancadas de sus raíces y ser arrastrados miles de kilómetros.

¿Algo malo está pasando? El cambio de ambiente fue muy drástico y en cualquier momento pareciera que fueran a caer rayos del cielo.

—Creo que se acerca una visita indeseada — dijo Rhaast a lo que una voz contestó afirmativamente.

¿En qué momento llegó Aatrox? De verdad estos demonios son más sigilosos que los propios ninjas.

En medio de las grandes nubes grises se abrió un portal y todos los que ahí nos encontrábamos estábamos expectantes por saber que saldría por ahí.

—¡Ya muéstrate bromista! — gritó Aatrox.

Una sonora risa de una ¿niña? Resonó por todo el lugar.

Una niña de cabello largo y colorido salió del portal riéndose a carcajadas.

—¡Hola! —dijo alegremente mientras se acerca a nosotros.

Only you™ [Rhaast x Kayn]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora