In a Heartbeat (One Shots).

Los mejores amigos.

Miércoles.
Nada mejor que pasarla con tus mejores amigos luego de una clases difícil~.
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Pov. Narradora.

-¡ya te lo advertí deja de joder!-.

El moreno de ojos azules le tiro una almohada luego de haberle gritado aquello al rubio (quien la esquivó con elegancia), el de ojos verdes sabia que insistir era contraproducente, pero estaba harto de escuchar siempre lo mismo.

No me gusta Sherwin, somos buenos amigos.
No soy gay~.

-(mis grandes polainas)-.
Pensó el rubio.

-sereno moreno, no dije nada que no sea cierto, a ti te gusta el rollito de canela con pecas y... ¡Llevas rato babeando por él!,¡deje de negar lo que es cierto!-.

Jonathan le sentencio con la mirada, si seguía no habría tregua.

El moreno de ojos marrones no quería entrometerse entre ellos, pero aun así le hizo señas con la mano para que dejara en paz al de ojos azules, quien ya había lanzado otra almohada a su cabeza desde su lugar en la cama, estaba listo para tirar el libro en sus manos si era necesario.

Pero es sabido que Thomas es un problemático al que le vale pepino lo que le digan.

Si quiere que Jonathan lo admita, púes... ¡Lo lograra a como de lugar!.

Thomas lo miro con desdén sobando su cabeza luego del almohadazo, desorganizando su cabello rubio y echando la mullida almohada azul a un lado... Se fue a molestar de nuevo a su mejor amigo.

Para eso son los mejores amigos.

La sonrisa que le dio al latino fue una que decía.
Te ganare porque tengo razón y lo sabes~.

Se cuido de cualquier almohada (o libro) y se tiro al colchón haciéndolo rechinar, esto desconcentro al de piel morena y gustos por la manzanas, el mismo arrugo el espacio entre sus cejas y volvió a su lectura fastidiado por esa sonrisa.

- bueno esta bien.... yo solo digo que... Bueno... Sherwin es lindo-.

Ahí es cuando el moreno casi lo estrangula con su mirada profunda y fría, se echo atrás por miedo a perder sus dientes, pero... Era la única forma, si Jonathan no lo admitía por las buenas, entonces lo haría por los malas.

Lo que hace por sus amigos.
Aveces no podía creer lo bueno que era.

Con una sonrisa maliciosa y un aura de gato diabólico miro al otro moreno en la habitación quien jugaba un videojuego, Felipe se quedo con la boca abierta con su confesión anterior, esa mirada marrón advirtiéndole al rubio que debía callarse.

Quien sabe lo que podría pasar si Jonathan se la creía.

Pero ya estaba decidido.

Retador miro al chico latino a quien se le paso la molestia y no viéndole caso a seguir discutiendo e irritado volvió a su lectura.
Esto no les gusto a Thomas.

Solo para asegurarse de que seria escuchado y observado se coló a un lado del ocupado muchacho y encendió su teléfono, enviando un mensaje, cerciorándose de ser muy visual.