Turs bebía una copa de vino acompañado de su hermano. Esa noche ellos
dormirían en el sofá cama que había en el salón.
—¿Piensas de verdad desvincularte de Lena?
Turs resopló.
—Kher, eres mi hermano, pero de verdad que eres un incordio.
—Venga, Turs, amas a esa mujer. ¿A qué viene todo esto?
—A que ella, y entérate bien para que no tenga que volver a explicártelo, no
quiere amarme. Se niega y es algo demasiado fuerte, lo tiene tan arraigado que es
imposible hacerla cambiar de opinión.
—Pero tú sabes que ella te ama, ¿no? El vínculo te permite saber esas cosas.
No termino de entender dónde está el problema.
—El problema Kher, es que Lena se niega a sí misma lo que siente, ni siquiera
es capaz de decírmelo aunque ambos sabemos que es así.
—Lo que te molesta es que tenga las mismas reservas que tú tienes.
—No sé a qué te refieres —dijo Turs exasperado.
—¿A no? Pues yo creo que sí lo sabes muy bien, ¿o se te ha olvidado lo de
Shela y tú? Eras demasiado joven y eso te hizo no volver a confiar en ninguna
mujer, pero Turs, Lena no se parece en nada a esa arpía. Tienes que ser sincero
con ella, decirle lo que sientes.
—¿Y qué le costará a ella decírmelo a mí?
—¿Sabes, hermano? —dijo Kher llenando su copa de vino de nuevo—. Eres
un idiota. Esa mujer te ama como tú la amas a ella. Deberías sentirte orgulloso,
es una mujer increíble. Ella sola se ha cargado a Lug, la han molido a palos ahí
fuera y tú, en puesto de cuidarla, la ignoras por orgullo.
—Tampoco quiero ser como tú, que en cuanto Cris grita metes el rabo entre
las piernas.
Kher soltó una carcajada.
—Sí, tienes razón, porque he aprendido dos nuevas palabras: frustración sexual,
y sabes que no me agrada nada padecer ese mal. Además, Cris es humana,
ella ha sido educada de un modo diferente, no puedo exigirle que sea de otra
manera. Te voy a contar una cosa, pero no quiero que salga de aquí, ¿eh?; en el
fondo me encanta que sea tan independiente y que sea capaz de tener sus propias
ideas. Creo que en su mundo nos llaman machistas, e igual tendríamos que
extender el término en el nuestro. No puedes exigir a una mujer como Lena que
sea como las mujeres de nuestra especie.
—Lo único que está claro aquí es que si ella me amara, abriría su alma y
me permitiría ver todo lo que siente, cosa que no ha hecho. Se niega a hacerlo
y siendo así, no debe de amarme lo suficiente. Ya está decidido, en cuanto lleguemos
a casa nuestro vínculo se romperá.
Kher soltó otra carcajada y Turs lo miró mosqueado.
—Bueno hermano, me parece que no estás muy bien informado, porque eso
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Némesis
Любовные романыUn bosque, un misterio, dos mundos... La vida de Lena no ha sido fácil. La muerte de su madre cuando era pequeña y la posterior desaparición de su padre, han hecho de ella una chica distante y desconfiada, pero nada le impide seguir teniendo esperan...