1. Llegando a una galaxia muy muy lejana

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Toda esta historia comienza conmigo un joven estudiante universitario fanático de Star Wars que siempre soñó con entrar a la franquicia, vivir y disfrutar de las aventuras de mis personajes favoritos, en especial el General Grievous puesto que me gustaba mucho su diseño y su forma de ser, no obstante pese a lo mucho que me gustaba la franquicia no había leído todas las novelas ni los cómics, gran parte de la información que tenía era gracias a los Youtubers que hablaban del tema, por otro lado tampoco jugaba los juegos de Star Wars, simplemente me conformaba con ver las películas y las series.

Hasta ese entonces vivía el día a día como cualquier joven, iba a clases, estudiaba, de vez en cuando salía con mi familia, hacía los mandados de mi madre entre otras cosas, pero un día sucedió algo extraño, un suceso que cambiaría mi vida para siempre. Ese día regresaba de mi universidad, era bastante tarde y hacía frío ya que era invierno y mis clases se habían alargado más de la cuenta, iba caminando hacia el paradero para tomar el autobús, pero lamentablemente estaba copado de gente, la fila para abordar el autobús era muy larga y yo quería viajar sentado o en lo posible con poca gente, pero el bus tampoco tenía muy buena frecuencia por lo que si me quedaba a esperar la fila se haría más larga terminaríamos todos apretados o en su defecto tendríamos que esperar el siguiente bus lo que significaba otra larga espera, entonces pensé la situación detenidamente y finalmente decidí bajar a la estación del metro a pie, eso significaba 40 minutos de caminata, pero eso no era nada para mí puesto que ya había cubierto ese trayecto a pie varias veces y me conocía el camino de memoria, así que me salí de la fila y me puse a caminar cerro abajo hacia la plaza en la que se encontraba la estación de metro para después ir a mi casa, durante el trayecto comencé a pensar en Star Wars y sobre cómo sería vivir esas aventuras en carne propia , sobre todo lo que hubiese hecho si fuera el General Grievous y las decisiones que hubiese tomado para ganar la Guerra de los Clones pero por parte de los Separatistas y como deshacerme de Sidious poco después y evitar el surgimiento del Imperio Galáctico, fue así que fui pensando en estrategias sobre como Grievous sería capaz de vencer a Darth Sidious lo cual de buenas a primera parecía imposible, pero con la estrategia adecuada podría conseguirlo y también pensaba respecto a qué hacer con el ejercito droide para ganar la Guerra de los Clones, en ese momento estaba tan inmerso en mis pensamientos que no me di cuenta que el tiempo estaba empeorando hasta que unas pequeñas gotas de lluvia cayeron en mi rostro, entonces me di cuenta de que sería solo cuestión de tiempo para que se pusiera a llover con fuerza, por fortuna llevaba mi paraguas, pero por qué tentar a la suerte ¿no? En lugar de ir con mi paraguas en medio de la lluvia era mejor irse en el bus seco y calentito, además llevaba 20 minutos caminando y a mitad de camino de seguro en ese tiempo los buses se habían llevado a la mayoría de la gente y a lo mejor venían más vacíos por lo que yo ni corto ni perezoso doblé por un parque para llegar a la calle por donde pasaba el recorrido del bus que me dejaba en la estación del metro, una vez en el parque el tiempo empeoró, comenzó a soplar un viento muy frío mientras se escuchaban los truenos y destellaban algunos relámpagos a lo lejos, así que decidí acelerar la marcha y llegar al paradero más cercano antes de que la llovizna se convirtiera en un aguacero de los mil demonios, caminé por 5 minutos dentro del parque cuando de pronto un rayo cayó a 20 metros de mi espantándome con el fuerte estruendo con me dejó con un leve pitido en el oído además del susto por lo repentino del impacto, pero luego me di cuenta de algo extraño, en el punto donde cayó el rayo se veía un destello azul brillante, eso no era normal ya que los rayos por donde caen generalmente dejan un hoyo o una mancha de pasto o suelo quemado, entonces me acerqué al lugar para ver de qué se trataba, al mirar con más detenimiento me di cuenta que el destello azul era un hoyo, como si fuera un portal, de inmediato saqué mi celular para mandarle una foto por WhatsApp a mi amigo con el que siempre hablaba, pero al sacar la foto me di cuenta que no se veía bien, aparentemente el destello emitía algún pulso electromagnético que hacía interferencia entonces me alejé un poco hasta que la interferencia no fuera tanta y volví a sacarle foto, esta vez sí se veía mejor aunque estaba un poco lejos, entonces mi amigo me comentó preguntando qué rayos era eso, a lo cual yo le respondí que era una especie de portal, pero que no se apreciaba bien porque le había sacado una foto desde lejos puesto que la interferencia no me dejaba fotografiarlo más de cerca y con la misma calidad, entonces le pregunté si sería prudente acercarse, pero mi amigo lo dudó, aunque no estaba completamente seguro, entonces arranqué una rama relativamente larga y me acerqué cuidadosamente hacia el portal, en ese momento sentí un campo electroestático similar al que se produce frente a las pantallas de los televisores analógicos e introduje la punta de la rama al interior del portal para ver qué efecto tendría este, pero al sacarla esta se encontraba intacta, lo intenté nuevamente, pero no pasó nada, de inmediato le reporté esto a mi amigo y le dije que al parecer no pasaba nada con el portal, entonces decidí subir la apuesta y traté de meter un dedo, después la mano y finalmente mi brazo, pero no pasaba nada malo por lo que finalmente decidí ir con todo y meter mi cabeza para ver a su interior y les puedo asegurar que esa decisión cambiaría mi vida para siempre, metí la cabeza al portal observando solamente un torbellino azul cargado con electricidad estática ya que mi cabello así como el resto del mi vello corporal estaba erizado cuando de pronto perdí el equilibrio y caí dentro del portal, de inmediato observé como la entrada se hacía cada vez pequeña a la distancia y el azul comenzaba a tornarse oscuro hasta llegar a un negro absoluto en el cual no podía ver ni mi propio cuerpo, parecía como si tuviese los ojos cerrados y efectivamente, ese era el caso, luego comencé a escuchar un sonido similar a un motor, después unos disparos, explosiones y el silbido de unas naves pasando a mi lado los cuales se me hicieron muy familiares, era como si estuviera en medio de una batalla, una batalla de Star Wars para ser exactos, entonces después de intentarlo una par de veces finalmente pude abrir mis ojos y me di cuenta de todo, al parecer estaba en una capsula de escape, miré hacia abajo y vi la superficie de lo que parecía ser Coruscant, luego miré al frente y vi que mi cápsula se dirigía a una nave Separatista de tipo Lucrehulk.

 Ese día regresaba de mi universidad, era bastante tarde y hacía frío ya que era invierno y mis clases se habían alargado más de la cuenta, iba caminando hacia el paradero para tomar el autobús, pero lamentablemente estaba copado de gente, la fila...

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Entonces recordé aquella escena de "La Venganza de los Sith" en la que el General Grievous huía de Anakin y Obi Wan durante el rescate al Canciller Palpatine, por lo que comencé a sospechar de que yo era Grievous, de inmediato miré mis manos y mi reflejo por la ventana de la cápsula para confirmar mis suposiciones y la sorpresa no se hizo esperar, yo era el General Grievous, de pronto las memorias del general cyborg comenzaron a invadir mis recuerdos, entonces comencé a visualizar todos sus recuerdos, su entrenamiento con el Conde Dooku, sus combates con los Jedi, su rivalidad con Obi Wan Kenobi, sus estrategias de guerra, todo, al final mi cabeza era una amalgama de recuerdos de Grievous y los míos y obviamente me tomaría un poco de tiempo procesar todo eso, aunque por mi conocimiento de la franquicia y del mismo General no sería una tarea tan difícil ya que estaba familiarizado con él.

Luego de unos minutos el combustible de mi cápsula de escape se agotó y quedé a la deriva muy cerca de la nave Lucrehulk, de inmediato un rayo tractor me llevó al interior de uno de los hangares de la nave, una vez adentro abrí la compuerta y me recibieron unos droides batalla y un par de magna guardias, gracias a los recuerdos de Grievous conocía la estructura y los pasillos de la nave por lo que no me costó mucho trabajo llegar el puente de mando para reunirme con el capitán de la nave, el cual como era de esperarse era de la raza neimoidiana el cual de inmediato me preguntó:

- ¿Cuáles son sus órdenes General?

- Eh... Emprendan la retirada hacia el sistema Utapau y dispersen la flota a los mundos del borde exterior cof...cof... - ordené.

- Como ordene General.

Luego dije:

- El Conde Dooku ha muerto y los Jedi lograron rescatar al canciller, eso significa que el mando de la Confederación ahora recae en mi persona cof...cof... informaré a Lord Sidious al respecto una vez que lleguemos al sistema Utapau.

- Como usted diga general – dijo el capitán.

En eso observé desde la ventana del puente de mando como mi anterior nave "La Mano Invisible" se partía a la mitad e incendiaba por la fricción con la atmosfera precipitándose hacia la superficie de Coruscant con los Jedi y el Canciller a bordo, entonces pensé "Te espero en Utapau Kenobi, está vez las cosas serán distintas" luego de eso nuestras naves comenzaron a dispersarse para saltar al hiperespacio hacia los mundos del borde exterior.

Encarnando al General GrievousDonde viven las historias. Descúbrelo ahora