Encarnando al General Grievous

26. Una Movida Ingeniosa.

En la órbita de Dathomir me encontraba en mi lanzadera rumbo hacia mi nave insignia mientras un droide táctico me comentaba:

- General, hemos contabilizado más de un millar de naves enemigas.

A lo cual contesté:

- Nuestra flota de defensa planetaria solo cuenta con un poco más 100 naves cof... cof... si nuestros refuerzos no llegan a tiempo nos harán pedazos y tomarán el planeta.

Entonces el droide me dijo:

- Según nuestros análisis no hay presencia de cruceros Aclamator ni otro tipo de transportes por lo tanto las probabilidades de un asalto terrestre al planeta son casi nulas.

- Ya veo cof... cof... maldita tos, menos mal no se me ocurrió someterme a la cirugía ahora o si no estaríamos perdidos, volviendo al tema ¿Existe riesgo de un bombardeo planetario?

- Efectivamente señor.

- Bien, entonces ya se cómo proceder mientras llegan los refuerzos.

Por mientras en el puente de mando de uno de los destructores Imperator el almirante Tarkin se encontraba supervisando el ataque:

- Qué los cazas creen una pantalla frente a la flota para desviar el fuego enemigo y que la flota se divida en 2, una parte se encargará de rodear al enemigo, una vez rodeados destinarán una fuerza para iniciar el bombardeo orbital del planeta hasta borrar toda forma de vida de aquel planeta, mientras que la mitad restante permanecerá a la espera para neutralizar cualquier refuerzo Separatista y al mismo tiempo reforzar a la primera flota.

- ¡Sí, almirante! – dijeron los demás capitanes presente desde sus hologramas.

Una vez en el puente de mando comencé a notar como la gran flota imperial comenzaba a dividirse a lo cual yo ordené:

- Desplieguen todos los cazas disponibles para desviar su atención y ordene a todas las naves reforzar sus escudos deflectores frontales, debemos resistir todo lo que se pueda en lo llegan nuestros refuerzos.

- Roger, Roger – contestaron los droides.

- También quiero las naves se separen y extiendan a lo largo de la órbita del planeta para que de ese modo los obliguemos a dispersar sus disparos, así quizás nos destruyan uno por uno, pero en lo que centran su atención en un par de naves, les dan pase libre a nuestros cazas para atacarlos directamente.

Rápidamente por la retaguardia de la mega flota comenzaron a llegar las flotas de los sistemas más cercanos comenzando el bombardeo por la retaguardia de aquella flota imperial, a lo cual el capitán a cargo de aquella fuerza ordenó:

- ¡Desplieguen todos cazas! ¡Escudos deflectores de popa al máximo! ¡Continúen con la extensión del bloqueo! No hay que dejar que los refuerzos se unan a la flota planetaria.

- ¡A la orden capitán! – obedecieron los capitanes.

Poco a poco más refuerzos llegaban al sistema mientras la mega flota continuaba con sus movimientos, entones al notar que la mitad de la flota comandada por Tarkin se cerraba sobre nosotros dije:

- No podremos abrirnos más sin abrir una brecha en nuestra defensa, tendremos que hacer que los refuerzos rompan el bloqueo que la segunda flota imperial para que puedan unirse a nosotros cof... cof... ¡Contacte a los capitanes y almirantes de las flotas!

- Roger, Roger – dijeron los droides.

De inmediato me pusieron en contacto con los capitanes y almirantes de las flotas y yo les ordené que se organizaran en forma de cuña situando a los cargueros y destructores Lucrehulk y Providence en los bordes con sus escudos al máximo para proteger a las fragatas Munificente y Recusante dispuestas al centro, asimismo ordené que desplegaran todos los cazas que tuvieren a su disposición para crear un enjambre alrededor de la cuña y así desviar el fuego enemigo, para de ese modo abrirse paso por al medio de la segunda flota imperial y para atacar a la flota de Tarkin por la retaguarda a la vez que la mía le plantaba cara desde frente.