19. Una Gran Revelación.

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La maestra Jocasta continuó recorriendo las calles oscuras de los barrios bajos de Coruscant preguntando por todos lados si alguien tendría la gentileza de poder llevarla o prestarle un transporte obviamente sin especificar su destino, pero el altruismo y la buena voluntad eran cosas que en el bajo mundo de Coruscant brillaban por su ausencia a lo cual la maestra sin más opciones se dijo:

- Al parecer no habrá plan B, tendré que dejar todos en manos de la joven Ahsoka.

De pronto un ruido llamó su atención, rápidamente la maestra Jedi comenzó a analizar profundamente el entorno cuando de pronto un animal de aspecto felino salió de un rincón a lo cual la maestra aliviada dijo:

- Uf... Solo eras tú.

Pero el animal callejero de inmediato maulló y salió corriendo hacia la oscuridad mientras la maestra decía:

- O tal vez haya alguien más.

Entonces una voz femenina dijo:

- Diste en el clavo Jedi.

De inmediato 2 pares de sables rojos se encendieron en la oscuridad para comenzar a girar mientras ambas figuras oscuras saltaban a ambos lados de la maestra, eran la Séptima Hermana con un nuevo sable y la Segunda Hermana, entonces la Según Hermana le dijo a la Jedi:

- No sabes lo mucho que nos tomó dar con tu paradero, pero finalmente te tenemos.

A lo cual la Séptima Hermana agregó:

- No te adjudiques todo el mérito Segunda, de no haber sido por mi red de contactos jamás podrías haber dado con ella.

- ¿Quieres apostar? – dijo la Segunda Hermana en todo desafiante.

Pero Jocasta Nu les dijo a ambas:

- No vale la pena pelear por esto, abran los ojos, ustedes fueron Jedi antes aún están a tiempo para escoger el camino correcto.

A lo cual la Séptima Hermana contestó:

- Es demasiado tarde para las 2, ya escogimos nuestro camino y ese fue servirle al Emperador ¡AHHHH!

Ambas inquisidoras se abalanzan sobre la anciana quien también enciende su sable de luz color zafiro para iniciar el intercambio de estocadas con ambas inquisidoras tiñendo el entorno con destellos azul y rojo.

Por mientras en la órbita de Coruscant el crucero Gozanti de Ahsoka emergió del hiperespacio para ingresar a la atmósfera de la ecumenópolis con dirección a los cuarteles del planeta, en el proceso pasaron por el palacio imperial haciendo que la presencia de la togruta no pasara desapercibida a los ojos del Emperador quien desde su trono dijo:

- Esta presencia es bastante familiar – sonrió.

En otra parte de la ciudad Darth Etray se encontraba junto a los Purge Troopers a bordo de una Gunship Imperial patrullando una de las principales entradas al inframundo de Coruscant para asegurarse de que la fugitiva Jocasta Nu no tuviese chance de escapar cuando de pronto su holo comunicador sonó a lo cual la Sith contestó viendo a su maestro a lo cual ella dijo:

- Maestro ¿Cuáles son sus órdenes?

Y Palpatine contestó:

- Hay una perturbación en la fuerza mi joven aprendiz.

- Lo he sentido, maestro – contestó la Sith.

- Al parecer se trata de una persona que fue bastante importante para ti Darth Etray alguien con quien forjaste un estrecho lazo en el pasado, sabes lo que eso significa ¿Verdad?

Encarnando al General GrievousDonde viven las historias. Descúbrelo ahora