Epílogo

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—¡Luke, apresúrate! —El mencionado volvió la cabeza al escuchar a su amigo y caminó de manera más enérgica para alcanzarlo, evadiendo por poco a las personas para no chocar con ellas en su apuro.

El aeropuerto estaba atiborrado de gente, y Luke no podía evitar preguntarse cómo eran sus vidas. Seguramente eran mejor que esta.

Junto a Calum pasó por numerosas revisiones de seguridad a las que ya estaban muy acostumbrados. Se mudaban de manera constante para evitar sospechas. No es como si parecieran naturalmente sospechosos a la vista, escondían bien sus alas de ángel, pero no podían evitar estar maldecidos por su inmortalidad. Luke siempre asumía que ser un ángel caído significaba tener una esperanza de vida humana, pero terminó siendo más bien lo opuesto. Calum culpaba a la Muerte por torturarlos secretamente de esa manera, y Luke sabía que esa no era una suposición muy errónea.

Ese día se irían oficialmente de Londres para hacer una nueva vida en Irlanda. Luke siempre se había asustado por hacer amigos, sabiendo que dolería más cuando tuviera que dejarlos atrás. Siguió rápidamente a Calum, mirando de pasada a la gente alrededor.

Nunca en sus muchos años en la Tierra había visto a alguien tan cerca de ser tan hermoso como Ashton. Ni una sola persona. Dios, había pasado tanto tiempo. ¿Qué, un siglo? Seguro que se sentía como si hubiera pasado más tiempo que eso, y Luke odiaba llevar la cuenta de los días sin la única persona que siempre amará. Pensaba que eso lo empeoraría.

Pero mientras intentaba alcanzar a su amigo irritantemente rápido, alguien de inmediato chocó con él. Luke apenas sintió el impacto, pero la persona pareció haberse tambaleado hacia atrás un poco. Resistió las ganas de poner sus ojos en blanco. Los humanos eran tan torpes.

—¡Oh, mier...! ¡Lo siento! —Una voz casi chillona se disculpó. Tenía un fuerte acento australiano dolorosamente familiar que Luke no pensó volver a escuchar.

Luke se giró rápidamente para encarar al extraño, intentando enmascarar su sorpresa, su estupefacción y su negación. El chico se veía igual que Ashton, usaba gafas y su pelo era de un inconfundible color miel. ¿Qué demonios estaba pasando?

Cuando se miraron a los ojos, «Ashton» de inmediato se sonrojó. Esos ojos de un hermoso color avellana, sólo Ashton tenía ojos así de hermosos.

—Yo... ahm, está bien. —Luke logró decir, mirándolo boquiabierto, maravillado. ¿Era posible? ¿Este era Ashton en una segunda vida? No tenía ni idea de qué pensar, pero quizá sólo estaba enloqueciendo y este tipo de hecho no se parecía en lo absoluto a Ashton.

Pero sí se parecía. El chico era más bajo que Luke, tenía los mismos rasgos, hasta ese momento parecía actuar igual, y agarró la manija de su maleta tan duro que sus nudillos se volvían blancos. Un tic nervioso.

Ambos se miraban con incomodidad y un pequeño sonrojo cubrió las mejillas del extraño mientras se movía de un pie al otro.

—Bueno, lamento haberme chocado contigo. Mejor me voy...

—¿Cómo te llamas? —Luke espetó sin pensar, haciendo que el chico lo observara con confusión y ligeramente divertido. Un hoyuelo apareció en una de sus mejillas mientras bajaba la miraba con timidez, haciendo que el corazón de Luke palpitara con rapidez en su pecho.

—Ahm, s-soy Ashton.

Luke se esforzó por contener sus emociones. Joder, ¿qué tal si en verdad era Ashton?

—Siento... Siento que te conozco. —Luke se encontró diciendo. Dios, eso probablemente sonaba estúpido.

Ashton inclinó su cabeza en confusión, sus ojos examinando el rostro de Luke. Se detuvo, una expresión pensativa en sus facciones.

—Y-Yo también te reconozco, más o menos. —Sus ojos siguieron vagando con curiosidad—. ¿Cuál es tu nombre?

—Luke —Luke susurró, su corazón latiendo con fuerza en su pecho—. ¿A dónde vas?

Ashton sonrió y comenzó a caminar para que la gente no tuviera que caminar alrededor de ellos.

—Voy a Irlanda.

La sonrisa de Luke se amplió.

—Yo también.

—¿Tu avión parte en una hora?

Luke asintió, haciendo que Ashton sonriera con timidez.

—E-Entonces estamos en el mismo avión.

Ashton parecía sonreír siempre, pero intentaba esconderlo al bajar la mirada, haciendo que le doliera el corazón de Luke. Esperaba que no fuera tan similar al Ashton de antes, porque no le gustaba la idea de que fuera igual de inseguro.

Pero mientras seguían caminando uno al lado del otro como si no fueran extraños, Luke hizo reír a Ashton, quizá por alguna estúpida broma de la que sólo él se reiría. Era justo como siempre, tan risueño y encantador.

Y Luke descubrió que se había vuelto a enamorar.

¡Espero que les haya gustado la historia! Fue una de esas historias que me encantó traducir porque estaban bien escritas y la trama era interesante y diferente, tratándose de ángeles.

No olviden votar y dejar sus comentarios, así como recomendaciones de historias para traducir. ¡Nos vemos en otra historia!

Carafernalia -LashtonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora