Por favor, vete al diablo

56 7 3
                                    

Cuando Ashton se encontró con Luke el día siguiente, estaba confundido, por decir lo menos. Luke estaba siendo muy pegajoso y extraño, como si supiera algo que Ashton no.

—¿L-Luke? —Tartamudeó, enrojeciéndose profundamente mientras Luke seguía abrazándolo. Lo único que había hecho desde que llegaron a su lugar secreto era abrazarlo, y el ángel no mostraba señales de querer soltarlo. No es como si a Ashton le importara.

Luke apretó su agarre en la cintura de Ashton y enterró su rostro en su cabello.

—En verdad me gustas, Ash —susurró, provocando piel de gallina en todo el cuerpo de Ashton (en parte se debía por el frío viento que soplaba)—. Te mereces muchísimo más de lo que tienes.

Ashton se sonrojó, aunque seguía con sus sospechas. ¿Por qué Luke decía todo eso?

—Luke, ¿p-por qué me dices todo esto? —Tartamudeó en el pecho de Luke, sintiendo al chico tensarse temporalmente. Luke se apartó un poco del abrazo, manteniendo sus manos en la cintura de Ashton, y bajó la mirada hacia él con una expresión imposible de leer.

—No es nada —dijo calladamente, extendiendo una mano para acariciar las mejillas de Ashton con su pulgar—. Estarás bien, lo prometo. —Parecía que Luke intentaba reconfortarse más a sí mismo que a Ashton.

Permanecieron sentados en el césped, el cual crujía debajo de ellos, dado que estaba bastante congelado. Luke rodeó al chico con un brazo, acercándolo más. Ashton rio cuando la mano de Luke rozó su costado por accidente, donde era altamente cosquilludo.

Luke lo miró con ojos divertidos.

—¿Qué? —Ashton se mordió rápidamente el labio para evitar reírse, pero una sonrisa luchaba por estallar en su rostro. Se acurrucó a un costado de Luke.

—No es nada —se burló de Luke por lo que dijo antes, haciendo que el ángel pusiera sus ojos en blanco.

—Jmm, fue porque hice... —Luke se detuvo, su mano descansado en un costado de Ashton— ¿esto? —La mano de Luke hizo cosquillas en un costado de Ashton, haciendo que el chico chillara y soltara un gritito ahogado. Ashton se apartó de Luke, sufriendo de un ataque de risas mientras alejaba las manos del más alto de un golpecito. Cayó de espaldas, permitiendo que Luke se sentara encima de él, sus rodillas entre las piernas de Ashton, para hacerle cosquillas a sus costados y a su estómago.

—¡N-No! Detente, no puedo... —Ashton soltó un chillido entre jadeos y risitas. Su rostro estaba enrojecido y se veía tan hermoso que Luke quería parar el tiempo sólo para poder ver a Ashton así por siempre.

Ese pensamiento hizo que Luke se desconcentrara —de hacerle cosquillas a Ashton— por unos instantes, permitiendo que el chico debajo de él lo apartara y saliera corriendo.

—¿Y a dónde crees que vas? —Luke exclamó, se puso de pie rápidamente y observó a Ashton reír y huir.

—¡Lejos de ti! —Gritó por sobre su hombro, la distancia entre ellos alargándose. Pero a Luke no le preocupaba eso. Sabía que podía atrapar fácilmente al chico, así que dejó que Ashton pensara que estaba a salvo de él por unos momentos. Ashton ni siquiera miró hacia atrás, pero Luke sabía que se quedaba sin aliento.

Así que Luke soltó una risita y se quitó la camisa, dejándola caer de manera despreocupada en el suelo. Comenzó a correr, dejando que sus alas ganaran suficiente aire debajo de ellas para que lo elevaran del suelo.

Remontó el vuelo a nivel del suelo, acercándose rápido a Ashton, quien decidió para recuperar el aliento.

Luke sonrió y aterrizó tan silenciosamente como pudo justo detrás de Ashton. Dio unos pasos hacia delante y puso sus manos en los ojos de Ashton. El chico se sobresaltó con sorpresa, pero Luke mantuvo un agarre firme en él.

—¿Adivina quién? —Murmuró al oído de Ashton.

—¿Pikachu? —Luke estalló en risas, descubriendo los ojos de Ashton.

—Eres raro.

Ashton se giró para mirarlo y se sonrojó, encogiéndose de hombros.

—Eres tan lindo. —El sonrojo de Ashton se profundizó mientras se arremangaba la camisa con timidez y miraba el suelo.

—No soy lindo —dijo, una sonrisa apenada en su rostro.

De alguna manera, Luke sentía que se enamoraba y se apegaba cada vez más al ojimarrón, si eso siquiera era posible.

Y sabía que estaba haciendo todo mucho peor para sí mismo.

***

Una vez que Ashton llegó a salvo a casa, Luke comenzó a caminar de regreso a su apartamento. Sentía una extraña sensación detrás de él, pero la ignoró. Había demasiada gente inocente en las calles, nada debería pasar.

«Tres días más», el viento sonaba como si le susurrara a Luke, tensándolo. Tres días más... Ashton tenía tres días más hasta que la Muerte viniera por él. Luke apretó las manos y comenzó a caminar más rápido.

Tres días más.

Su corazón comenzó a latir con más fuerza.

Tres días más. La voz se hizo más fuerte, haciendo que Luke se girara. No había nada ahí, literalmente. Las calles ahora estaban vacías, haciendo que Luke frunciera el ceño.

—¿Qué carajos? —Se murmuró a sí mismo. Había algo tras él—. ¡Muéstrate, malvado hijo de puta! —Gritó Luke, su voz resonando a través del vacío pueblo.

El viento se aceleró a su alrededor, dando vueltas hasta formar un pequeño embudo. Hojas caídas volaban por el lugar y lo golpeaban, pero por supuesto que no le dolía. Era una distracción.

—Bueno, bueno, bueno. —Una voz reía detrás de él, haciendo que Luke se volviera rápida y repentinamente sólo para lanzarle una mirada de odio.

No era la Muerte... Era el tío de Ashton.

—¿Qué diablos? —Dijo Luke en confusión hasta que los ojos del tío de Ashton se volvieron completamente negros.

Un demonio.

¿Por qué un demonio poseía al tío de Ashton? ¿Qué quería de él?

Soltó una risita y dio unos pasos hacia delante.

—Protegiendo a ese patético humano de la Muerte, ¿ah? Qué bello —dijo el demonio en un falso tono de dulzura, haciendo que la sangre de Luke comenzara a hervir.

—Un solo golpe mío y volverás directo al infierno. —Siseó Luke entre dientes apretados, sólo haciendo que el demonio riera de nuevo.

Todos son unos creídos pedazos de mierda, pensó Luke con furia. Y los demonios no tenían razón de existir, al menos en su opinión.

—A mí no es a quién deberías enviar de nuevo al infierno, —sonrió con suficiencia—, sólo estoy aquí para darte un mensaje. —Luke resopló y se cruzó de brazos.

—¿Y cuál sería?

—Deberías esperar que la Muerte esté junto a la cama de Ashton en tres días, antes de que el reloj marque la medianoche. —Los ojos de Luke se llenaron de ira, y antes de que el demonio pudiera terminar, agarró sus hombros y lo empujó contra la pared del edificio más cercano.

—Nada va a pasarle a Ashton, ¿me escuchas? Nada. —Luke gruñó, empujando el cuerpo poseído del tío de Ashton más duro contra la pared de ladrillo. El demonio hizo una pequeña mueca de dolor, pero en general no se veía alterado.

—No puedes detener a la Muerte, Luke. Ni siquiera un ángel como tú. —Sonrió de manera molesta y con una falsa expresión de disculpa, como si Luke ya hubiera perdido. Pero no ha perdido, y no perderá.

Las uñas de Luke se clavaron en los hombros del demonio, y con una mirada de odio lo apartó de un empujón, haciendo que trastabillara y que casi cayera.

—Encontraré una manera. —Replicó, y con lo último de piedad que le quedaba, Luke se alejó y dejó al demonio ileso, el cual ni siquiera intentó vengarse de Luke; ambos sabían que la conversación había terminado.

Ashton era todo en lo que Luke podía pensar, era el mundo para Luke, y nadie iba a lastimarlo, ni siquiera algo tan poderoso como la Muerte, siempre y cuando Luke estuviera ahí para protegerlo.

Carafernalia -LashtonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora