Sleepover

Encuentro.

WheeIn pov.

Era mi primer año en la universidad, lo recuerdo como si hubiese sido ayer, hacia un poco de frío, se encontraba cerca el invierno. Decidí estudiar Relaciones Internacionales, es una licenciatura  bastante pesada o lo fue para mi, ya que lo mio siempre fue la fotografía y las artes visuales. Sin embargo decidí estudiar algo mas "rentable" por consejo de Hyejin.

Llegaba tarde a mi primera hora de clases, la cual era jodidamente temprano ¿a quien se le ocurria tomar una clase a las 7am? ¡Ah cierto! A mi. Buscaba tener el medio día libre, ya que a esa hora podía ver a Hyejin, vivíamos en el mismo piso desde que salimos de Jeonju, sin embargo debido a las horarios solo podíamos vernos por las noches, pero no era suficiente tiempo.

Justamente a esas horas de la mañana en lo único que podía pensar era en el sermón que me esperaba al llegar. Estaba tan concentrada en mis pensamientos que no me fije en la puerta del casillero que se encontraba abierta. Tenia la mala costumbre de caminar muy pegada a ellos, no me pregunten el "por qué".
—¡auch! ¡Mierda lo que me faltaba! — el café que llevaba conmigo había caído sobre mi, provocando que mi ropa y el piso terminaran asquerosamente sucios. No solo llegaría tarda, sino también sucia.

—Grscias por eso... — la responsable de mi mala suerte no solo agradecía, sino que encima se reía de mi. Me extendió la mano para ayudarme a levantar, sonreí con un poco de sarcasmo. No me juzguen, creí que fue lindo de parte suya ayudarme.

Dude un poco en tomar su mano, en mi mente circulaban palabras como " la tomo, no la tomo, la tomo, no la tomo", al final le hice caso a mi lado razonable y tome la mano que se me estaba ofreciendo. De un sólo tirón me puso de pie.

—Bomi... — ella estaba presentándose y aunque mi cheto tardo un poco en reaccionar, pude articular una sola palabra.

—Wheein — creí que había estado bien, las personas dicen que soy algo extraña, las primeras buenas impresiones no son lo mío.

—Te diste un buen golpe, pequeña — ella se acerco y toco mi frente, estaba tocándome, violando mi espacio personal, el cual era sagrado. Por un momento divague en el olor de su perfume ¿fresas o cerezas? Eso cruzaba por mi mente, mis ojos se desviaron a sus labios, eran lindos, se encontraban un poco rosas debido al frío se la mañana, algo decía, estos se movían pero yo no podía entender. Me di un par de cachetadas internas para poder poner atención — ¿estas bien?

— Este... Si, lo siento, estaba algo distraída.

—lo note ¿a donde con tanta prisa? — dijo buscando hacer platica.

—  yo iba a... ¡Mierda, la clase! — busque mi mochila por todos lados, enfoque la mirada al piso y ahí estaba, en medio del charco de café, definitivamente pintaba para ser un "gran día". — sino te importa debo correr, un gusto... Bomi.

—Hasta luego WheeIn —  a veces tendía o tiendo  a sentirme un bufón, todos sin excepción terminan riendo por algo que hago o digo, con Bomi no fue la excepción.

De nuevo sumergida en mis pensamientos pensaba en ka hermosa llamada de atención que me pondría el profesor, no solo por llegar tarde, sino también por que mi atuendo no era el esperado para una persona que estudia la magnifica licenciatura de Relaciones Internacionales. Bla, Bla, bla.  Desde pequeños nos marcan un estándar, un estilo de vida, nos adoctrinan para ser personas " de bien", productivas y rentables. Como sin fuéramos un objeto, eso siempre ha circulado por mi cabeza, una y otra vez como un disco rayado.

Me encontraba nerviosa, estaba parada frente a la puerta del salón. Era la cierta vez que llegaba tarde en lo que iba del semestre. Conté hasta tres y di un par de golpes a la puerta, miraba como se abría, en cámara lenta para darle mas dramatismo al asunto.