El Verano

518 57 10
                                    

"Si pudiera describir lo que sucede por mi cabeza justo ahora lo haría con una canción, tan fuerte y tan tranquila al mismo tiempo..."El verano", esa es perfecta, así me sentía, como en el concierto de las cuatro estaciones de Vivaldi, así es cuando soñaba con ella. Mi sentir, mi cuerpo, mi alma iban del Allegro al Presto. 200 pulsaciones por minuto. Así era solo el soñar con ella, mi ser rugia como una tormenta de notas musicales escritas en sol menor. Sobre todo si era para hacerla mía. Yo era Violinista de su piel, ese perfecto tono de piel, del mismo color de la madera de sauce. Sus formas tan perfectas, tus emocionantes gemidos son la música que brota de tu ser al tocar tus cuerdas."

WheeIn pov.

WheeIn, despierta amor — podía escuchar su dulce voz a llamándome, tan lejana. Buscaba despertarme, sin embargo me aferraba al juvenil, hermoso y erotico sueño. Empezó a faltarme el aire un poco, algo pesado estaba sobre mi, cierto, su cuerpo y esa manía de despertarme de esa manera. Su olor fresas y cerezas llenaba mis fosas nasales.

Abrí los ojos con algo de pereza, me tope con su bello rostro, ahí estaba ella, junto a mi con esa bella sonrisa. La sujete. Por la cintura y en un gentil movimiento hize que se tumbar a junto a mi en la cama. Un par de besos de su parte recorrieron mis rosadas y gordas mejillas — buenos días — musite, de la forma más gentil que podía tener por la mañana.

buenos días dormilona — su traviezo dedo índice se deslizo desde el punte hasta la punta de mi nariz, amenace con morder lo un par de veces, algo que le causó gracia. — eres una dormilona ¿que soñabas? — me sorprendió un poco su pregunta ¿podría ella leer la expresión de mi rostro? ¿Hable dormida? Decían que solía hacerlo ¿pero que tanto? — dime ¿tuviste sueños húmedos? — pregunto en un tono juguetón, su dedo se enredaba en un mechos de mi cabello despeinado.

La respuesta era más que obvia, sin embargo negué, negué como si la vida me dependiera de ello. — No, no, no.

¿Segura? — en su rostro se dibujo la expresión más coqueta de todo su repertorio. Llevo su mano a recorre una de mis piernas. Sus caricias hicieron que me pusiera nerviosa. Aún me encontraba tan sencibles por aquel sueño y ella tratando de jugar con mi cuerpo. Cerré los ojos ante el tacto sutil. — te apuesto el desayuno, seguro que estás húmeda.

Esperaba que mi cheto funcionará, sin embargo no hizo click, ni ram, ni nada. Solo que quedó estático. Como pude negué con la cabeza.
Era obvio que lo estaba, dios estaba tan húmeda que ni yo misma podía conmigo. Sin embargo, no buscaba que lo supiera; que no conociera solo ese lado, aquel que piensa en sexo y nada más.

Su mano llegó hasta mi entrepierna, cerré los ojos con fuerza, me encontraba muy sencibles. Solo pude cubrir mi cuerpo con la manta. — lo siento... —susurre apenada.

no tienes por qué disculparte, solo espero ser yo aquella con la que soñabas.

claro que si — mentí, eso era yo, una puta mentirosa, en eso me había convertido meses atrás. Sin embargo ¿como podía decirle a Bomi que siempre me encontraba atrapada en mi mente junto a Hyejin?

Llevaba ya un par de meses saliendo con Bomi, aunque al principio no pensaba que fuera la mejor opción o la desicion más correcta termine aceptando. Ellas es linda, me consiente, me procura y se que soy su primer pensamiento en la mañana, ya que acostumbra llamarme cuando se levanta o cuando va a dormir. Sin embargo aún queda el asunto de Hyejin, Byul dijo "un clavo saca a otro", pero ¿que hay de cierto en eso?

¿que quieres desayunar? Ganaste una apuesta. — pregunté. Código de honor: siempre paga las apuestas a tu novia.

Ella se giro dándome la espalda, no sabía si estaba molesta por algo que dije o si solo quería quedarse en casa. Me acerque a ella y rodee su cintura con mi delgado brazo. — WheeIn...

SleepoverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora