chєrrч cσlα 🍒; ᴢɪᴀʟʟ

13.

"Así que el pequeño Niall ya no es virgen" habló Louis para luego beber de su caja de leche.

El mencionado viró sus ojos, Louis solía ser de todo, menos sutil.

"Cállate de una vez, Tommo" Niall lo dejó hablando solo cuando comenzó a caminar hacia la salida, al fin habían acabado las estúpidas clases.

Caminó lentamente a la cafetería, las piernas le pesaban, sus caderas dolían.

En realidad, todo le dolía.

"Maldito Malik" pensó en voz alta.

"Es feo maldecir" esa voz que erizaba su piel se encontraba detrás de él.

"Que mierda Zayn, ¿me estabas siguiendo?" a Niall le asustó la presencia repentina del mayor.

"Sí" respondió el ojimiel con descaro.

"que psicópata" hizo una mueca "¿por qué lo haces?"

"¿Acaso no puedo mirar a mi pequeño caminar?" Niall rodó los ojos por segunda vez ese día. "¿Vas a la cafetería?" el ojiazul asintió.

Caminaron juntos hasta el lugar, cuando estaban cruzando el umbral de puerta de vidrio, la mano del rubio fue entrelazada con la mano del pelinegro.

Niall le sonrió con ternura.

Se adentraron al local, recibiendo un par de miradas, que decidieron ignorar.

"¿Qué beberás?" preguntó el ojiazul a su acompañante.

"Lo mismo que bebas tú." habló con simpleza.

"Dos Cherry Colas serán" se puso de pie para acercarse al mesón.

Al rato Niall volvió a la mesa, dejando un vaso con bebida rosada al lado del libro que el mayor estaba leyendo, para luego plantar un leve beso en sus labios.

"¿Quieres acompañarme al trabajo un rato?" preguntó Zayn en cuanto el rubio se sentó frente a él.

"Claro, y aprovecho de estudiar allí, es más tranquilo que acá" ambos asintieron y salieron con sus bebidas entre manos, caminaron hacia el gran e imponente edificio en el que trabajaba el ojimiel.