Último
Eran las cuatro de la tarde, Niall bajó de su auto, el cual estacionó a las afueras de la residencia y caminó por el extenso jardín, mientras la rubia lo observaba a través del vidrio de la ventana.
"Mierda, llegó el noviecito." sacó el walkie talkie de su bolsillo y le informó a sus compañeros sobre la llegada de Horan, tendrían que hacer el trabajo dos veces.
El rubio encajó la llave en la cerradura, para abrir la puerta. La ojiazul ya no se encontraba allí.
En cuanto estuvo adentro, cerró la puerta y subió hasta el cuarto del mayor. De un segundo a otro, una bolsa negra se encontraba en su rostro. Intentó gritar, pero una mano cubría su boca.
Miles de sentimientos se apoderaban de su persona, el miedo, la desesperación, la angustia, se sentía horrible, cada fibra de su cuerpo temblaba, no comprendía nada.
Se retorcía entre los brazos de ambos hombres, balbuceando groserías y pidiendo ayuda a través de la gorda mano de uno de ellos.
Los hombres lo sentaron en una silla, a la cual lo esposaron.
La chica se posó frente al cuerpo temblante del rubio y los hombres quitaron la bolsa de su cabeza.
"¡¿Gigi?!" el chico se removió, intentando zafarse, fallando en el intento. "¿Qué mierda quieres? ¡Suéltame!" Horan comenzaba a desesperarse, todo se encontraba realmente oscuro, los hombres tenían agarrados sus hombros con fuerza y la rubia pasaba su peso de una pierna a la otra.
"No te esperábamos acá, Niall. No sabíamos que aún eras la puta de Zayn..." soltó la mujer con una risa seca.
"Yo no sabía que seguías viva, decrépita. Bien dicen por ahí, hierba mala nunca muere." Niall rodó los ojos enojado, no soportaba la actitud inmadura de la mujer frente a él.
"Mira marica, si no te callas, tendremos que callarte" amenazó Gigi, perdiendo la poca cordura que le quedaba.
"No me callaré hasta que me saques de acá, llamaré a la policía, te pudrirás en la cárcel." Niall ya no controlaba lo que decía, vociferaba todo lo que se le venía a la cabeza, para ser sinceros, no creía en las capacidades maniáticas de Gigi.
"¿Ah si? ¿como se pudo pudrir tu novio el narco?" disfrutaba de hacer enojar al chico, porque más pataleaba para poder salir de allí, sabiendo que seguía siendo bastante débil corporalmente. Le dio una mirada de aprobación a uno de los hombres, quien segundos después colocó un paño con cloroformo sobre la nariz y boca de Horan.
Cayó en un profundo sueño lentamente, las cosas que decía de a poco se volvían simples balbuceos, para finalmente quedar en absoluto silencio.
Risas se escucharon en la habitación, mientras el cuerpo de Niall decaía en la silla.
Una hora más tarde, un auto se estacionó afuera, lo cual alertó a las tres personas allí. Apagaron las luces nuevamente y Gigi se escondió tras la puerta, para hacer exactamente lo mismo que hicieron con Niall a Zayn.
Luego de unos minutos se escuchó la puerta abrirse, mas no cerrarse. Los pasos acelerados de Zayn se escuchaban por las escaleras.
"¿Bebé?" preguntaba, ya que vio el auto del menor fuera de su casa, lo cual lo desesperó un poco, se suponía que no debía estar allí, o arruinaría la sorpresa.
Abrió la puerta, encontrándose con el cuerpo inconsciente de su pareja.
"¿¡Qué mierda?!" segundos después la bolsa negra cubrió su cabeza. Zayn soltaba groserías y pataleaba, la fuerza de Zayn dificultó un poco a los hombres que lo moverían hasta la silla a un lado de Niall, sin embargo, no les fue imposible.
ESTÁS LEYENDO
chєrrч cσlα 🍒; ᴢɪᴀʟʟ
FanfictionPara Zayn Malik ya era una costumbre pasar por un té helado a aquella cafetería en el pueblo, luego de un largo día de trabajo, y tras un libro o su computador, poder observar a Niall Horan, un adorable adolescente, con penetrantes y curiosos ojos a...