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"Tranquila, mamá. Zayn se irá a su casa, y Jake podrá dormir conmigo en mi cuarto." Niall intentaba otorgarle calma a su madre, le preocupaba pasarlo a llevar dejando que Caleb y Jake se quedasen ahí esa noche, puesto que ellos no vivían en esa ciudad.

"¿Que hice para merecerte?" preguntó su madre feliz, acariciando el hombro de su hijo.

Niall se rió. "Iré a despedir a Zayn a la entrada." avisó y se acercó al Pelinegro, quien observaba la escena con ternura y melancolía.

"Tu madre es muy simpática." le sonrió "¿le agradé?" entrelazó su mano con la del rubio.

"No lo hemos hablado, pero estoy seguro de que si." salieron dejando la puerta a medio cerrar tras ellos.

Zayn rodeó la cintura del menor con sus brazos y acercó sus cuerpos, el contrario apoyó su rostro sobre el hombro ajeno.

"Te amo" susurró el mayor, dejando leves caricias bajo la camisa del rubio.

"Yo más... ¿nos veremos mañana?" habló alejándose un poco para poder observarlo, el ojimiel asintió mientras quitaba un mechón de cabello de la frente del menor.

Un abrazo más, un largo beso y un gesto de despedida, bastaron para que Niall se adentrara a su casa y Zayn volviese a la suya.

(...)

Los leves destellos de sol traspasaban la ventana de la cocina, Niall se encontraba sentado frente a su madre, mientras Caleb tomaba una ducha y Jake dormía, había una conversación pendiente.

"Yo notaba que estabas rara, pero no pensé que fuera por esto... ¿por que no me dijiste?" preguntó, sosteniendo las manos de su madre entre las suyas, acariciándolas, transmitiéndole esa calma, que solo el sabía transmitir.

"Quería estar segura de que fuese el indicado, estamos conociéndonos desde hace un año, y somos pareja desde hace 3 meses... supuse que era hora de que se conociesen." Niall asintió alzando sus cejas, haciéndole entender que a su parecer, hace mucho tiempo ya era hora.

"Bueno y ¿que pasará ahora? me refiero a que, ¿nos mudaremos?, ¿tendrán una relación a distancia?" lo último que quería hacer era mudarse, tenía una vida allí, tenía a sus amigos, tenía a Zayn.

"Antes de saber que se llevarían tan bien..." Niall la reprochó con la mirada "Está bien, sé que solo se vieron ayer, pero parecieran llevarse bien, déjame continuar. En ese entonces preferí que fuera una relación a distancia, no soy capaz de sacarte de aquí por una relación amorosa, no es justo. Y aquí va la pregunta principal..." el ojiazul asintió hacia ella, indicándole que continuara, no le gustaba el suspenso. "¿te molestaría que Caleb y Jake viviesen aquí?, Caleb dormiría conmigo y Jake en el cuarto de huéspedes, lo de anoche fue una excepción, sabes que el es pequeño y..." su voz fue interrumpida por la más tranquila voz de su hijo.

"Sería genial" su madre no podía creerlo, a ratos de verdad se preguntaba que hizo para merecer a tal hijo, Niall era muy comprensivo y se adaptaba a las situaciones, la felicidad de su madre era la de él.

(...)

"Y acepté, ya sabes, prefiero que estén allí en mi casa, que lleven una relación sana y así yo poder saber que todo se encuentra en orden... lo único que quiero es que sea feliz..." el ojiazul se encontraba contándole lo acontecido esa mañana a su novio, ya que él estaba realmente interesado en saber lo que ocurría en la casa de Niall.

"Eres asombroso... en serio, jamás conocí a alguien con tanta empatía, corazón, humildad y entrega como tú. De seguro tu mamá se pregunta lo mismo, pero ¿que hice para merecerte?" el rubio sonrió ante las palabras de su novio, realmente su madre había dicho lo mismo. Al final él no se daba cuenta de esas cosas, su mamá, Zayn y sus amigos eran lo único que tenía y necesitaba y los amaba tanto como para poner la felicidad de ellos por sobre la de él.

Pasaron aquella tarde riendo y jugando vídeo juegos, el ojiazul se quedaría en la casa de Malik esa noche, ya que para ser sinceros, se había acostumbrado a vivir con él.

Ordenaron pizza como siempre, e hicieron una maratón de vídeo juegos, donde Zayn pateó el trasero de Niall, ya que el era un gamer indiscutible y tenía mucha práctica, a diferencia del rubio, quien prefería perder y excusarse culpando a su oponente de ser un tramposo.

Tal vez no levantaron sus traseros del sofá más que para ir a recibir y pagar la pizza, tal vez eran unos flojos de primera, tal vez pasarían toda la noche allí, o tal vez no.

Lo único seguro allí era que no hay lugar como el hogar y para ellos, su hogar estaba al lado del otro.

chєrrч cσlα 🍒; ᴢɪᴀʟʟDonde viven las historias. Descúbrelo ahora