Ninfa Celtica: La Aldea

Bajo el Sol abrazador

En lo alto del cielo, el sol brillaba como nunca... luego de una gran tormenta, sus rayos abrazdores iluminaban la playa de una forma sublime. La arena resplandecia como nunca antes, con un tono dorado que parecia ser aun más hermoso que el mismo oro, con una textura tan fina que casi podría estar hecha de seda... Las olas besaban y acariciaban suavementa la costa que parecia estar silenciosa, solo se oia el murmullo de las bellas aguas critalinas... ¿quien diria que ese bello oeceano hacia unos momentos parecia el mas implacable monstruo?

Sobre la arena, ahí estaba tendida... una mujer de cabellos tan negros como el evano y una piel blanca como la espuma, pero con asperesas y llagas, vestida con un vestido azul agua marina... se encontraba boca abajo, con las manos cubiertas de arena, con el cuerpo humedo por el agua y los pies sumergidos entre las delicadas olas, siendo estos ultimos los que parecian la parte más lastimada de su cuerpo, y estaba inconciente; aquella mujer parecia haber tenido un accidente... ¿estaría muerta o aun vivria?, nadie lo sabía, aquella playa parecia un desierto; la unica señal de vida parecia ser la del viento que soplaba delicadamente sobre la costa, el viento que parecía cantar en una lengua incierta, una lengua que es incomprendida para los humanos, probablemente ella podía escuchrla, pero; ¿como saberlo si parecia estar sumergida en un profundo sueño? 

Nadie podría comprender, como es que llego hasta la orilla, aquel barco que había sido destrozado cerca de la costa parecia no tener sobreviviente alguno; sin embargo nadie lo sabria, pues tal ella jámas despertaria, tal vez nadie la encontraría y de ser así tal vez nadie la reconocería... 

Ahí está, tendida sobre la arena... sin saber si lograría su objetivo, sin saber si volvería a ver la luz del día, si volvería a ver el hermoso resplandor de las estrellas, si volveria a sentir la suave brisa del viento, si volveria a cantar con el río, o si volvería al lugar de donde vino... Sí, ahí estaba sumergida en su inconciencia, sumergida en lo que parecia ser un sueño eterno, sin saber viviría...