La pálida noche en el jardín (Henry: El Príncipe)

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La noche era hermosa, el cielo estaba lleno de estrellas y en aquel jardín Céltica podía respirar un poco del aire del bosque, sentía como la suave brisa bañaba su rostro y más viva no podía sentirse en aquel preciso momento, se había olvidado por completo en aquel instante de aquel hombre al que ella buscaba y esperaba, y de aquel del que huía y hasta temía… Era la primera vez que lidiaba con un macho, un hombre… que no intentaba ni atacarla, ni poseerla, era la primera vez que se sentía segura y a salvo, miro al Príncipe y sonrió de manera dulce e inocente, él le devolvió la sonrisa y al fin rompió el silencio;

–Y… ¿Cómo dices que te llamas?

–Céltica…

–Extraño y hermoso nombre, yo soy Henry

–También es un nombre extraño… o al menos lo es de dónde vengo, pero creo que también es hermoso

–Gracias Céltica, debo decir que tienes una hermosa voz, cualquiera diría que está escuchando a las ninfas del bosque…

¡¿Ninfas?! eso hizo que Céltica se sintiera acorralada, desprotegida por un momento pensó que la poción de Mística había dejado de hacer efecto, se sintió vulnerable y pensó en escapar, cuando escucho a Henry decir…

– ¿Por qué esa mueca? solo dije ninfas, ¿Jamás has escuchado ese tipo de mitos?

– ¿Mitos? –Dijo más tranquila la Ninfa –Claro, es solo que me desconcertó que dijeras eso, pero ¿Tú no crees en esas cosas o sí?

–Bueno no en todos, pero si en varios… cuando salgo lejos me he topado con algunos dragones y por eso creo en ellos, pero las hadas, las ninfas y los duendes… bueno no estoy seguro; tal vez te enseñe la galería de pinturas que tenemos sobre los seres mágicos que tiene la familia real.

–Eso sería muy interesante.

–Sí que lo es, bueno lo mejor será que subas a descansar y platicaremos en la mañana, yo me encargo de ahuyentar a las señoritas que no quiero.

Y diciendo esto aquel hombre sublime, le dio un beso en la mejilla a su nueva amiga.

Ninfa Celtica: La AldeaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora