Sus Majestades: La audición de Celtica frente al Rey y la Reina

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Caminaban las doncellas en compañía de Mérida la busca-talentos de la corte, llevaba en su mano una lista que contenía los nombres y talentos u oficios de las cinco doncellas que iban de tras suyo... caminaban con elegancia en dirección a los tronos; dos bailarinas, una mucama, una costurera y una cantante. Todas esperaban ser presentadas a la Reina y ser seleccionadas para permanecer en el palacio, de lo contrario tendrían que retirarse y buscar empleo por su cuenta en alguna casa de nobles o bien en los burdeles del reino.

Céltica miraba con atención todo lo que la rodeaba, las cortinas, los muebles, los pisos y los enormes candelabros que colgaban de los techos; enseguida escucho a un hombre que anunciaba la entrada de los dos monarcas a la sala, primero entro el Rey, era un hombre alto y apuesto; caminaba erguido y con actitud imponente, tenia una mirada que podía seducir a cualquier chica que el quisiera, parecía tener un carácter noble, pero era bien sabido que nadie se atrevía a desafiar su autoridad y sus decisiones porque era lo ultimo que el osado hiciera.

Luego estaba la Reina... Mujer de singular belleza, ojos azules y cabellos rojizos, vestida con finas telas que resaltaban su porte femenino, de piel blanca y de perfectas proporciones. Con una voz dulce y cariñosa como la de una madre bondadosa.

Las cinco doncellas fueron presentadas a los dos soberanos y cada una fue examinada minuciosamente por ambos mandatarios, claro que cada uno examinaba diferentes cosas: el Rey por ejemplo: solo veía el cuerpo de cada una de ellas, si tenían talento o no; no era de su incumbencia solo buscaba que fueran hermosas y que pudiesen cumplir sus caprichos mundanos; por otro lado, la reina buscaba que fueran talentosas y de una belleza digna de la corte, que no fueran lo bastante osadas para acercarse a su esposo ni a su hijo; pues después de todo por muy hermosas que fueran... eran plebeyas. 

En todo el reino se sabía que la Reina tenía a las chicas más bellas y talentosas de todo el reino, sino es que de todo el mundo y el Rey, tenía a las que la reina no admitía o bien a las que su esposa desechaba cuando ésta las remplazaba o despedía.

Llegó el momento de que las hermosas chicas hicieran su presentación a los reyes, primero paso la costurera que impresiono a la reina con los exquisitos diseños de sus elegantes y refinados vestidos, hilados con estambres de oro y adornados con las más deliciosas joyas, por lo que la reina la acepto en su casa sin pensarlo mucho, después la primer bailarina fue rechazada por su torpeza, además de que al bailar coqueteaba con el Rey, por lo que a la Reina le pareció un descaro y aunque su esposo también la rechazo a pesar de sentirse interesado por ella; (la Reina sabía que su esposo le era infiel con las doncellas que el escogía pero se mantenía ingenua ante la presencia de los demás, incluso había despedido a muchas de sus doncellas luego de traicionar su confianza al acostarse con su esposo). Posteriormente la mucama ofreció amablemente sus servicios a la Reina pero esta la rechazo porque no le parecía eficiente, pero el Rey dijo que podía quedarse y le abrió las puertas de la casa del Rey. La siguiente bailarina también fue rechazada ya que la bailarina que ahora entretenía sus tardes soleadas venía desde Rusia y era la mujer más talentosa de su país, por lo que la Reina no necesitaba a otra bailarina en su casa de damas de compañía; sin embargo el ambicioso y lujurioso Macho Real la recibió con mucho gusto en su casa.

Finalmente Céltica que se sentía nerviosa pudo sentir como el Rey clavaba su hostil mirada en ella, mientras que la Reina la veía con la duda en su mente de como era que una chica tan delgada y frágil pudiese cantar; en tanto, la delicada chica del bosque pidió al clavesinista que tocara su música... Apenas abrió la boca la Ninfa, el salón se lleno de su hermosa voz, su canto llenaba cada rincón de la sala, incluso de habitaciones contiguas que hasta algunos de los sirvientes se quedaron atónitos con tan bella música; la Reina estaba completamente impresionada que no dudo en remplazar a su antigua cantante y la acepto en la casa real de la Reina. 

El Rey también estaba impresionado que, al terminar su canto la bella chica, la felicito y declaro que sería no solo la cantante de la Reina, sino que sería la cantante de la corte entera y así proclamo que esa misma noche ella debía cantar en el gran banquete que se celebraría por el regreso de su hijo, el Príncipe; al palacio, luego de una guerra de cruzadas, quería impresionar a todos sus amigos e invitados con la llegada de la nueva dama de la corte, la chica del nombre extraño, la chica de la voz de sirena, la chica que cantaba como la aves... Así llego Céltica a la corte.

Ninfa Celtica: La AldeaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora