Pesadillas o sueños: el hombre de aquel sueño

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Corre, escapa, trata de huir… aquella mujer se ve asechada por una sombra, una mujer montada en su feroz corcel la persigue. Ella que lucha por su vida se ve fatigada, el agua que hay en el viento no es suficiente para que ella se pueda reponer… corre, tropieza, se levanta y vuelve a correr, vuelve a caer, es un ciclo sin fin.

Aquella que viene detrás se ve iluminada por un rayo de sol, aquella que arrogante y orgullosa la persigue se ve envuelta en un manto de victoria, ¡al fin podrá ser castigada la chica de las aguas y los vientos!

Ella que asustada esta, busca por doquier un refugio, busca escapar de la mujer que viene en su indomable potro, busca a gritos y suplicas a aquella que místicamente prometió la salvaría, a aquella que prometió ser su apoyo, y entre su desesperación y sus ruegos comienza a creer que aquella que tiene el poder de la metamorfosis la ha abandonado, comienza a pensar que al fin ha llegado la hora de sellar su cruel destino… al fin, tropieza y en medio del fango va a caer… si la mujer del caballo no la mata, aquel pantano lo hará.

Sumergida en un inmenso abismo sin fin cree ver las últimas partículas de luz que vera en su vida.

De pronto, percibe una sensación de miedo pero al mismo tiempo de bienestar, mira a su alrededor y escucha el respiro atroz de aquel caballo que entre tinieblas fue creado y mira los ojos de ira de aquella que ha jurado proteger a las criaturas del bosque, sabe que la muerte se acerca y que no hay nada más que hacer…

Sin darse cuenta una flecha se interpone en medio de las dos mujeres, asustando a la frágil y bella doncella, apartando con ira a la mujer del rencor y la venganza, y ahí, en lo alto de una colina se puede observar la silueta de un hombre, ¿será aquel con el que ella sueña despierta y la mantiene en vela por la noches?... no puede ver su rostro pero tiene la certeza de que ahora está a salvo, sabe que él la protegerá sin importar lo que pase… este se acerca hacia ella, le extiende una mano, la levanta y libera su cuerpo del pantano, limpia el fango de su hermosa faz y cura todas  sus heridas, la mira y posa sus labios sobre los de ella, y sin saber lo eso significa ella se siente segura y dichosa.

Aquel que la ha salvado, decide quitarse la caperuza que lleva puesta y al fin, cuando ella está por ver su rostro…

Los rayos del sol penetran a través de las cortinas de fina seda de su habitación, la Ninfa despierta de aquel circulo de pesadillas y sueños hermosos que parecen no tener fin.

Ninfa Celtica: La AldeaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora