XXXI.

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P.O.V Rick Grimes:

"Michonne ha dejado entrar caminantes, Rick. Se tiene que ir."

Logré escuchar a lo lejos y como un eco. Me recostaron en algo bastante cómodo que supuse era una cama, y nuevamente todo se fue a negro, hasta que un suspiro y un liviano peso en mi pecho hizo que reaccionara nuevamente. Respiré con dificultad e intenté decir algo, cuando mis ojos se abrían de a poco.

- Por favor dime que no te estás convirtiendo.

La chica que se había ganado mi corazón en un par de días estaba asustada observándome desde lejos. Intenté con todas mis fuerzas levantar mi brazo pero fracasé, el dolor que sentía podía mucho más que mi fuerza. Abrí mi boca y como si la típica pesadilla de no poder moverte ni tampoco poder hablar se hacía realidad, lo único que logré hacer fue mover mi cabeza negando.

- Amor... si estás bien. 

Habló ella y caminó rápidamente a mi lado, se colocó en cuclillas  y entrelazó su mano con la mía. GRACIAS. Solté un par de quejas pues mi cuerpo reaccionaba recién a lo que había sucedido hace unas horas, apreté con bastante fuerza la mano de  ____ (tn) y negué con mi cabeza.

- Carl... Ju-Judith...

Hablé con dificultad, pero logré hablar.

- Ellos están bien, están en casa Rick. Están en buenas manos.

Ella habló y talló sus ojos, sollozaba de a poco y mi impotencia aumentaba al no poder tomarla y abrazarla con fuerzas, calmarla y decirle que todo estaría bien. Acerqué su mano (la cual aún estaba entrelazada con la mía) hasta mis labios y deposité un corto beso allí, ahorré quejarme, pero no está de más decir que el calambre lo sentía hasta los dientes.

- Quiero que descanses, mañana será un nuevo día y estarás un poco mejor por los antibióticos. Así que, aprovecha de descansar que está todo tranquilo.

Intentó dar calma, cosa que no era así pues algo Daryl me había soplado, o al menos algo entendí estando medio lucido y no. No me quedó otra que asentir y cargar mi cabeza en la almohada a un lado, solté un suspiro y cerré mis ojos nuevamente cayendo en el vacío negro.


A la mañana siguiente desperté exaltado, me senté rápidamente en la cama y no tardé en retorcerme del dolor por el movimiento brusco que hice, mierda.

- ¡Jefe Grimes! ¡Tranquilo!

Gritó la enfermera que estaba sentada leyendo un cómic frente a mi. Se levantó y se posó a mi lado tomando mi temperatura poniendo una de sus manos en mi frente.

- Como duele esta mierda... 

Murmuré y me quejé. Esta rió y negó con su cabeza, mientras desabotonaba mi camisa y decía un poco avergonzada un "Permiso" y de gesto yo solo asentía. Quitó la venda que envolvía gran parte de mi hombro/brazo, justamente donde tenía el impacto de bala, y sonrió victoriosa.

- No mentiré diciendo que cicatrizó pero vamos, te has curado bastante bien. ¿Tienes mareo, dolor de cabeza, ganas de vomitar...?

Comenzó a preguntar y hablar rápido. Puse una de mis manos en frente y la moví rápidamente haciéndole parar.

- Tengo sed y hambre, creo que es lo que me acompleja en estos momentos.

Esta se rió y asintió.

- Carl abajo te está preparando de desayunar. Si te tomas los antibióticos al momento que corresponde y si no haces fuerza con el brazo dañado, tendrás una recuperación bastante buena. Tú cuerpo está reaccionando bien.

Dijo ella llena de alegría. Abotonó la camisa y se acercó hasta la ventana, abrió las cortinas y abrió la misma dejando entrar una fresca brisa.

- ____ (tn), ¿Como está? Anoche estuvo aquí conmigo, pero apenas podía hablarle o moverme, el dolor era muchísimo.

La joven chica me observó y se sentó nuevamente donde estaba anteriormente.

- ____ (tn) está muy bien, pero estaba preocupada. Aun que fuera de la preocupación ha hecho un trabajo impecable. 

Dio un respiro y asintió.

- De alguna forma estabas sedado, recién había curado tus heridas y los antibióticos no hacían efecto.

Explicó. Asentí y agradecí de su parte. Pero ¿trabajo impecable? ¿contando la mercadería o que pasaba? 

El silbido de los pajaritos sonaban e hacían eco por la habitación, las nubes hacían desaparecer el sol aveces pero había un momento en el que el sol pegaba con fuerza unos minutos. El chirrido de la puerta y un grito hicieron que diera un pequeño salto, volviendo a quejarme por el movimiento rápido.

- ¡Donde está el guerrero! Ah no espera, ese soy yo.

Guiñó uno de sus ojos y soltó una carcajada acercándose a mi con una bandeja con el desayuno. Me reí (aun que sufrí un poco) ante lo que había dicho y negué con mi cabeza.

- ¿Como estás papá?

Dijo Carl posando la bandeja en mis piernas y dando un abrazo corto y sutil.

- Estoy bien campeón. Muchísimo mejor. ¿Como estás tú, como está Judith?

Ver sonreír a mi hijo hacía, por alguna razón, que el dolor disminuyera.

- Muy feliz y bien. Judith está con Carol en el centro, quiso salir a jugar un rato. Ha preguntado mucho por ti papá. 

Cerré mis ojos soltando un suspiro y sonreí cuando terminé el mismo. Con cuidado tomé la taza con agua de hierbas y bebí mientras Carl me conversaba entusiasmado. Dejé la misma a un lado y con cuidado tomé el sandwish que no tardé en devorar rápidamente.

- Y bueno, ¿me dirás el motivo de tú alegría?

Dije tapando mi boca debido a que tenía aún comida en ella, alcé una de mis cejas y esté abrió sus ojos como plato.

- Pues... es chistoso pero, no lo sé, es que...

El mismo comenzó a balbucear, ambas de mis cejas se alzaron y me crucé de brazos esperando su respuesta.

- Son dos cosas. La primera es que estás vivo y la segunda es que, Ezekiel salió apenas el sol apareció y dijo encontrarse con una furgoneta que dentro habían un par de personas. Le pasaron un mapa y le dijeron que allí podría estar la cura... ¡La cura para que esto se acabe papá!

Habló con entusiasmo. Pero mis brazos aún seguían cruzados y mi ceño estaba ahora fruncido. 

- Fue muy peligroso lo que hizo. ¿Donde están esas personas?

Respondí y luego pregunté.

- Cruzaron un par de palabras con los chicos de la puerta, ____ (tn) y yo, y luego se fueron. Vinieron a dejar a Ezekiel, se notaron de fiar pa. También traían a una bebé.

Rodé mis ojos y negué con mi cabeza.

- Pueden venir con MILES de bebés y eso no quiere decir que "podrían" ser de fiar. Tendré que hablar eso con Ezekiel. Él me explicará todo.

No dije nada más, pero Carl no logró quedarse callado. Tomé el poco de té que me quedaba y me lo tomé de un hilo.

- ¡Hablalo! Pa, hasta ____ (tn) habló con ellos. ¿Y si resulta ser verdad?

Dijo el chico con esperanzas.

- ¿Y si resulta ser una mentira? No seas tan inocente Carl. ¿Recuerdas lo que pasó con Eugene? ¡Todo fue una mentira!

La última horda. | Rick Grimes & Tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora