La última horda. | Rick Grimes & Tú.

XXIV.

- ¿Quieres que le diga a Rick que Negan estuvo golpeándome? ¿...Golpeándome para satisfacerlo?

Hubo un silencio de solo un minuto, para el momento que ella respondería una voz conocida logró a hacer eco en el salón.

- ¿Es verdad eso, _____(tn)?

Di una brusca media vuelta y divisé a Carl, quien estaba perplejo al haber escuchado lo que había dicho. Cerró la puerta detrás de él y alzó ambas de sus cejas, aún asombrado y esperando respuesta. Negué con mi cabeza y bajé mi mirada, solté un suspiro y ahora asentí, no puedo mentirle... es el hijo de Rick, simplemente no puedo.

- Es larga histor...

Él me interrumpió.

- ¿Mi papá sabe de esto? 

Nuevamente negué con mi cabeza y bajó su mirada suspirando. Se acercó a mi y se sentó a mi lado, pasando una de sus manos por mi espalda acariciando esta suavemente.

- Si no le dices...

Ahora fui yo quien le interrumpí.

- Tengo más que claro que Rick no se quedará tranquilo luego de que le cuente.

Carol ahora fue quien habló.

- Te invitó a cenar, ¿no? pues ahí le cuentas. Carl ya sabe, no será tan duro decirlo.

El silencio incomodo invadió el salón. El chico con sombrero seguía dándome unas caricias en la espalda y luego dio una palmada en la misma, obvio no brusco.

- Venía a decirte que, si te encuentras bien, ¿puedes ir a ayudar a hacer conteo?

No dio más detalles. Asentí con rapidez y me levanté del sillón, ellos hicieron lo mismo y cada uno se fue en diferente dirección.

Carl ya sabía sobre lo que había hecho Negan, aunque no con claridad. No obtuvo más información. Pero ya sabía que Negan había hecho algo que ambos sabíamos que Rick no lo perdonaría ni lo dejaría pasar. 

Alexandria estaba feliz, cada integrante de la comunidad estaba haciendo sus tareas con alegría. Y es que el plan "Derrotar a Negan" de alguna u otra forma había funcionado. Entré al "Garaje" saludando a todas las chicas quienes estaban haciendo conteo y me asomé por la habitación trasera para también saludar a los chicos quienes contaban el armamento, entre ellos estaba Daryl, quien por PRIMERA VEZ me dedicó una corta sonrisa.

- ¿Que tal te encuentras, desobedece reglas?

Dijo el mismo chistoso. Solté una risa llena de sarcasmo y respondí.

- Ja ja ja. Fíjate que muy bien, ¿y tú roba motos?

Él negó con su cabeza riendo y de igual manera me reí pero ahora pasaba nuevamente a la sala en donde tenía que hacer el conteo. Una chica rellenita rubia, bastante agradable, me guió por el pasillo del cuál tenía que encargarme y me pasó una mini libreta con un lápiz. Me dio una que otra instrucción y se retiró del lugar con una sonrisa en sus labios.

Tan solo habrán pasado unos diez minutos cuando una voz bastante familiar hizo eco en la habitación. Era Rick gritando todo animoso.

- ¡Buenas tardes casi noches! ¿Como van, chicas?

Di una media vuelta para observarlo y no evité soltar una risa al ver su actuar. Este cuando notó que estaba allí, ladeó su rostro y alzó una de sus cejas. Todas las que estaban allí, respondieron a lo que Rick había preguntado excepto yo.

Pasó pasillo por pasillo viendo cada libreta y agradeciendo por el trabajo. Cuando llegó hasta donde estaba haciendo el conteo se apoyó de lado en uno de los estantes, cruzando sus brazos y mirándome casi serio.

- Muy bien señorita, ahora muéstreme que tal va la comida en lata. ¿Va bien?

Asentí lentamente mientras anotaba las ultimas cosas para así poder observarle bien.

- Ni bien ni mal señor Grimes. Tenga.

Alcé una de mis cejas y le estreché la mini libreta para que viera todo lo que tenía anotado. Este se acercó aún con sus brazos cruzados y haciendo chocar el taco de sus botines con fuerza en el suelo. Pasó detrás de mi e hizo rozar su delantera con mi trasera, provocando algo más.

- El pasillo es angosto, perdón.

Se excusó él y manteniendo su seriedad. Sonreí con malicia y dejé caer el lápiz, si quería empezar el juego, empecemos bien. Solté un "Ups" y me agaché levantando mi cola, poniendo nervioso a Rick. Él soltó un suspiro y ambas manos las posicionó en mi cintura, dando un pequeño choque. 

Me levanté con rapidez y me di media vuelta para poder quedar frente a él.

- Eres un puerco, ¿lo sabías?

Alcé una de mis cejas y este rió. Pasé ambas de mis manos por sus hombros para envolver su cuello y este se acercó lentamente a mi. Rocé un poco sus labios y le di un corto beso en los labios.

- Entonces si vienes...

Él murmuró con sus ojos medio entrecerrados. 

- Claro que iré, tenemos cosas que hablar.

Murmuré de igual manera y nuevamente juntamos nuestros labios, pero formando un beso más duradero y tierno. Cuando ya nos separamos por poquito falta de aire, Rick dejó un corto beso en mi frente y tomó la libreta. Tomó el lápiz que tenía entre mis dedos y dejó un pequeño mosquito afirmando que todo estaba bien.

- Nos vemos luego.

Dije sonriente y el respondió de igual manera alejándose con una sonrisa encantadora en sus labios. Ordené una que otra lata que estaba allí y di un alto brinco cuando sentí unas delgadas manos tomar mi nuca con fuerza. 

- Ladrona, mentirosa y... ¿que otro titulo te puedo dar?

Era la voz de Michonne llena de furia. Me giré bruscamente y antes de que me defendiera, me sostuvo esta vez el cuello y un cuchillo de mano puso en mi estomago amenazante.

- No te diré que te vayas de Alexandria por que de todos modos volverás. Pero si te digo, que te alejes de Rick o habrán consecuencias. 

La punta del cuchillo sentía que penetraba cada vez más las prendas al punto de tocar mi piel. Por otra parte intentaba recuperar aire ya que Michonne con más odio apretaba mi cuello, con la mano que tenía libre hacía fuerza para intentar quitar la mano de ella.

- Suéltame... loca de mierda.

Dije apenas. Penetró con más odio el cuchillo solo causando un ardor constante.

- Michonne, suéltala.

El sonido del seguro de un arma hizo que esta medio asustada soltara el cuchillo.