2. Cumpleaños.

71 8 2
                                    

Cuándo Sofía llegó a su casa no pensaba encontrarse con tanta gente.

—Mamá, ¿qué son todas estas personas?
Se encontraba asombrada y, por sobre todo, con miedo. Ella todavía no se daba cuenta de nada.

—¡Hija, llegaste! Te presento a mis amigos del trabajo.— nombró a todos sus compañeros, uno por uno, nombres que a Sofía le sonaban conocidos, pero no sabía de dónde.
La chica saludó una por una a las 15 personas que se hallaban en su casa; y luego, sin ánimo, subió a su habitación.

Durante el tiempo que estuvo en su cuarto, en el piso superior de la casa, escuchó ruidos raros y escalofriantes, pero no se animaba a bajar. Hasta que escuchó ese grito aterrador. Ese grito que le provocó la piel de gallina. Ese grito desgarrador y, a la vez, algo conocido. Entonces, Sofía sacó coraje de quién sabe y comenzó a bajar las escaleras, era una tarea difícil y preocupante; a medida que se acercaba a la planta baja, comenzó a ver cosas fuera de lo común: un espejo, su espejo favorito, todo roto y astillado; manchas rojas en la alfombra del suelo; y lo que le llamó demasiado la atención, un olor repugnante que le dió arcadas.
Ya no sabía donde meterse, le daba miedo lo que podía encontrar, pero esto no podía quedar así. Cuándo llegó al suelo, casi se desmaya, esa imagen no se la quitaría jamás de la cabeza.

—Por Dios... ¿Qué ocurrió aquí?
—Un pequeño regalo de cumpleaños.— dijo una voz detrás suyo. Esa voz... esa voz le era conocida. Se dió media vuelta, pero no había nadie.

Salió corriendo por toda la casa para ver que persona estaba atrás de todo esto, al salir al patio, otra sorpresa mas la esperaba. Tres de los amigos de su mamá, muertos. Repugnante. Siguió caminando y llegó al garaje, eran unos 2 o 3 amigos más. "¿Pero quién es tan cruel como para hacer esto?" Se seguía preguntando. Ya no quería ver mas nada asi que decidió volver a la cocina, pero tenía un miedo que la estaba atormentando: "¿a mamá también la habrán matado...?" Esa pregunta recorría toda su mente y la estaba lastimando demasiado.
Siguió caminando por la casa para poder responder esa pregunta de una vez, y así fue. Bajo un sillón de la sala se encontraba el cuerpo sin vida de su madre. Al verlo, rompió en llanto. Junto a ella había un papel raro y pequeño; lo tomó y al leerlo, la piel se le erizó: "Feliz cumpleaños, Sofía, y que se te cumplan tus deseos. El mío está hecho, dejarte sola". Esas palabras recorrieron toda su mente una y otra vez.

Quería salir de esa casa ya, no soportaba nada mas. Corrió hasta la puerta principal con lágrimas cayendo de sus ojos, pero al llegar algo le impidió salir. Un hombre alto y robusto se encontraba allí parado. Sofía lo reconoció de inmediato.

—Papá...— sólo pudo pronunciar esa palabra.

—Feliz cumpleaños. —dijo él, con una voz burlona y maliciosa, y se fue.

Caminó lejos, tan lejos para nunca mas acercarse a Sofía; mientras ella se acurrucaba en el rincón cerca de la puerta, a llorar desconsoladamente.

Relatos Variados.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora