4. Y un día, todo cambió.

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Ella es Lucy. Una niña feliz, divertida y encantadora.
Él es Lukas. Un niño malcriado y terco.
Ellos son hermanos mellizos y se llevan muy mal.

Sus padres intentaron de todo para que ellos tengan una mejor relación, pero nada les funcionó. Bueno, digamos que algo si, pero no fue planeado por ellos.

Les contaré la historia. Hace un par de meses, a Lucy le estaba yendo mal en el colegio, no porque reprobara materias, si no porque sus compañeras de curso la trataban muy mal. Se burlaban de ella, la molestaban, hasta incluso algunas veces llegaron a tironearle el cabello. Las chicas que la molestaban eran el típico grupo de tres: estaba la "líder", Kiara, y las secuaces, Jara y Mindy.
  Lucy se aguantaba todas estas burlas, al comienzo no les hacía caso, pero luego se volvió muy molesto y estresante para ella; y tristemente, su hermano no estaba en el mismo curso como para pedirle ayuda. No les decía nada a sus padres porque éstos eran muy escandalosos y ella no quería que armen mas problemas.

Un día, raramente tranquilo para Lucy al comienzo, ocurrió lo que cambió la vida de estos hermanos. Estaba tranquila en el recreo leyendo un libro pequeño en un banco del patio; su hermano Lukas hablaba con sus amigos y las tres chicas que la molestaban no estaban a la vista. Pero en un abrir y cerrar de ojos, eso último cambió. De atrás de ella se escuchó esa voz tan insoportable y chillona. Ella y sus dos amigas se le pusieron en frente y Kiara tumbó el libro al piso de un golpe.  Comenzaron a burlarse de Lucy con cosas muy hirientes, como "miren a la nerd, sola leyendo un libro. Patética." O, también, a Jara se la escuchó reír, a la par que decía "¿La niña de mami, otra vez sola?"
Lucy sólo oía todos estos comentarios con las manos en la cara y algunas lágrimas que corrían por sus mejillas, pero no respondía nada.

— Rídicula, consíguete amigos— dijo Kiara.

— Y tú una vida—. Esa era una voz nueva en este lío. Lukas había visto, y oído, todo lo que le decían a su hermana, y decidió meterse a defenderla. Claro, Lucy no se lo esperaba, porque siempre se habían llevado mal; pero, sin embargo, siempre se quisieron, en el fondo, muy en el fondo.

—¿Qué te metes, mugroso?— dijo Kiara—. ¿Vienes a defender a la  pobrecita?— se rió por lo bajo.

— Si, porque esa "pobrecita" es mi hermana.

— Ah, ¿con que tenemos a otro mas de la familia Deek?— miró a sus amigas y entre las tres se rieron— Divertido.

— Cierra la boca, rubia oxigenada, y deja de molestarla de una vez.

— ¿Te la das de salvador?— hizo una mueca y se cruzó de brazos— eres patético.

— Gracias— Lukas sonrió sarcástico—. Y ahora, con su permiso arpías, yo me llevo a esta señorita— dijo, agarró del brazo a Lucy y se la llevó; mientras que las tres "maléficas" se quedaron mirando como ambos se iban, completamente  desconcertadas.

Así fue que ambos hermanos se unieron más; en el colegio ya no molestaban a Lucy, literalmente alababan a Lukas (porque había sido que más chicas eran molestadas por Kiara y compañía); y la tranquilidad, y sobre todo la felicidad, reinaban la casa de los Deek.

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