King of Ice ❀ᴛᴀᴇᴋᴏᴏᴋ

» Uno

Hay veces donde las cosas inexplicables le sucedían a la gente que menos se esperaba que les pasara, siempre siendo buenas cosas las que, por azar del destino eran a esas personas. Aunque en un lugar tan tranquilo como lo era Gyeoul, donde parecía que el tiempo no pasaba y la tranquilidad era lo que había en sus habitantes; no se creía que algo pudiera pasar de aquello.

Y tal como aquella mañana y muchas otras, en la pequeña casa que era de los dos hermanos Jeon, empezaba la rutina ya muy conocida de aquellos chicos. Y es que, luego de un buen rato tratado de esquivar aquel chico de cabellos castaños los rayos del sol, estos seguían con más fuerza tratándose de colar por las pequeñas rendijas que dejaban las cortinas.

Arrugó la nariz en un gesto de disgusto, rindiéndose ante la insistencia aparente del sol en hacerle iniciar con su tranquila rutina de siempre. Flexionó los dedos de los pies, para después pasar los puños en sus ojos y quitar residuos de su noche de descanso.

Se sentó en la cama y miró a su frente, en la aparentemente cómoda y sin rayos mañaneros, cama de su hermano menor YuGyeom. Se acercó a pasos silenciosos, para empezar después a empujar ligeramente al cuerpo ligeramente más grande de su hermano menor. Escuchando de inmediato los quejidos de este ante aquel acto de despertarle.

—Vamos, no seas flojo YuGyeom—animaba el de cabellos castaños a su hermano menor—, debemos ir a hacer nuestras labores en el campo, vamos además hoy es un buen día.

—Hyung, no quiero hacerlo... ayer hicimos mucho—Se quejaba el menor mientras trataba de cubrirse más con la ligera manta—. Además, Kunpimook va a venir más tarde y quiero estar listo para recibir a mi amigo.

JungKook sonrió ante la mención de aquel nombre, negando con la cabeza y mirando el cuerpo cubierto por las mantas y hecho ovillo que era YuGyeom.

—Vamos, sólo ven un poco y luego regresas a casa—Animaba el castaño a su hermano, para luego separarse ligeramente y musitar con un tono musical— Además haré tu comida favorita para la cena...

Y como si eso fuera un interruptor en el cerebro de YuGyeom, el chico se levantó de golpe de la cama con una sonrisa brillante. Acercándose a JungKook con una sonrisa emocionada en los labios y con intenciones de hacer un poco de caras tiernas como gracias a aquello.

—Hyung es el mejor—soltó con emoción, mientras hacía reír a JungKook por aquello—. ¿Podemos invitar a BamBam?

—Sí, pero ahora déjame hacer la avena—pedía el mayor con una sonrisa traviesa en sus labios, para hacerse paso entre el abrazo repentino de YuGyeom—Tú mientras corta algo de las manzanas que tenemos en la mesa, ya para iniciar a trabajar después.

—Muy bien, yo me encargo de eso y de servir algo de leche—mencionaba mientras que se regresaba a la pequeña habitación que era su sala-comedor—. Y Hyung, pon algo de pasas encima de la avena por favor.