King of Ice ❀ᴛᴀᴇᴋᴏᴏᴋ

» Doce

Se sentía intranquilo, como si fuera una especie de carga el hecho de haber tenido aquel sueño la noche pasada. Además de que, no ayudaba mucho el que JungKook estuviera a su lado caminando con aquel mechón blanco reluciendo entre sus castaños cabellos; era una especie de recordatorio mental de que aquello era incorrecto y malo.

De que él realmente había hecho que el agradable y amable chico pasara por todo aquello y que la culpa no era de nadie más que suya. Tenía a saber que, JungKook no le diría si se sentía mal y eso le ponía un tanto estresado ya que realmente no sabía si estaba bien el castaño o si era falso aquello y la estaba pasando muy mal internamente.

Al verle feliz mirando el paisaje, no pudo evitar mirar aquel perfil bonito y alegre el cual, si no lograba rescatar se perdería para siempre. Aquel bosque debía admitir que era un tanto más impresionante que el propio de donde venía, pero a su vez, era demasiado diferente y más intrigante. Nunca en su vida había tenido algo similar al sueño que había tenido antes, aquel regreso del pasado, de su origen era un tanto perturbador y le había hecho sentirse más culpable de cómo era.

Y lo que no podía entender era como aquel chico de cabellos castaños no le guardaba ningún rencor y ni siquiera lo odiaba, la bondad en el corazón de JungKook era muy enorme y tenía que admitir que parte de eso, le había cautivado en primera instancia. Y este al sentirse observado, le miró, el azul celeste el chico de hielo contra los ojos con tanto apagados que poseía el otro y una sonrisa brillante apareció en el rostro del menor.

—Lo siento no quería... —dudó un poco—. Bueno, no quiero que malpienses está mirada yo...

—No te preocupes no malpensaría nada—aseguraba con la misma sonrisa tranquila y amable que se le caracterizaba—. ¿No te parece que este lugar es muy bonito? Si no nos hubieran dicho que era un tanto oscuro y tenebroso, juraría que es como en los cuentos de hadas.

El mayor ladeó la cabeza analizando aquello recorriendo unos instantes el lugar con detenimiento, afirmando por completo las palabras que el castaño decía. Por un momento pensó en decirle sobre aquel sueño que tuvo y qué quizá sería bueno hablando con alguien más, pero, por otro lado, no le quería decir por el mismo miedo que tenía de que JungKook corriera peligro.

Y no notaba que el de cabellos castaños se quedaba viendo un tanto intrigado, al ver cómo parecía luchar consigo mismo. Mientras siguen caminando, ninguno de los dos realmente estaba poniendo ya demasiada atención a la vista panorámica que les ofrecía aquel lugar; más bien estaban con sus pensamientos sobre si hablar o no con el otro y que tan correcto sería. Hasta que finalmente el menor de ambos se detuvo de golpe haciendo qué muy rápido y preocupado el de cabellos oscuros se girará hacia él.

—JungKook—mencionó su nombre de inmediato y de golpe, con un timbre de preocupación absoluta—. ¿Te sientes mal? ¿quieres descansar un poco? o quizá es que empiezas a tener hambre...

—No es ninguna de esas cosas afortunadamente—respondía negando con la cabeza, mientras que miraba hacia el de cabellos oscuros con algo de seriedad—. Yo realmente no quisiera que entre tú y yo hubiera alguna cosa o incomodidad... quiero que podamos decirnos lo sea que nos esté pasando o estemos viviendo.