King of Ice ❀ᴛᴀᴇᴋᴏᴏᴋ

» Catorce

El haber llamado a YoonGi y JiMin sabía bien el de ojos cerúleos que solo le hacían confirmar que aquello no era tan simple como supuso en un principio. Incluso, la posibilidad de quedarse con sus poderes para siempre, si eso era lo que mantenía con vida a JungKook o el rechazarlos por completo y dárselos a aquel ser, eran opciones que no dejaban de recorrer en su mente.

Y el hecho de que al parecer ese sentimiento indescriptible por el castaño crecía con más y más fuerza, sólo le hacían confundirse aún más. Si bien llevaban ya un par de días fuera de aquel bosque donde casi lo pierde, parecía que había pasado recientemente aquello; lo que le aliviaba de cierto modo era estar con YoonGi quien podría ayudar en un momento dado a JungKook.

Solo esperaba que en verdad pudiera.

Miró hacia sus amigos, quienes se mantenían lo más cerca que podían de JungKook y alerta, pues no tenían idea de cuándo sería que volviera aquel hombre y si quería algo más del castaño. Cuando lo veía bien, al lado de sus amigos, no podía no pensar en que, si tenía que dejarlo ir para que pudiera salvarse y ser feliz lo haría de ese modo.

—Creo que deberíamos idear una manera de salir de aquí—le mencionó YoonGi, deteniéndose a la par del resto para que hicieran aquello—. Tú bien sabes que las circunstancias actuales nos harán en algún punto tener que irnos con JungKook.

—Lo sé, lo he estado pensando y creo que si JiMin y tú se lo llevan...

—Entiendo, si llega a ser necesario lo haremos, pero TaeHyung—el de ojos azules miró a su amigo con curiosidad—. A veces las cosas nos llegan a sorprender por como suceden.

TaeHyung sabía que parte de lo que hacía a YoonGi el mejor de los hechiceros era saber qué destinaba la vida para cada ser, pero, que no interrumpía en eso y dejaba que esto transcurriera como debía ser. Así que, por algo decía aquellas palabras, pero estaba consciente de que lo que enfrentaban incluso podría ser más grande que ambos juntos, que JungKook corría peligro y que todo se le había ido de las manos.

Soltó un suspiro, el cual pronto, para su sorpresa, vino acompañado de un escalofrío que recorrió cada médula de su espina dorsal. Erizando su piel, mientras que se colocaba alerta ante aquella extraña reacción de su cuerpo, cosa que no pasó desapercibida por los presentes.

—TaeHyung, ¿qué pasa? —Indagó JungKook.

Antes de que el mayor pudiera decirle algo, una ráfaga oscura pasó a velocidad impresionante al lado del chico de poderes de hielo, haciéndolo caer contra el suelo de manera brusca. Todos se alarmaron, cuando aquello negro empezaba a querer tornarse a alguna forma, JungKook entonces recordó de qué se trataba y no pudo mas que aterrarse por aquello.

TaeHyung se levantó rápidamente, mirando a JungKook en búsqueda de que estuviera bien. Soltó un suspiro aliviado al darse cuenta de que era de ese modo, para luego poner atención en aquel hombre que, sabía había sido el causante de todas sus desgracias.