🐬Capítulo ocho: "Extraños filings"🐬

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Pov

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Pov. Eren.
[...]


Ésta es la semana 20 que llevamos aquí, osea, como 5 meses.


Y yo me pregunto...

¡¿Es que no se han dado cuenta de que desaparecí?!
O si lo hicieron, ¡¿En dónde carajos están buscandome?!.


Mi laif apesta.

Bueno, no tanto.
La convivencia con Levi es agradable y me ha enseñado a ser menos "consentido". He aprendido mucho de su sabiduría, incluyendo sus metodos de enseñanza para nada ortodoxos, una vez tuve que nadar de perrito cuando me lanzó al mar por pegarle accidentalmente con una improvisada caña de pescar, tuve cuatro chichones en la cabeza y seis pellizcos en mis bronceados brazos, y todavía me dijo que había sido amable.


Creo que fue muy bueno haber quedado atrapado con él en ese bote, sin él ya habría estado al borde de la desnutrición o bien haya buscado un coco y le hubiera nombrado wilson, sip, como en la película esa. Locura total.


Pero hay algo que no me deja en paz..
Odio esas mariposas en mi barriga cuando sus manos me tocan por accidente, o cuando me mira con esos ojos azules tan lindos, o cuando veo esos musculos brillar por el sudor cuando ha hecho uno de sus ejercisios diarios que me hacen babear, o la forma con la que se ríe cuando se burla en mi cara cuando no me sale algo bien..no, espera, ¡eso no!


Ayy papi mami, vengan por mi.
Estoy delirando.


Estaba tan concentrado en mis quejas existenciales, que no ví que Levi se acercaba con una sonrisa de esas que me hacen jadear y quedar boquiabierto.

Porqué está tan bueno..?

--- hey Eren.-- la voz sexy..digo, la voz de este papuh..digo!. Argggh!. La voz del neandertal éste, me sacó de mis pensamientos.


--- ¿Qué se te ofrece carnal?.-- y me dió un leve coscorrón, yo comencé a reír, pues me he dado cuenta que le gusta que sea algo ocurrente y bobo. De vez en cuando le he visto sonreír por mis locuras, como la vez en la que me enterré yo solo en la arena y me quedé dormido, la marea subió y casi me da un mini infarto cuando la pesadez de la arena mojada me impidió salir. Juuh tengo unos musculotes que ni se diga, si, es sarcasmo. Levi me sacó mientras se reía a carcajada limpia.


--- ¿Quieres...seguir aprendiendo a nadar?.-- me preguntó mientras se rascaba la nuca... soy exasperante y lento para aprender, ¡perdóname sensei!


Hey, y lo más humillante es que le sigo temiendo a la profundidad y a nadar sin ayuda.
Me defino como. Patetico.--- si, por favor.


Me puse de pie, me quité lo que queda de mi sudadera y caminé siguiendo las huellas de Levi.


Sentí el agua un poco tibia (debido al atardecer) ya que el sol calentó la misma, él me dió la contra y yo como todo un chimpance me colgué de su espalda.

Comenzamos a adentrarnos, hasta donde él tanteó que podría pisar de puntitas y me solté.--- bueno, aquí está bien. Por suerte no hay olas.


--- hum.-- asentí algo cohíbido, pues vaya que me intímidaba su cercanía.--- ¡maldición!.-- de pronto había sentido algo escurridizo y baboso pasar por mis piernas.


--- Eren, ya habíamos hablado sobre ésto. Retrae las garras por favor.


Algo confundido, voltié hacia Levi.
Ay, me había trepado a su torso con brazos y piernas.


Mi corazón comenzó a bombear a mil por hora al tener su cara a sólo centímetros de la mía, sus ojos me observaban mientras sentía como sus grandes manos agarraban mis muslos.


Ya entendía éstos extraños sentimientos.


Y sin más, lo besé.

©¡ATRAPADO!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora