✨ 9.- En la tormenta. ✨

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Al día siguiente los rayos del sol se colaban entre las ventanas, en cada cuarto había una pareja que dormía abrazada.

Meliodas se movió un poco para despertar pero su amada rubia aun dormia entre sus brazos.

La miraba detalladamente, sus suaves facciones, su cabellera rubia. Su cuerpo desnudo tapado con aquellas sabanas blancas, sus curvas se notaban perfecto sobre aquellas.
Movió un poco su mechon del cabello y se lo acomodo detrás de su oreja.

Elizabeth se movió un poco y abrazo mas a Meliodas, moviendo la sabana dejando a la vista su pierna derecha y su trasero.

Meliodas sonrió lujurioso. Que vista tan perfecta era, y claro que le encantaria verla  cada mañana de su vida.
Fue entonces que en ese instante lo supo.
Queria a Elizabeth cada mañana en su cama. Y para eso debia dar él siguiente paso.

Natsu y Lucy despertaban al mismo tiempo, se miraron a los ojos y sonrieron complices de lo ocurrido la noche anterior. Se metieron juntos a la ducha, haciendo él amor una vez más bajo él agua.
Salieron juntos y se cambiaron para reunirse con sus demás amigos.

Al llegar todos estaban en pareja sentados a la mesa a punto de comenzar a desayunar. Saludaron a todos y comenzaron a comer.

Lunes 20 de mayo

Los exámenes finales se acercaban, él último año de la preparatoria para las gemelas heartfilia estaba por terminar.
Su relación con los hermanos Dragneel mejoraba mas.

Pero sin embargo no todo es color de rosa.

**** En la empresa Dragneel *****

Meliodas revisaba unos papeles en mano en su oficina. Estaba tan concentrado que no escuchó cuando la puerta de su oficina fue golpeada.
Alzo su mirada de aquellas hojas cuando escucho una voz muy familiar.

-Meliodas, tan ocupado como siempre.-

-¿Diane? ¿Que rayos haces aquí? ¿Como es que te dejaron pasar?.-

-Hola primero ¿no? En realidad meliodas sere directa, vengo a recuperarte.-

-Que graciosa Diane, pero si olvidas un detallito. Tu me engañaste con King y te fuiste con él. No tienes nada que recuperar y por favor vete.-

Las palabras claras y firmes de Meliodas no iban a hacer que la chica castaña de cabellos cortos, gran trasero y grandes pechos saliera de ahí.

Se acercó mas a él y se sentó en su piernas para tomarlo fuertemente de su cabello y darle un gran beso.

Meliodas se paro en seguida y la empujo.

-¿Que diablos te pasa? ¡Vete! O llamo a seguridad.-

Diane río divertida y salio de aquella, oficina.
Meliodas estaba realmente disgustado.
Continuo la tarde terminando sus pendientes pues iria a ver a su amada Elizabeth.

Salio de la empresa hacia él estacionamiento y Diane lo esperaba ahí.
El nuevamente la rechazaba, pero esta vez ella se veía angustiada.
Justamente en ese momento donde discutían, Elizabeth se acercaba hacia ellos, quería darle una sorpresa a Meliodas, pero ella fue la sorprendida al ver esa escena.
Afortunadamente ella no era tan temeraria como Lucy, era mas comprensiva, y aunque le hervia la sangre de celos, camino tranquilamente hacia ellos.

Algo raro sentia en aquel estacionamiento, como si alguien los miraba, el sonido de unas llantas arrancar de golpe hizo que caminara mas rápido hacia su rubio.

Meliodas la miro llegar rápido, y se alejo de Diane para acercarse a ella.

Y como si todo pasara en cámara lenta, ella vio como un hombre con pasamontañas negro cubriendo todo su rostro, sacaba de la ventana una pistola y sin dudar disparó.
Empujó a Meliodas rápido, recibiendo ella la bala.

* Entre el Amor y el Odio *Donde viven las historias. Descúbrelo ahora