Demi Poisson

conocerte

Su día había sido fatal, ya tenía 2 días desde que regreso a París de la conferencia en Bonifacio  y no pudo concentrarse en su trabajo... Estaba en casa, recostado en el sofá y mirando el techo.

Desde hace 2 años, su vida había sido aburrida y sedentaria, aunque hubo ocasiones que mujeres y chicos que se le declararon pero siempre terminaba por rechazarlos, no podía olvidar a Ink...pero ahora, pareciera que le volvió a encontrar con otra vida y siendo un esqueleto normal...

Se cubrió el rostro, no podía dejar de pensar en esos bellos ojos que desde hace años no apreciaba, eran tan hipnotizantes que le resultaban como una droga, Ink fue su droga y cuando se separó de el, se sentía como drogadicto en abstinencia...pero cuando lo perdió, enloqueció, hubo un tiempo que escuchaba su voz y le veía en el mar, sentado en aquellas piedras esperándolo... Y siempre que volvía a la realidad, el no estaba ahí y no lo estaría jamás.

Se sentía solo desde ese tiempo pero ahora... Aquel esqueleto de huesos blancos le había llamado la atención. Su alma daba vuelcos cuando su mente le recordaba como lo había encontrado en medio de la multitud... Fue una escena digna de una película de romance... Su mente y su corazón se habían puesto de acuerdo y querían conocerlo... querían verle nuevamente.

Se arrepintió de no haberle pedido su número y su mente lo torturaba «No me marcará,»«¿Habrá perdido mi tarjeta de presentación?»«¿Y si nunca me marca?»

Se tomó la cabeza en desesperación para calmar sus pensamientos, suspiró y se alzó para ir por una soda a su nevera, la abrió y se sentó en una de las sillas de la barra que estaba en la cocina; checó sus redes sociales y mensajes; la mayoría era sobre trabajo y aquello de tan solo ver el nombre del remitente le daban dolores de cabeza. Checo mensaje tras mensaje y la mayoría eran de Blueberry, recordándole sus tareas diarias o sus tiempos para desayunar, comer y cenar, así como dar reporte sobre los nuevos libros que estaba escribiendo, luego estaban los de la editorial y uno que otro de su hermano Geno. Suspiró algo molesto, supuestamente era su día de descanso y de tan solo ver sus deberes del día siguiente le provocaban más la migraña.

Dejó el teléfono a su lado mientras bebía su soda pero, el sonido de un mensaje nuevo le llamó la atención. Ya se imaginaba que sería la guacamaya azul de Swap o de Geno para preguntar cómo estaba, pero se sorprendió al ver que el número era desconocido.

- hola, no sé si leas esto y lo siento por no enviar un mensaje antes, es que cuando llegué a él hotel de Bonifacio para guardar mis cosas y regresar a París, guarde la tarjeta y... realmente se me olvidó donde la había puesto, hasta ahora, que la encontré en una bolsa de mi maleta. A por cierto soy Ink Comyet, con el que platicaste en el parqué.

Se quedó como idiota viéndo la pantalla, se sentía nervioso y realmente no sabía que contestar, parecía que lo había invocado con el pensamiento, pasaron 30 segundos y al fin le envío una respuesta.

-hola Ink, si me acuerdo de ti, descuida, ya imaginaba que eras olvidadizo.

Espero el mensaje contrario el cual, no tardó demasiado.

-¡,Hey! No sabía que eras adivino, ¿Podrías decirme cómo me va a ir mañana en el trabajo entonces?

Sonrió como un bobo y contestó  con seguridad.

-depende Shorty.

Sonrió burlonamente, recordó como el de estatura baja hizo aquél dulce berrinche por tal apodo.

-no puedo creer que en serio me llamaras así, miss-dramas 😝, pero ¿,Por qué depende?

-va muy en serio, pero depende porque, no sé dónde trabajas.

—ho!, Es eso... Bueno... qué tal si nos vemos en el museo Louvre, para que me digas más sobre mi futuro.

No podía creer que se volverían a ver, estaba feliz y no dudó en enviar un respuesta casi instantánea.

— vale, Ink, pensé que no
llamarías

—¿Por qué pensaste eso?

—porque nos conocimos en el psrque y porque, soy un desconocido.

—es por eso.

—¿Es por qué?

—para dejar de ser desconocidos...
Me agradaste desde que empezamos a platicar...quiero conocerte.

— está bien,nos vemos en el Louvre mañana.
También quiero conocerte

Parecía un juego... conocerse si ya involuntariamente, su corazón y sus almas sé conocen perfectamente.

Era el primer paso para volver a estar juntos.

★★★★