planes

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Estaban caminando a la orilla de la playa, sus manos se tomaban mutuamente y sin intenciones de soltarse.

Era su último día en aquel sitio; se miraban de reojo, con el nerviosismo de encontrarse con la mirada ajena; el aire frío les llevaba la brisa del mar y el sonido de las olas les relajaba a pesar que las nubes amenazaban con dejar caer una llovizna.

En la mente de Ink venía el recuerdo del primer día en Bonifacio junto a Error.

Aquel día donde Ink huyó y comprendió el porqué de su vida, supo que no debía temer más, que debía dar el paso hacia delante y búscarlo entre la oscuridad de esa noche; corrió hacía la casa que brillaba junto a las estrellas y la luna, casi tropieza al subir la pequeña colina pero se logró mantener en pie.

-!Error!

Gritó, no podía soportarlo más, tenía esa necesidad de verlo, como si algo dentro de él hubiese sido liberado y gritara su nombre en su interior, algo que deseaba verlo y correr hacía sus brazos para decirle...

-aqui estoy Error..

lo encontró al llegar encima de la colina, sus miradas se volvieron a ver como si fuese aquel día entre la multitud, como si fuese aquel día que se suponía se volverían a ver e Ink lo recibiría después de esos largos cinco años.

Error caminó lentamente a él y le acarició el rostro con delicadeza.

-estas nuevamente aquí...- sonrió y su voz tembló, estaba tan feliz que no dudó y lo abrazo fuertemente, para así alzarlo y darle múltiples vueltas.

Esa noche de aquel día, las risas de aquellas almas se volvieron a escuchar...como si fuese parte de aquellos recuerdos dónde se divertían a escondidas de los demás.
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Sonrió al recordar lo de hace tres días, notó como las olas llevaban pequeñas conchas de mar a la orilla, este último día Ink aprovecharía para ser quien fue y aceptar quien es ahora,

-Error... Hay que nadar -le sonrió cálidamente mientras llegaban a aquella isla solitaria, aquella isla que siempre sería algo especial en sus vidas,el primero en entrar al agua fue el azabache que, al estar entre esas aguas la melancolía consumió su cuerpo... Nunca pensó que volvería a estar así.

-hey...¿Solo me verás nadar? Vamos entra Kiki..¿Miedo?.- dijo con voz burlona

-pff, quisieras Ruru, nunca tendría miedo si tú estás junto a mi- subió a las piedras que antes usaban como asiento para leer el libro que solo quedo en sus memorias, tomó aire y de un salto entró al mar.

Era el momento, era el día que aceptaría esa parte que le causaba incomodidad... Aceptaba ser parte del mar y ser parte de la tierra.

-¿Ink?- se asustó al no verle salir, recordó aquella plática que tuvieron el día anterior, donde le dijo que no sabía nadar-¡Ink!

Volvió a escuchar aquel sonido... Chapoteo...


Una hermosa cola de pez se sumergia lo más rápido posible para luego, de un salto dejar ver a aquel hermoso ser de cola de colores azul, morado, aqua y rosa.

Se acercaron y admiraron, Error acarició nuevamente su mejilla decorada con una mancha, beso su frente, sus pómulos y entrelazó sus manos para así besarle después de mucho tiempo, fue un beso que cargaba muchas emociones, fue tan lento, tan dulce y agrio a la vez... Una mezcla de sentimientos nuevos con el ligero toque del pasado, las gotas de la lluvia los sorprendieron y dieron a entender que era el momento de partir.

Iban en el auto, tenían que tomar el avión de regreso a París, esta vez Error no iba con el lamento en el alma ni con la angustia de compañera, ahora su compañero era el amor de su vida quien, iba cantando y riendo a su lado a pesar de la lluvia que golpeaba el asfalto y el parabrisas.
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solo era cuestión de minutos
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Sabía que dejar a Fresh en casa solo era una completa locura, lo sabía muy bien pero, nunca creyó que en ese mismo momento estuviera envuelto en problemas.

Solo llevaba 4 días en aquel crucero y justamente cuando estaba terminando de entrevistar a Toriel, le marcó un vecino diciéndole que vio salir en la noche a su hermano y en su auto y lo peor de todo, no había regresado, nunca creyó que eso no sería todo.


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El agua y las curvas siempre han sido cómplices en convertir momentos alegres en desgracia absoluta.

Todo fue tan rápido, el sonido de las llantas derrapar al dar una curva y culpa de otro vehículo fue todo lo que necesitaba la tragedia.
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Estaba molesto, le había advertido a Fresh que no hiciera una estupidez y aún así lo hizo; caminó a su camarote con la clara intención de regañarle por teléfono; ajeno a lo sucedido; algo que una llamada se lo interrumpió, era de un número desconocido así que, dudó en contestar pero al fin y al cabo lo hizo.

-¡¿Que mi hermano qué?!- empezó a derramar lágrimas gruesas y su cuerpo tembló de la impresión, dejando caer el celular por unos instantes.

Reaccionó para alzarlo y  marcarle a Fresh, con las manos temblorosas y el pánico en su cuerpo, ahora no era un regaño lo que le diría, si no una mala noticia.

Reaper lo tuvo que detener cuando el mayor de los Crayon se quería lanzar al mar para asi ir donde uno de sus hermanos le necesitaba. Lo abrazó fuertemente y dejó que le insultara por no soltarlo,dejó que gritara y sollozara. Estaba destrozado ante lo que pasaba nuevamente su pequeña familia.

El destino tenía en sus planes unirlos nuevamente, aunque cada uno de ellos ya haya formado su caminó, Siempre se encontrarán aunque no estuviese en sus planes.

Demi PoissonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora