Semana 3: Life is tough

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Buenas noches o días a donde quiera que te encuentres en estos momentos de tu agradable vida.

Puede que esta vez, sea más precisa que las vueltas que suelo dar o lo que he sido en las semanas anteriores, pero es que, esta vez muchas cosas han pasado.

De verdad que no creí que la frase o pregunta que puse en Instagram me fuera a caer de lleno en pocas horas; y es que la vida es muy dura ¿no? De verdad que no lo pensé cuando la puse, una seguidora me compartió su foto del cactus y se me ocurrió y claramente tenía una historia nada que ver con lo que hablare por acá sobre los cactus y su reciente popularidad, o alguna metáfora sobre las espinas, el agua o su resistencia.

Aunque es mejor hacer las cosas con hechos de la vida real ¿verdad?

En la mañana, cuando en un lapso corto de tiempo logre ingresar a mis redes sociales, y me fije que tenía un aniversario. Con una sonrisa en mi bella cara (¡Hey! Si una bonita persona) en mis recuerdos estaba el aniversario de una depresión, al momento la peor que he pasado o si he tenido más pues las he logrado sobrellevar más fácil que las anteriores y me siento bien. Me dije a mi persona... Oye te mereces un pedazo de pastel. Desde que decidí levantarme en aquel tiempo, compro un pedazo de pastel y me lo como y esta vez lo pensé igual pero, aun no tengo dinero; el pastel podrá esperar.

Me reí de mis ocurrencias y seguí mi día con normalidad, más bien un poco rápido pero todo muy bien. Hace mucho que no me sentía asi de ligero el ambiente a mí alrededor. Llegue a mi casa y me puse a trabajar en mi computadora. Tenía muy presente y hasta me puse a pensar como ¿Qué podré escribir hoy? ¿Cómo a qué horas lo subiré? ¿Estará correcto o lo cambio un poco? Pero deje mi computadora en la mesa y me fui.

Muy concentrada escucho que me hablan y que creen. Mi computadora estaba hecha pedazos de la pantalla.

Para ustedes puede ser una tontería o algo como ¡Hey! Solo es una computadora y puedes comprar otra o, algo como... No es la gran cosa, fue un accidente.

Para ustedes puede ser un poco cosa pero para mí fue una tragedia.

La verdad no me importo mucho como fue el hecho que se haya quebrado o quien lo hizo, no me sentí enojada ni con ganas de golpear al culpable. Sentí algo parecido o sino es que fue preocupación.

Ustedes que tiene una computadora, si no es que me salen finos y tienen una Mac o un Chromebook saben que lo más íntimo o personal de una persona hoy en día es, su teléfono y su computadora; mucho más que la bendita ropa interior. MUCHO MÁS

Vivimos tan conectados, tan enfrascados en nuestro mundo que tenemos copias de todo en miles de lugares. La verdad que mi información importante no me importo mucho ya que tengo copias de seguridad, pero el aparato en si es tan básico que uno no lo considera hasta que lo ves ahí, hecho pedazos.

Y es que uno trata sus cosas como la computadora y el celular, si no la tableta como nuestros propios hijos, has pasado tantas cosas con ellos, que ahora piensas en ellos no como simples objetos a que puedas reemplazar un día para el otro y es que puede que sea asi el caso; ¡pero yo no tenía dinero ni para la bendita rebanada de pastel por la depresión de hace muchos años!

Claro que me puse a llorar por la perdida y porque realmente la ocupaba, mucho, aun lo hago, y puede que mañana me ría o ustedes se estén pegando la risotada de la vida por mi gran drama por mi finada computadora. Pero es ahí donde te das cuenta de lo apegado que estas a las cosas hasta que las pierdes.

Y hablo de cosas materiales señoras y señores, como dinero en un caso; ya que a todos en algún momento hemos sentido el miedo en nuestra nuca al sentir que no tenemos dinero, que lo hemos extraviado, o el celular o lo que sea. Recuerdo cuando había "perdido" mi pendrive (memoria) en la universidad una vez y es que esas pequeñas cosas inservibles se les ocurre desaparecer cuando más las necesitas. ¡Ahhhh pero verdad que no las tienes en alta estima cuando no las usas!

Puede que en este momento me digas, ¡Wow, suenas muy materialista! Pero les contare porque no aplica con las personas, o tal vez si pero eso depende de cada uno de ustedes y como sea su relación con los que tienen a la par.

Las personas no las pierdes de por gusto o porque se te olvido mandarle un mensaje con un simple hola. Las personas no desaparecen en los 3 segundos de terror que sientes en tu nuca cuando no las tienes. Todo lo que concierne a las personas vivas y tu relación con ellas lleva tiempo.

Tiempo para que dejen de luchar, tiempo para que se desilusiones, tiempo para que se alejen y una vez, se van.

No pasa en 1, 2 o 3 segundos que fue lo que le tomo a mi computadora caer al piso y hacerse inservible. Toma tiempo y si fue asi de efímero, fue porque realmente no eran ni tus amigos, ni tus queridos ni siquiera conocidos. Porque las personas que si te quieren no se van en 3 segundos.

La vida se trata de luchar, de agarrarse y de decir lo que pasa, de tomarse el tiempo de hacer las cosas bien y si no se da, después del proceso se disuelve.

Considero por eso, que la relación de las cosas y las personas en un poco diferente, un poco, pero como les comentaba, depende de tu caso, de lo que hayas luchado o de lo que la otra persona haya intentado contigo.

Mañana tendré que comprar otra computadora, puede que mañana me ría de lo que paso, pero la tendré en mi memoria por lo que me sirvió y con el esfuerzo que la conseguí para mí, como mi primera compra. ¿Ven por qué me duele? (inserte emoji llorando)

Si la persona que me quebró la computadora lee esto, no te odio, pero no te le acerques a mi próxima computadora y estaremos en paz mental y física.

¿Qué tan dura y ruda puede ser la vida? Pues a mí me costó una computadora y el no tener pastel. Por ahora.

Flaga Project 2019

@flaga2019

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